viernes. 29.03.2024
Planta termosolar de Palma del Río II (ACCIONA)
Planta termosolar de Palma del Río II (ACCIONA)

Quien desató la tormenta fue el presidente de IBERDROLA, Ignacio Sánchez Galán, que en la presentación de resultados de su empresa el pasado día 28, que arrojan un beneficio neto de 2.143 millones de euros, un 3,5 % más que el año pasado, reclamó que “se acabe la fiesta verde”. Aludía directamente a la necesidad de establecer una moratoria de las plantas de energía solar hasta que se acabe con el déficit tarifario, del que son la principal causa, según este directivo.

Rechazó también la imposición de tasas a las tecnologías del régimen ordinario (nuclear e hidráulica entre ellas) porque, según él, podrían comprometer la rentabilidad de las empresas.

Inmediatamente le siguió, en la misma línea, el presidente de la patronal de la empresas eléctricas (UNESA), Eduardo Montes, quien afirmó, ya lanzado, que "no existe una alternativa" a la energía nuclear, porque es "muy eficiente" y consideró que "no tiene ningún sentido" la propuesta que se ha conocido del programa electoral del PSOE de aplicar una tasa a la nuclear y a la hidráulica.

Defendió la eficiencia de las centrales nucleares, con las que se logra producir el 21% de la electricidad con un parque instalado del 7,7% de toda la potencia, y se puso la venda antes de la pedrada asegurando que "la probabilidad de que ocurra un accidente es muy baja", porque las centrales españolas han superado todas las pruebas, "su ubicación en España no está en lugares sísmicos” y "todas están lejos del mar", por lo que no tienen nada que ver con Fukushima".

La respuesta ha venido por parte de la Unión Nacional de Empresas Fotovoltaicas (UNEF), que han acusado a Montes y a Sánchez Galán de tratar de "confundir interesadamente a la opinión pública" acerca de la energía solar, para defender sus intereses de un modo "impropio" e "ilegítimo".

Porque consideran que “el desarrollo de la energía solar puede ser malo para los intereses de las eléctricas, pero es bueno para el país", porque según esta asociación empresarial, el déficit tarifario no es debido a la apuesta por las renovables, sino al “ineficaz modelo de formación de precios del sistema eléctrico español”. “Se trata de un problema estructural del sistema eléctrico en su conjunto, que responde a la errónea decisión política de congelar el recibo de la luz durante años, mientras subía la inflación", aseguran.

UNEF argumenta que la prueba de que esto es así es que en 2005 la energía solar recibió menos de 14 millones de euros en primas, pues no había ni 50 megavatios instalados, mientras que el déficit creado ese año superó los 4.000 millones de euros.

En relación con las importaciones de hidrocarburos, aseguraron que “cada 10 dólares de subida del precio del petróleo conlleva un coste económico para el país equivalente al de las primas de todas las renovables".

También el presidente de Asociación Española para la Promoción de la Industria Termosolar (PROTERMOSOLAR), Valeriano Ruiz, acusó a Sánchez Galán de tener una visión "antiprogreso" y de actuar por "despecho" ante "la inmadurez tecnológica termosolar" de dicha compañía.

Además se mostró sorprendido porque Iberdrola pertenece a su asociación y ataca a las renovables justo después de que se haya conocido un estudio realizado por la consultora Deloitte, en el que se informa, entre otros muchos factores positivos, que el sector termosolar está creando una riqueza valorada en 1.650 millones de euros para la economía nacional frente a los 185 millones de euros percibidos en primas, ha creado 24.000 puestos de trabajo y ha ahorrado la emisión de 1,2 millones de toneladas de CO2 a la atmósfera.

Parece claro que, más allá de los intereses empresariales, la patronal de la industria eléctrica ha entrado de lleno en la campaña electoral y quiere marcar la hoja de ruta de Rajoy en materia energética.

“Tormenta solar” en la industria eléctrica española