jueves. 28.03.2024

En el último gran atentado, un terrorista logró arrollar a centenares de personas con un camión alquilado

@Alexandre_Nadal | Las imágenes se repitieron una vez más, condolencias, solidaridad, banderas a media hasta, minutos de silencio y los colores de la bandera tricolor francesa proyectadas en monumentos de todo el mundo. Un mes después del ataque que padeció Niza, la ciudad homenajeó a las 85 víctimas en el primer partido de la temporada que enfrentaba al equipo local con el Rennes. El estadio del OGZ Niza se cubrió de blanco en recuerdo de los fallecidos. Antes del inicio del encuentro 85 niños salieron al terreno de juego, cada uno con un globo blanco, que dejaron volar al terminar el himno local. La mayor parte del público, a petición de los dirigentes del Niza, acudió al encuentro con camisetas blancas para mostrar su solidaridad.

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Homenaje a las víctimas de Niza

En el último gran atentado que ha padecido el país galo, Mohamed Lahouaiej-Bouhlel arrolló (con un camión de 19 toneladas que alquiló previamente) a una gran multitud que se había reunido en el Paseo de los Ingleses para ver los fuegos artificiales el 14 de Julio, en el marco de la conmemoración del día de la Bastilla. En el ataque perecieron 85 personas y más de un centenar resultaron heridas. Entre las víctimas, había al menos diez niños. El conductor logró introducir el camión en el paseo y circuló zigzagueando durante dos kilómetros arrollando a la gente congregada.

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Paseo de los Ingleses de Niza después del ataque

En los últimos dos años, Francia ha sido golpeada por el terrorismo, convirtiéndose en la principal víctima de los ataques perpetrados por el yihaddismo en Europa, liderando así una escalofriante lista de ataques mortíferos que han convulsionado la sociedad francesa y que han evidenciado la incapacidad del país para reducir el número de ataques terroristas.

En marzo de 2012, un terrorista francés de origen argelino, Mohammed Merah, mató a cuatro personas, de las que tres eran niños, en una escuela judía en Toulouse. En enero de 2015 tuvo lugar en pleno centro de París el ataque al magazine satírico Charlie Hebdo, en el que los terroristas irrumpieron en la redacción de la revista armados con rifles de asalto durante una reunión, matando a 12 personas, la mayoría miembros de la redacción, incluido a su director, Stéphane Charbonnier. Los terroristas se identificaron como miembros de la rama de Al-Qaeda en el Yemen. Dos días después del ataque, Amedy Coulibaly, que juró lealtad al ISIS, tomó un supermercado Kosher (de productos judíos) en París, armado con un rifle de asalto y dos pistolas. La toma de rehenes terminó con la muerte de cuatro judíos antes de que Coulabaly fuera abatido por la policía francesa. 11 meses después París volvió a vivir una noche de terror a manos del ISIS. Seis ataques simultáneos dejaron un total de 120 muertos y 368 heridos. El ataque se inició con la inmolación de tres terroristas en las afueras del Estadio de Francia, donde se estaba disputando un encuentro entre la selección francesa y la alemana. 82 personas murieron durante un concierto en la “Sala Bataclan”, mientras que los otros ataques tuvieron lugar en el restaurante “Le Petit Cambodge“, el local “Belle Équipe “ y el bar “Le Carrillon”.

En el último ataque que ha sufrido el país galo, un sacerdote de 84 años fue degollado y otro hombre gravemente herido en una iglesia de una pequeña localidad de Normandía. Los terroristas que degollaron al párroco, que proclamaron ser miembros del ISIS, fueron abatidos por la policía.

USO DE VEHÍCULOS COMO ARMA TERRORISTA

Ante esta tesitura, Francia debe prepararse para afrontar las nuevas formas de terrorismo, no tan convencionales en Europa pero igualmente peligrosas. Conforme van evolucionado las técnicas anti-terroristas, los yihaddistas innovan en sus tácticas para infligir el mayor daño posible y las grandes acumulaciones de gente se convierten en una prioridad para lograrlo. Como ha probado la historia, la violencia se reinventa, pero difícilmente desaparece. De hecho, el arrollamiento de personas es un método relativamente nuevo en el continente europeo pero es una práctica habitual en países como Israel, donde han sufrido una gran cantidad de atentados de este tipo llevados a cabo mediante coches o excavadoras, estampando los vehículos contra paradas de autobús, de tranvía o en grandes acumulaciones de gente.

Tanto es así que el gobierno de Israel llegó a instalar bloques de hormigón en las paradas de autobuses para evitar las embestidas de los vehículos. El 22 de septiembre de 2008, un conductor palestino arrolló a una multitud de soldados israelíes fuera de servicio en Jerusalén, hiriendo a 19 de ellos. Dos meses antes del ataque, un árabe residente en Jerusalén Este mató a tres personas e hirió a treinta personas más al arrollar con una excavadora a una serie de coches y autobuses que se encontró en su descontrolado camino. El terrorista fue abatido minutos después por un soldado fuera de servicio.

Vídeo del momento en que el terrorista fue abatido

Stratfor, un think-tank americano describió el ataque como una nueva e innovadora táctica que usaba los vehículos como arma. Según los analistas, “aunque no es tan mortífero como otro tipo de ataques terroristas, el arrollamiento mediante vehículos es más difícil de prevenir que los ataques suicidas convencionales”.

Más recientemente, en 2015 y también en Jerusalén, las cámaras lograron captar el momento en que un coche arrolló a israelíes que esperaban el autobús en un barrio ultra-ortodoxo. Después del multitudinario atropello, el terrorista la emprendió a machetazos contra los heridos.

Vídeo del ataque en el barrio ultra-ortodoxo

En el año 2009 la ciudad de Apeldoorn (Holanda) también vivió un atentado de este tipo coincidiendo con el “Día de la Reina”. Karst Roeland, un holandés de 38 años embistió su coche ante una multitud congregada para ver a la familia real holandesa, matando a 8 personas e hiriendo a otras diez. El ataque fue retransmitido en directo por la televisión holandesa.

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Momento del atropello multitudinario en el Día de la Reina

¿POR QUÉ FRANCIA?

El ISIS tomó la decisión de atacar a Francia poco después del inicio de los ataques de la coalición liderada por Estados Unidos, de la que también es partícipe el país galo. En septiembre de 2014, el principal portavoz del Estado Islámico, Abu Mohammad al-Adnani, hizo una referencia especial a los ciudadanos franceses, australianos o canadienses, a quien sus seguidores debían atacar, citando como métodos para llevar a cabo los ataques “romperles la cabeza con rocas, masacrarlos con un cuchillo, atropellarlos, tirarlos de un sitio elevado o envenenarlos”, según publicó el británico Independent.

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Abu Mohammed al-Adnani, portavoz del ISIS

Francia también abordó hace años con un intenso debate la cuestión del burka, que culminó en 2011 con una ley que prohibía “el uso del velo integral en la vía pública por respeto a la mujer y para garantizar su identidad”. El auge de partidos de extrema derecha como Frente Nacional de Marine Le Pen así como el hecho que se sospecha que hay más de 600 ciudadanos franceses en Siria e Iraq, de los cuales 400 son combatientes con posibilidad de retornar al país, hacen más vulnerable a Francia ante este tipo de amenazas.

Por otra parte, muchos de los jóvenes radicalizados en Francia por el yihaddismo tenían perfiles relativamente similares. Sus edades oscilaban entre los 18 y los 38 años, con antecedentes por delitos menores y procedentes de estratos sociales muy bajos. Y es que en Francia, la brecha social es un caldo de cultivo de los extremismos y el Estado Islámico se nutre de estos jóvenes para adoctrinarlos con facilidad. Muchos de ellos, inmigrantes de segunda y tercera generación, han crecido en suburbios, aislados de las zonas más ricas y éste hecho ha dificultado su integración en la sociedad francesa. En estos barrios, el sistema asimilador laico e igualitario francés, basado en convertir al inmigrante en un francés más, mediante la adopción de la cultura francesa y la renuncia a la cultura de origen, no ha impedido la creación de guetos, tal y como ha sucedido en muchos otros países.

Francia, ante el desafío terrorista