lunes. 29.04.2024

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Es ya una vieja práctica del capitalismo hacer guerras ya sean mundiales, regionales, coloniales o de conquista al objeto de superar sus crisis cíclicas, obtener nuevos mercados, conquistar materias primas o garantizar sus rutas de suministro. La guerra es el comercio por otros medios para Occidente.

Con la guerra de Gaza o la batalla de Gaza pretenden garantizar las bolsas de gas natural gazatíes para uso de Israel y Europa pues es la BP la encargada de su explotación otorgada de forma ilícita por el estado colonizador. El segundo objetivo es crear una nueva ruta marítima, el canal Ben Gurión que no controla Egipto sino Israel, sustituyendo al de Suez.

Pero resulta que el estado de Israel que se creía borracho de invencibilidad, -que por cierto ya perdió en Líbano frente a Hezbola-, pensaba que Hamas y los demás grupos aliados iban a durarle quince días, un mes, tal vez tres, pero no más. Resulta que no, la resistencia está mejor organizada de lo que preveían, sus túneles fortificados funcionan a la perfección, los combatientes no temen a la muerte y están muy bien entrenados y armados con armas ligeras muy eficaces. Cuentan con el apoyo total de la población a pesar de su sufrimiento. Israel, los EEUU y la UE han fallado en sus planes.

Necesitan también destruir los servicios públicos y los salarios, de ahí su campaña publicitaria preparándonos para la guerra

Derrotado el ejército de Israel en primera instancia, Palestina ha levantado su causa una vez más apoyada por todos los pueblos del mundo y todas las personas sensibles y justas de la tierra. Israel está cometiendo un genocidio a la luz del mundo, tal vez el más parecido es el aplastamiento de Gueto de Varsovia y la posterior sublevación de la misma ciudad, destruida la Whermacht y las Bafen SS alemanas. Esto finalmente está resultando muy difícil de ocultar por los liberales belicistas de los EEUU y de la UE lo que le está dejando cada vez más solo a Israel, dadas las fuertes movilizaciones populares pro-palestinas. Se abre pues un dilema y una ventana de esperanza. Pero claro, la guerra contra el Sur Global incluye a Palestina y esto exigirá no dejar a Israel caer sino buscar una solución negociada pues tanto los EEUU como la UE se juegan mucho, utilizando la falacia infumable de los dos estados.

El otro frente según Von Der Leyen, que es el de Ucrania también está muy difícil. En primer lugar porque Rusia ha ganado el relato en la mayor parte del Sur Global y fuera del territorio OTAN. En segundo lugar Rusia está haciendo su guerra de desgaste y artillería para la que la OTAN no está preparada ni tiene suficiente potencia industrial y véase sino la escasez de munición ucraniana motivada por el vaciamiento de los arsenales OTAN. Una parte no grande, de un ejército muy sufrido, curtido y bien armado como es el ruso, está poniendo a la OTAN en dificultades, pues las fuerzas armadas ucranianas de cuyo valor nadie duda son en realidad marionetas de la OTAN. A esto hay que sumarle otro problema y es que gracias a las políticas de Biden, Soros y Davos, Trump seguramente vencerá en los comicios presidenciales y parece tener otra idea sobre el fiasco ucraniano y tiene otro enemigo preferente. Dejando literalmente, -seguramente-, con el culo al aire a los liberales europeos y de los EEUU. Aunque con los dos problemas anteriormente señalados sobra para dibujar un mal escenario europeo. Trump alienta a la extrema derecha europea cada día más fuerte gracias a la “izquierda” woke que le cede la calle.

Con la guerra de Gaza pretenden garantizar las bolsas de gas natural gazatíes para uso de Israel y Europa pues es la BP la encargada de su explotación otorgada de forma ilícita por el estado colonizador

Hay quien afirma que los dos conflictos o guerras (Ucrania-Palestina) son independientes y de origen lo son. Pero en la actual situación del mundo no y Hamas y los grupos más politizados de la Resistencia Palestina y sus aliados del mundo islámico lo sabían y lo saben de sobra. Comenzando por Irán, siguiendo por Yemen y acabando por Argelia, todos ellos son enemigos de los EEUU/UE a esto hay que sumarle la calle árabe que culpabiliza a América del Norte del genocidio.

Por tanto, Palestina no está sola y las élites biempensantes del territorio OTAN no pueden seguir apoyando un Holocausto televisado que por primera vez, desde hace muchos años ha sido capaz de levantar un ola solidaria internacionalista imparable. En segundo lugar la resistencia sigue resistiendo y la mártir población de Gaza da muestras de dignidad y de entereza impensables en la mente de una o un europeo aunque sea de izquierdas. Son mártires, no víctimas. Por eso vencerán.

¿Cuál es pues la respuesta de Europa Unión ante esta guerra mundial todavía en “diferido”?, la guerra contra Rusia y seguir haciendo negocio y comercio con Israel para que no caiga. Europa tiene su solución planteada sea cual sea el resultado de las elecciones europeas y/o de los EEUU, siempre que los pueblos de Europa no sean capaces de dar un vuelco con candidaturas independientes de las élites y de los EEUU: la guerra. Rearmarse. Volver a poner en marcha la industria militar, superar su crisis a costa de invertir en armas y ejércitos y volver a tratar de poner en pie una política neocolonial en África y América Latina. Para ello necesitan también destruir los servicios públicos y los salarios, de ahí su campaña publicitaria preparándonos para la guerra. 

Ellos -los responsables de la UE- dicen jugar un papel en el mundo. Pero la guerra la necesitan las élites y sus gobernantes cipayos para superar su decadencia, a la vez que incrementan su falta de soberanía en benéfico de la anglosfera. Su ridículo papel en el escenario mundial y su posición perdedora en un futuro que ya no pasa por Paris, Berlín o Varsovia sino por Nueva Delhi, Moscú, Beijín o Brasilia. Eso en lugar de negociar y ser capaces de ver que el mundo está cambiando y defender por tanto los intereses de los pueblos de Europa, no de sus élites tanto europeas como anglo americanas.

Europa necesita la guerra