"Si se pueden continuar las reformas pendientes y se pueden aprobar unos presupuestos coherentes con esas reformas, a España le conviene agotar la legislatura"El expresidente del Gobierno Felipe González ha afirmado que él aconsejaría al vicepresidente y candidato socialista a la Moncloa, Alfredo Pérez Rubalcaba, que deje "ya" el Ejecutivo para dedicarse a la candidatura.
Durante el coloquio de un desayuno informativo, González ha señalado además que a España "le conviene" que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero agote la legislatura, siempre que sea aprobando las reformas pendientes y unos Presupuestos Generales del Estado "coherentes con esas reformas", aunque ha admitido que al PSOE no le conviene.
A su juicio, si fuera por interés meramente partidista, al PSOE tal vez le habría convenido convocar elecciones cuando tuvo que aprobar el paquete de ajuste drástico, en mayo de 2010. No obstante, ha advertido de que si hubiera sido así las reformas estarían mucho más retrasadas.
Incluso, ha avisado que si hubiese elecciones en octubre o noviembre con un cambio de Gobierno, las reformas se retrasarían, pero por una razón "pequeña", porque el nuevo Ejecutivo esperaría a que se celebren las elecciones andaluzas.
"Con convicción, si se pueden continuar las reformas pendientes y se pueden aprobar unos presupuestos coherentes con esas reformas, a España le conviene agotar la legislatura, y al PSOE no", ha declarado rotundo González.
A su juicio, el conjunto del país necesita "que se complete el proceso de reformas" y es una "banalidad" insistir en el adelanto electoral, sobre todo porque en España no hay una "mínima esperanza" de que haya una "alternativa clarísima" de Gobierno que vaya a crear "euforia" para salir de la crisis.
Zapatero podría haber convocado elecciones hace un año
Ahora bien, ha dejado claro que una cosa es España y otra los intereses electorales del PSOE, que "puede y debe tener dudas" de que agotar la legislatura "le convenga". A su juicio, si hubiera sido por mero interés electoral, Zapatero podría haber dicho hace un año: "si tenemos que hacer un ajuste, que decidan los ciudadanos quién lo hace".
González ha insistido en que la necesidad de las reformas no es algo "ideológico" y ha lamentado que los líderes políticos españoles no sientan la "sensación de emergencia" sobre la crisis que él tiene desde finales de 2007 o principios de 2008.
Si la tuvieran, ha defendido, habrían llegado a pactos de Estado para salir de la crisis, porque la situación actual, aunque a su juicio es "radicalmente diferente" a la que llevó a los Pactos de la Moncloa al principio de la democracia, sí "justificaría" unos acuerdos similares porque se trata de un verdadero "cambio de paradigma".
González ha llamado a "flagelarse lo justo" porque, históricamente, España está en su mejor momento, pero ha dicho que le "desespera" que no haya acuerdos en el Parlamento. A su juicio, al PP no le entrará la sensación de "emergencia" hasta que no esté en la Moncloa y es posible que el PSOE deje de tenerla si pierde el Gobierno.
El exmandatario ha insistido en su reclamación de que se supriman las diputaciones -ya que los servicios que prestan pueden asumirlos las delegaciones de Gobierno- y se fusionen ayuntamientos. Según González, reabsorbiendo a los funcionarios y reorganizando servicios en tres niveles (Gobierno central, autonómicos y ayuntamientos), además del europeo, se lograría un ahorro de casi un punto del PIB.
"Hay que acabar con la fiesta"
"No podemos soportar 8.300 municipios, y en algunos de 700 habitantes, polideportivos como si tuvieran 10.000. Y como no vamos a poder hay que acabar con la fiesta y decir a los ciudadanos 'lo que tenemos que hacer es esto', y seguro que lo van a entender", ha manifestado.
En este sentido, González ha dejado claro que él está a favor de la descentralización, pero no de la "centrifugación". "El problema no es cuanta descentralización se hace sino cuánta centrifugación se evita. Descentralizar es bueno, centrifugar es un desastre", ha advertido.
A su juicio, lo que no se puede es romper la "unidad" de España -no una unidad "sagrada", sino la unidad de "espacio público"- en el mercado y en la igualdad a la hora de prestar servicios. "Hay que descentralizar y coordinar aunque hay gente que se resiste a ser coordinada", ha añadido.
