jueves. 28.03.2024

Después del avance del PP en las elecciones municipales han arreciado las propuestas desde distintos ámbitos para provocar un adelanto de la convocatoria de las elecciones generales, proponiendo se celebre en Septiembre u Octubre de este año.

Incluso algún dirigente socialista, bastante noqueado con sus propios resultados, insiste que es mejor para beneficio del PSOE, convocarlas cuanto antes.

En mi opinión, garantizar el cumplimiento de los plazos y calendarios democráticamente aprobados, es un principio que sólo debe saltarse en caso de ingobernabilidad de una nación.

Las motivaciones que se apoyan en la oportunidad o conveniencia de un partido, sea del gobierno o de la oposición, para sacar mejor o peor resultado, no son éticos y en consecuencia son inadmisibles.

Al igual que no es admisible que un gobernante se aferre al poder e impida la celebración de elecciones cuando legalmente corresponde (casos ha habido), tampoco es positivo para un país adelantarlas siempre y cuando exista una mayoría parlamentaria que permita gobernar.

El respeto a la democracia, al Congreso de los Diputados y el Senado donde actualmente reside la soberanía popular, es lo que me lleva a exigir el mantenimiento de los mismos hasta que corresponda su renovación en las fechas legalmente establecidas.

Cada cuatro años. Puede reclamarse que se hagan cada dos, que los cargos sean revocables, que se cambie la ley electoral y se puede exigir lo que se considere oportuno, pero mientras los diputados y senadores sigan en sus puestos, hay que respetar sus decisiones y el libre funcionamiento de mayorías y minorías.

Y hoy por hoy el Partido Popular sigue siendo minoría en el Parlamente de la Nación y probablemente lo seguirá siendo en la próxima elección.

En la actualidad la realidad demuestra que el PSOE, tiene acuerdos con partidos como Coalición Canaria, Unión del Pueblo Navarro, Bloque Nacionalista Gallego, Convergencia i Unió y Partido Nacionalista Vasco con los que se va garantizando una mayoría parlamentaria para aprobar las leyes que se están planteando (reforma laboral, pensiones, techo del gasto, etc.) y sacar adelante los presupuestos de 2012.

Si por el PP fuera las elecciones generales se hubieran vuelto a repetir al mes siguiente de las dos últimas victorias de José Luis Rodríguez Zapatero y de las que obtuvo Felipe González.

El Gobierno actual tiene el derecho, la obligación y el compromiso con sus votantes de llevar a cabo las políticas económicas, sociales y fiscales que considere adecuadas para remontar la crisis económica, crear empleo y garantizar los compromisos de España con el exterior y con los organismos internacionales a los que voluntariamente el pueblo español se ha incorporado, como es la Unión Europea.

Formar parte de esos organismos, supone aceptar la cesión de soberanía pactado en cada caso y ayudar cuando corresponda a países como Grecia o Portugal que están en situación muy delicada, al igual que en otros momentos nos han ayudado a nosotros o nos tendrán que ayudar si las cosas siguen empeorando. ¿Alguien piensa que los bancos alemanes o franceses renegociarían la deuda de Grecia si no existiera la Unión Europea?

Es fácil criticar los recortes que exige la Unión Europea en el Pacto del Euro a los países más endeudados. Pero no he sido capaz de leer en los últimos meses por parte del Partido Popular o de los críticos a dicho Pacto, cuál sería la solución alternativa al mismo.

Gracias a la existencia de la UE y a la aprobación de un Fondo de Reserva los países más débiles no se han ido definitivamente a la bancarrota. ¿Pero es que no sabemos lo que significa realmente que un país se declare en suspensión de pagos? Significa sencillamente que quebrarían las entidades bancarias y empezarían a cerrarse las empresas productivas, aumentaría desorbitadamente el desempleo y nadie tendría garantizados ni sus ahorros ni sus puestos de trabajo.

Y volviendo al tema de las elecciones. ¿Acaso los procesos electorales de Grecia o Portugal han frenado los ataques especulativos contra el euro o contra la deuda de esos países? En absoluto. Las elecciones no son la solución sino un agravante que todavía añade más incertidumbre a nuestra situación. La derecha griega, al igual que la española, no apoya ninguna de las medidas que le exigen los socios europeos de su misma ideología y se limitan a repetir el karma de “elecciones anticipadas”.

Tampoco vale decir, como ha planteado recientemente algún dirigente sindical que “Para hacer esto, mejor que se convoquen inmediatamente elecciones y que venga cuanto antes el Partido Popular, y las medidas que haya que tomar que las tome la derecha”.

Seguro que ese dirigente no se ha parado a pensar bien qué medidas aplicaría el PP si llegase al Gobierno de España.

Con toda seguridad serán mucho más lesivas para los trabajadores y no respetarán como este gobierno ha respetado los derechos sociales y el dialogo con los sindicatos, impidiendo entre otras cosas la barbaridad exigida por la CEOE de acabar con los convenios colectivos una vez se termine su plazo de vigencia. Eso seguro que lo aprobará el PP.

Elecciones Generales. Cuando tocan. Marzo 2012