viernes. 29.03.2024
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Foto: Pawel Kazmierczyk

Hemos hablado con Mihai Tomescu, experto en energía de la Agencia Europea de Medio Ambiente, sobre las oportunidades y los desafíos que afronta la energía limpia.

¿Cree que la Unión Europea cumplirá su objetivo de conseguir que en 2020 las energías renovables satisfagan el 20% de sus necesidades energéticas finales?

Teniendo en cuenta el progreso alcanzado hasta la fecha, es probable que la UE cumpla dicho objetivo. El consumo de energía renovable de la UE ha seguido aumentando año tras año, alcanzando el 16% del consumo energético final en 2014. Este porcentaje es superior a la trayectoria provisional para Europa contemplada en la Directiva de energía renovable, por lo que actualmente vamos por buen camino. En el ámbito nacional el panorama es algo más heterogéneo, pero una gran mayoría de Estados miembros están logrando importantes avances.

El incremento del consumo de fuentes de energía renovable ha sido beneficioso en muchas áreas. El avance hacia el logro de los objetivos nacionales y de la UE implica que las energías renovables están desplazando efectivamente a los combustibles fósiles, apoyando así un cambio estructural hacia una energía limpia. Esta evolución esperanzadora puede preparar a las empresas europeas para entrar en nuevos sectores energéticos mundiales, en los que se espera que ocurra un importante crecimiento. También observamos un interés y un apoyo crecientes a las fuentes de energía limpia entre un público más amplio: un factor que podría contribuir a acelerar la actual transición energética. A pesar de esta evolución positiva, aún nos queda mucho trabajo por delante para conseguir esta transición energética.

¿Podría llegar la UE a confiar plenamente en la energía renovable, o seguirán ocupando los combustibles fósiles un lugar destacado?

Con el Acuerdo de París, el mundo acordó evolucionar hacia un futuro con bajas emisiones de carbono. La Unión Europea ya había establecido objetivos climáticos ambiciosos y, para alcanzar nuestros objetivos de descarbonización a largo plazo, las energías renovables deberán satisfacer como mínimo entre el 55% y el 75% de nuestras necesidades energéticas para el año 2050. El objetivo es obviamente difícil, pero creo que es factible.

Las energías renovables son la clave de los esfuerzos de mitigación del cambio climático a largo plazo y jugarán un papel cada vez más importante en la mejora de la seguridad energética global en la UE. Aún así, es probable que la necesidad de combustibles fósiles se mantenga durante algún tiempo, aun cuando nuestra dependencia de ellos haya empezado a disminuir. Además de los riesgos geopolíticos, los combustibles fósiles implican costes externos desproporcionados para la sociedad, en forma de daños medioambientales y daños para la salud.

Aunque mantener en el tiempo precios bajos del petróleo podría afectar a la competitividad de costes de las energías renovables, la perspectiva a largo plazo para las renovables es prometedora. Las tecnologías empleadas en la energía renovable son cada vez más competitivas en términos de costes. En muchos lugares, las energías renovables ya compiten con éxito con las tecnologías de combustibles fósiles a precios de mercado. Además, si los precios de la energía internalizasen mejor los impactos medioambientales asociados a la generación y el uso de energía, como las emisiones a la atmósfera, el clima y el agua, las energías renovables superarían claramente a las tecnologías convencionales.

¿Está desempeñando Europa un papel fundamental en el desarrollo de fuentes limpias de energía?

Según indica el reciente Informe de la AEMA sobre el uso de energías renovables en Europa, la UE ha realizado contribuciones globales significativas al desarrollo de las tecnologías de energía renovable. Durante el periodo 2005-2012, Europa registró la participación más elevada del total de las nuevas inversiones globales en fuentes de energía renovable, superada por China únicamente desde 2013. En 2014, la UE de los 28 contaba con la mayor capacidad de energía solar fotovoltaica (FV) conectada e instalada del mundo, aproximadamente el triple que la de China, y la mayor capacidad de energía eólica del mundo. Sin embargo, el ritmo de inversión en Europa ha disminuido últimamente, a la vez que aumenta en otras partes del mundo.

En cuanto al empleo en el sector de la energía renovable, la UE es uno de los principales actores mundiales. En 2014, contaba con el segundo mayor nivel de empleo de mano de obra en este área, por detrás de Brasil. Las mayores empresas en el sector de las energías renovables de la UE son las industrias eólica, solar FV y de biomasa sólida. Hemos presenciado pérdidas de puestos de trabajo en las industrias solar FV y eólica, a medida que aumenta la competencia con China. A pesar de ello, el porcentaje de puestos de trabajo relacionados con la energía renovable en la UE de los 28 sigue siendo, a día de hoy, mayor que el de China.

¿Cuáles son los próximos desafíos?

En primer lugar, el panorama mundial de las energías renovables está cambiando rápidamente. Si Europa quiere mantener su ventaja inicial, deberá mantener su nivel de compromiso. El hecho de que la financiación de la investigación y el desarrollo en energías renovables se haya estancado últimamente indica que se pueda perder competitividad en las futuras tecnologías avanzadas. En este contexto, la Agencia Internacional de la Energía recomienda triplicar el gasto actual de I+D en innovación sobre energías limpias.

Además, el mercado energético interno de la UE debe reformarse para hacerse más eficiente y capaz de acomodar niveles crecientes de fuentes intermitentes de energía renovable. Las fuentes intermitentes de energía renovable, como la energía solar FV y la energía eólica suministran electricidad a la red eléctrica cuando las condiciones meteorológicas lo permiten. Con las normas de mercado, estas fuentes de energía no pueden alcanzar niveles de precios adecuados y será necesario abordar esta cuestión en el futuro. Las mejoras en eficiencia, transmisión, interconexión transfronteriza, almacenamiento de energía y un papel más activo para la gestión de la demanda serán también importantes para la transición energética.

¿Cómo garantiza la AEMA un uso más eficaz de la energía renovable?

Proporcionamos análisis regulares sobre avances para lograr los objetivos de la UE, apoyando a los responsables de la toma de decisiones en Europa. Nuestros informes también proporcionan un estado de la situación actual, y actuamos como un centro de información para los países miembros a través de nuestra Red europea de información y observación del medio ambiente (Eionet), con reuniones anuales para identificar y tratar asuntos relacionados con la energía renovable.

Artículo originalmente publicado en la Agencia Europea del Medio Ambiente y está protegido por licencia CC BY-NC-SA 3.0

Energía renovable: la clave para un futuro con bajas emisiones de carbono en Europa