nuevatribuna.es
16 de marzo de 2010, 12:16
NUEVATRIBUNA.ES- 16.03.2010
Como fruta madura, ya nadie confía en ver caer a Díaz Ferrán. Esta aparente contradicción se explica con facilidad. Circulan rumores procedentes de la patronal que sitúan al Gobierno como el primer interesado en mantener a Díaz Ferrán en lo más alto de la cúpula empresarial. Según estas teorías, la debilidad del ‘multiquebrado’ patrón de patrones favorece sobre todo a Zapatero, que prefiere mantenerlo –ahogado pero no muerto- para llevar a cabo sus pérfidos y socialistas planes sobre la normativa laboral.
Primero el IVA y ahora esto. Es el colmo. Así, mientras los socialistas rezan para que sigan llegando -por tierra, mar y aire- las quiebras de Díaz Ferrán –pero sin arribar nunca al big bang-, los empresarios también parecen contentos con la gestión de Díaz Ferrán. Al menos su cuñado, Arturo Fernández (CEIM), quien hoy, prietas las filas, defendió que incluso después de la disolución de Seguros Mercurio, Díaz Ferrán sigue siendo el presidente más “idóneo” para la patronal.
También en la orilla sindical continúa el disimulo y tanto Méndez como Toxo apostaron hoy por que la disolución de la aseguradora “no interfiera” en la mesa del Diálogo Social. Méndez (UGT) consideró que es la patronal la que debe hacer "balance" sobre cómo ha evolucionado la CEOE con Díaz Ferrán como representante. Pues eso.
Aunque también crecen los recelos. Por ejemplo, los de Toxo (CCOO), quien hoy recordó a la patronal el contrato para los jóvenes en régimen de semiesclavitud que CEOE dejó caer hace unas semanas, en falsa imitación a un modelo francés. (“Para que los chavales no anden por la calle”, llegaron a decir). El líder de Comisiones explicó que "cuando las cosas no se plantean en la mesa de negociaciones pueden generar alarma". Tan fuera de la mesa de negociación -pareció advertir el gallego- como el propio Díaz Ferrán se quedó, tras verse envuelto hace unas semanas en el penúltimo escándalo relacionado con sus negocios (Air Comet) y decidió no acudir a la reunión de la mesa del Diálogo Social, enviando en su lugar representación. Pues eso.
Como fruta madura, ya nadie confía en ver caer a Díaz Ferrán. Esta aparente contradicción se explica con facilidad. Circulan rumores procedentes de la patronal que sitúan al Gobierno como el primer interesado en mantener a Díaz Ferrán en lo más alto de la cúpula empresarial. Según estas teorías, la debilidad del ‘multiquebrado’ patrón de patrones favorece sobre todo a Zapatero, que prefiere mantenerlo –ahogado pero no muerto- para llevar a cabo sus pérfidos y socialistas planes sobre la normativa laboral.
Primero el IVA y ahora esto. Es el colmo. Así, mientras los socialistas rezan para que sigan llegando -por tierra, mar y aire- las quiebras de Díaz Ferrán –pero sin arribar nunca al big bang-, los empresarios también parecen contentos con la gestión de Díaz Ferrán. Al menos su cuñado, Arturo Fernández (CEIM), quien hoy, prietas las filas, defendió que incluso después de la disolución de Seguros Mercurio, Díaz Ferrán sigue siendo el presidente más “idóneo” para la patronal.
También en la orilla sindical continúa el disimulo y tanto Méndez como Toxo apostaron hoy por que la disolución de la aseguradora “no interfiera” en la mesa del Diálogo Social. Méndez (UGT) consideró que es la patronal la que debe hacer "balance" sobre cómo ha evolucionado la CEOE con Díaz Ferrán como representante. Pues eso.
Aunque también crecen los recelos. Por ejemplo, los de Toxo (CCOO), quien hoy recordó a la patronal el contrato para los jóvenes en régimen de semiesclavitud que CEOE dejó caer hace unas semanas, en falsa imitación a un modelo francés. (“Para que los chavales no anden por la calle”, llegaron a decir). El líder de Comisiones explicó que "cuando las cosas no se plantean en la mesa de negociaciones pueden generar alarma". Tan fuera de la mesa de negociación -pareció advertir el gallego- como el propio Díaz Ferrán se quedó, tras verse envuelto hace unas semanas en el penúltimo escándalo relacionado con sus negocios (Air Comet) y decidió no acudir a la reunión de la mesa del Diálogo Social, enviando en su lugar representación. Pues eso.
