Cuatro hermanos, dos primos y un amigo. La propia educadora social de Ripoll dirá de ellos que eran “niños, como todos. Como mis hijos, eran niños de Ripoll. Como aquel que puedes ver jugar en la plaza, o el que carga una mochila enorme de libros, el que te saluda y te dejar pasar ante la cola del súper, el que se pone nervioso cuando le sonríe una chica”.
Los hermanos Abouyaaqoub
Younes Abouyaaqoub, de 22 años. “El Younes” nace en 1995 en la ciudad marroquí de Mrirt. Se traslada junto a su familia a Ripoll. Tras los atentados, fue descrito por sus amigos y allegados como “un tío de puta madre”, de excelentes notas, estudiante ejemplar, ajeno a los líos, de actitud tranquila, tímido, callado y muy educado; eso sí, “incapaz de liderar nada”. Houssaine Abouyaaqoub, de 19 años, el hermano menor de Younes, aficionado a la escalada y musulmán moderado. “El Houssa” trabajaba en un Kebab de Ripoll. Tanto Younes como Houssaine pasaban horas en la cancha de fútbol sala. Tal y como dirá un conocido suyo, “sólo se quitaban la ropa de deporte para ir a currar o para ponerse la túnica, en el Ramadán y en sus celebraciones".
No obstante, ambos se separaron de su grupo habitual de amigos, limitándose únicamente a saludarlos: "Ha sido rápido, inesperado. Desde la primavera no actuaban como siempre, no venían a darle a la bola". Parecer ser que la radicalización de Houssaine fue más tardía; cuenta un compañero de estudios que, “de repente, un día me dijo que se había borrado la música del móvil. Era raro, porque la música era su vida. Si ibas de excursión, te decía que a determinada hora había que parar a rezar. Pero no le dimos importancia".
Younes Abouyaaqoub
Los hermanos Hichamy
Mohamed y Omar Hichamy, de 24 y 21 años. Un amigo de ambos declara ante la prensa que, durante las pachangas de fútbol, “Omar le pegaba collejas y le decía: ¡Eh, tú, moro radical de mierda!, pero de coña. Él se reía.” Mohamed trabajaba en Conforsa y ganaba más de 2.000 euros. Descrito como un trabajador disciplinado y educado, de él dicen que “rezaba mucho, pero cuando le hablabas de religión se enfadaba.” De Mohamed y Omar dirán que eran buenos estudiantes, y que “no levantaban nunca la voz”. El “Houssa”, el hermano menor de Younes, y Omar eran íntimos amigos, aunque el grupo se quedaba en la mezquita después del rezo; “todos estaban obsesionados con rezar.” Esta obsesión se manifestaría, según un amigo, en que “estabas tranquilamente en la terraza y te decía el Houssa: Me voy, que son menos diez y tengo rezo. Si yendo a Barcelona les pillaba de camino la hora de rezar, paraban el coche en el arcén y lo hacían en la cuneta”. Omar era aficionado a las motos, y es descrito como una persona "correcta, educada, trabajadora" y "aparentemente integrada”. Trabajó de enero a marzo de 2017 en una empresa dedicada a la construcción de infraestructuras y maquinaria para la industria agrícola en Vic.
Los hermanos Oukabir
Moussa y Driss Oukabir (en la imagen), de 17 y de 28 años. Driss se crió en Ripoll. Amante del fútbol y del Real Madrid, vivía con su novia. Fue detenido por malos tratos en junio de 2017. De él, dirán que acudía de vez en cuando a la mezquita, pero que no era “persona visiblemente religiosa". Una vecina señala que "era muy buen muchacho". Otros aseguran que bebía, fumaba, y que se dedicaba al menudeo de hachís. Su hermana declaró ante la prensa que a Moussa le habían “comido la cabeza”, y que “era un chico supercorrecto que terminó secundaria, estaba estudiando secretariado y hablaba de su futuro. Yo creo que la culpa la tiene el imán”. Otro familiar declara que "Moussa era amable, siempre sonreía, no fumaba, no bebía", que “le gustaba jugar al fútbol, divertirse, ligar con chicas. Él solía viajar aquí una vez al año, se suponía que iba a venir el 15 de agosto”. Según este mismo primo, "en los últimos meses, comenzó a interesarse por la religión, y asistió a una mezquita en Ripoll, donde le pudieron haber lavado el cerebro".
Según parece, Moussa se peleaba a menudo con Driss, pues este último “se drogaba e iba con chicas. Por eso no le soportaba.” Driss declaró ante el juez Andreu que su hermana le contó que Moussa “había tirado toda la ropa que tenía, había cambiado su forma de vestir y de peinarse”, llegando incluso a recriminarle “que saliese de fiesta y que fumase”, instándole a “centrarse en el rezo y en Dios”. Según el propio Driss, Moussa “dejó de ir con sus amigos de siempre” para juntarse con los jóvenes que formaron la célula de Ripoll.
Los hermanos Aalla
Said y Youseff Aalla, de 18 y 22 años. Tras los atentados, su padre insistió en que no había notado nada extraño en el comportamiento de Said o Yousseff en los últimos meses, y que apenas tenían relación con el imán, de quien no sospechaban nada. De Said dirán que “parecía que nunca hubiera roto un plato”. En su perfil de Facebook, Said tenía de fondo una imagen de unas metralletas forradas en piel. Interactuaba a través de la misma plataforma con Moussa Oukabir y Omar Hychami, los cuales también seguían a algunos grupos de enseñanzas sobre el Islam, como "Allah es lo más grande en la vida de los musulmanes" o "El Corán es mi guía".
Mohamed Houli
Mohamed Houli, de 21 años y natural de Melilla, comparte con el resto del grupo su afición por el fútbol sala. De “El Houli”, dirán sus allegados que era el “blanquito y que rapeaba, o hacía como que rapeaba”; también que “era uno de los más religiosos. De tanto rezar, se le quedaba a veces la frente colorada.” Será detenido tras la explosión de Alcanar.