viernes. 26.04.2024
Teresa Ribera
Teresa Ribera, vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica

La Comisión Europea -impulsada por el temor a la falta de suministro de gas ruso- anunció esta semana su plan de imponer, si fuera necesario, un recorte obligatorio del 15% del consumo de gas en todos los Estados miembros en el próximo invierno.

En Alemania, el ministro de economía Habeck, que antes estuvo amenazando permanentemente con un embargo del gas ruso (“El gas como arma política...”), saludó la iniciativa. El Gobierno español, en la persona de Teresa Ribera, ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico, reaccionó de forma inusualmente brusca y enfadada.

Importantes representantes de la economía española la respaldaron. Hay un estruendo en la Península Ibérica. El núcleo de la declaración de la ministra español: “No podemos aceptar que nos obliguen a recortar la producción para que la alemana siga funcionando”.

En otra alusión a Alemania, la ministra habló de un “menú preparado”, ideado en otro lugar, sin haber preguntado siquiera por las “limitaciones“ de España. A continuación, recordó que en lo que respecta a la conexión de la Península Ibérica a la red energética europea, Bruselas ha brillado durante mucho tiempo por su “profunda inacción” (el proyecto de gasoducto Midcat ante la UE lleva mucho tiempo parado por ser poco económico: el gas ruso era mucho más rentable para Alemania).

No podemos aceptar que nos obliguen a recortar la producción para que la alemana siga funcionando

Y efectivamente: España y Portugal (unido con España en este tema) forman desde hace tiempo una “isla energética” separada del resto de Europa. Por ello, ambos países llevan mucho tiempo tratando de asegurar su futuro energético mediante amplias inversiones, y con éxito.

Gaseoducto_Midcat
España, clave en el almacenamiento de gas en Europa

La expansión masiva de las energías renovables cubre casi el 50% del suministro eléctrico en España, y hasta el 63% en Portugal (en Alemania esta cifra es del 47%). Seis terminales de GNL en España, que proporcionan el 30% de la capacidad de regasificación de la UE. Se ha reducido el uso del carbón, que ahora sólo cubre el 2% de la generación de electricidad (el 21% en Alemania y va en aumento). Y, visible en todas partes, un aumento de la energía eólica hasta el 24%. La tierra del Quijote ha vuelto a llenarse de “molinos de viento” en pocos años.

En definitiva, España y Portugal son prácticamente independientes del gas ruso como resultado de su exclusión de la red europea, y es más, España ha estado suministrando gas a Francia desde el estallido de la guerra de Ucrania, a través de los dos únicos gasoductos que trabajan al máximo de su capacidad.

Por lo tanto, debido a la falta de rutas de transporte, el 15% del gas ahorrado ni siquiera podría ir a otros países de la UE. España recibe una parte importante de su gas de Argelia y el resto como gas licuado de Estados Unidos.

La ministra española señala, con razón, las enormes inversiones financiadas por el consumidor español en los últimos años, y el hecho de que, a diferencia de Alemania, el gas para la generación de electricidad (el 25% en España, el 13% en Alemania) no pueda ser sustituido por el carbón, porque su extracción ha sido prácticamente cesada.

Si el plan de la Comisión Europea entrara en vigor, la economía y los hogares españoles sentirían los efectos mucho más que en Alemania.

Incluso los oposición política del campo de la derecha, inspirados por el proverbial orgullo español, posiblemente se pondrán del lado del gobierno español en este enfrentamiento con la arrogante Comisión Europea bajo la lideresa alemana Von der Leyen y el gobierno alemán. Importantes representantes empresariales ya lo han hecho.

Traducción del autor | NachDenksEiten

España muestra sus cuernos a la UE y a Alemania en particular