jueves. 28.03.2024
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Un año más, el nuevo Plan de Control Tributario de nuevo tiene más bien poco

Continuista y poco ambicioso, el Plan de Control Tributario 2018 presentado esta semana es más de lo mismo, ya que no refleja casi ninguna novedad. Pese a que desde Hacienda hayan revelado que los informes “país por país” sobre la actividad de las grandes multinacionales, el Suministro Inmediato de Información (SII) de las facturas emitidas y recibidas y los datos de cuentas financieras procedentes de decenas de jurisdicciones a través del proyecto CRS de la OCDE serán este año las principales armas en la lucha contra el fraude, y aunque la lupa de la Agencia Tributaria (AEAT) ahora se estrechará sobre los bitcoins y las nuevas formas de pago electrónico, no podemos esperar grandes resultados. Para ser más exactos, no convence.

¿Por qué? Porque los rastreos de los modelos de negocio online se realizarán a costa de sacrificar otros. Pues bien, un año más, el nuevo Plan de Control Tributario de nuevo tiene más bien poco. No contempla ninguna mejora de los recursos económicos, ni refuerzo alguno de la plantilla destinada a combatir el fraude. De hecho, en 2018, por la necesidad de prorrogar los presupuestos por la falta de acuerdos políticos, la AEAT continuará teniendo 2.000 empleados menos que hace una década. Y sin más medios para luchar y perseguir a los defraudadores, estos seguirán escapando de los controles del fisco.

España tiene hoy en día un déficit de 26.718 efectivos para luchar contra la economía sumergida

En 2009 la plantilla de la AEAT comenzó a menguar debido a las políticas de austeridad en materia de empleo público puestas en marcha durante la crisis. Por este motivo, al margen de que la edad media de la AEAT supere los 50 años, España tiene hoy en día un déficit de 26.718 efectivos para luchar contra la economía sumergida con respecto al resto de Europa. Así, en nuestro país sólo hay un funcionario por cada 1.928 contribuyentes, mientras que en Francia, por ejemplo, hay uno para menos de la mitad de ciudadanos.

Pero las deficiencias de la plantilla de la AEAT no sólo están relacionadas con la falta de efectivos, sino que tanto su estructura como la asignación de competencias a sus miembros torpedean los planes de Hacienda para combatir el fraude con garantías, como demuestra el hecho de que las denuncias por delito fiscal cayeran un 33,7% en 2016, cuando los casos de fraude no dejan de incrementarse, o de que durante ese mismo ejercicio el 84% de la evasión fiscal no fuera detectada.

En este sentido, la economía sumergida en España asciende hoy en día hasta una cantidad equivalente al 25%, aproximadamente, del PIB. Es decir, más de 250.000 millones de euros circulan a espaldas del fisco. No obstante, si se pusiera en marcha un plan realista y eficiente de lucha contra el fraude fiscal a medio plazo podrían recaudarse hasta 40.000 millones de euros. Para ello, habría que reorganizar las actuales funciones de la plantilla y poner la lupa sobre los grandes evasores. Y es que el 80% de los efectivos actuales de la AEAT investiga a autónomos, pymes y trabajadores por cuenta ajena, cuando más del 70% del fraude puede atribuirse a grandes empresas y fortunas.

En resumidas cuentas, más allá de la necesidad de incrementar los recursos empleados para luchar contra el fraude, el Plan de Control Tributario no será lo suficientemente ambicioso hasta que se reorganice el Ministerio de Hacienda, donde las estructuras deberían ser más horizontales para evitar que el poder de decisión se concentre en tan pocas manos. Poner un cerco a los defraudadores no es tan complicado. Pero claro, hace falta voluntad política. Y de eso ya, si acaso, hablaremos otro día.

CARLOCRUZADO

Contesta Carlos Cruzado

Presidente de los

Técnicos del Ministerio de Hacienda

(GESTHA)

¿Por qué el nuevo Plan de Control Tributario no convence?