Sólo un 4,1% de los trabajadores asalariados percibe una remuneración en función del volumen de producción o venta, mientras que un 6,7% lo hace según el número de horas que desempeña durante su labor profesional, según los últimos datos disponibles correspondientes a 2009 de la Encuesta de Calidad de Vida en el Trabajo (ECVT), elaborada por el Ministerio de Trabajo e Inmigración.
Según la ECVT, sólo un 1,9% de los trabajadores por cuenta ajena tiene fijado su salario según las horas trabajadas y el volumen de producción. En pleno debate sobre la propuesta de la canciller alemana ,Angela Merkel, de vincular los sueldos exclusivamente a la productividad, la mayoría de los asalariados (87,2%) percibe un salario fijo por su trabajo, porcentaje que se eleva al 93,5% de los funcionarios.
Mientras, el 47,5% de los autónomos sin asalariados vincula sus sueldos al volumen de producción y sólo el 23,8% tiene un salario invariable. Por su parte, el 53,5% de los trabajadores en negocio familiar o cooperativas percibe una remuneración fija, en tanto que el 23,5% establece su salario en función de la producción, y un 10,9% combina esta variable con el número de horas trabajadas.
Precisamente, los sindicatos y empresarios apuran las conversaciones para reformar la negociación colectiva y poder llegar, tal y como expresó el ministro de Trabajo e Inmigración, Valeriano Gómez, a presentar un principio de acuerdo antes de que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, viaje a la cumbre europea del próximo jueves, donde se prevé que los líderes europeos aprueben definitivamente el conocido como Pacto por el Euro.
En este sentido, los sindicatos niegan que en los contactos bilaterales para culminar esta reforma se haya puesto encima de la mesa vincular salarios a productividad, si bien se muestran a favor de que los salarios aparezcan en la redacción final de la reforma para reivindicar el actual modelo, que los vincula al IPC, al reparto negociado de la productividad y a las cláusulas de garantía.
Pero vincular salarios a la producción depende de la ocupación de cada empleado. Así, los trabajadores cualificados en agricultura y pesca y los dedicados a la dirección de empresas y de la Administración Pública se erigen como aquellos que más vinculan su sueldo a la producción, con un 42,9% y un 39,5%, respectivamente.
Un 37,7% de los primeros cuenta con un salario ajeno a variables, mientras en que los segundos, el porcentaje asciende al 37,7%. En el lado opuesto, la mayoría de los empleados administrativos perciben su remuneración de forma fija (88,6%), y sólo un 6,3% tiene un salario en función del volumen de producción. Les siguen los técnicos y profesionales científicos e intelectuales (84,8% con salario fijo y 7,8% en función de producción).
En esta línea, sólo el 39,4% de los trabajadores pertenecientes al sector de la agricultura, ganadería, silvicultura y pesca cuenta con un sueldo fijo, casi el mismo porcentaje (37,5%) que tiene fijado su salario en función del volumen de producción.
85% DE LOS TRABAJADORES DE LA INDUSTRIA, CON SALARIO FIJO
Por su parte, el 95% de empleados del sector de la educación y de la administración pública, en su mayoría funcionarios, tiene un salario fijo, mientras que sólo un 1,1% y un 0,7%, respectivamente, percibe una remuneración que tenga en consideración su producción. Al igual, el 84,8% de los trabajadores ocupados en la industria no cuenta con un sueldo variable, y sólo el 8,1% sí vincula su sueldo a la producción y el 4,4% lo hace al número de horas trabajadas.
Llama la atención que los trabajadores mayores de 55 años se caracterizan por ser el colectivo que más vincula su sueldo a la producción, un 16,6% del total, mientras que un 71,9% percibe una remuneración fija. El 7,2% recibe su salario en función del número de horas trabajadas y un 4,3% lo hace combinando este factor y el volumen de producción.
REMUNERACIÓN FIJA EN LA MAYORÍA DE LOS JÓVENES
Mientras, el 79,4% los empleados jóvenes de entre los 25 y 29 años tiene un salario fijo, y sólo un 7,7% percibe un salario variable en función de la producción, que se rebaja al 4% si se tienen en cuenta además la horas trabajadas. En torno a la conveniencia de vincular los salarios a la productividad, los líderes sindicales han advertido en varias ocasiones que incluso este sistema puede perjudicar más a los empresarios, que se podrían ver obligados a compartir sus beneficios.
Al respecto, la ECVT recoge que la mayoría de los asalariados (85,1%) no recibió ninguna participación en los beneficios de la empresa para la que trabaja, en contraste con el 32,4% de los empresarios o profesionales con asalariados que sí que se beneficiaron de los buenos resultados empresariales. En el caso de los trabajadores en negocio familiar el porcentaje se elevó al 51,9%.
Por actividades, los empleados de los sectores de información y comunicaciones, de actividades financieras y de seguros fueron quienes más se les hizo copartícipes de los beneficios empresariales. Por su parte, el 20,7% de los trabajadores de transportes y el 21,5% de los dedicados a la hostelería percibieron alguna participación.
