nuevatribuna.es
7 de octubre de 2009, 6:35
NUEVATRIBUNA.ES / AGENCIAS - 6.10.2009
El gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, insiste en que hay que acometer "con prontitud reformas de las instituciones laborales" que acerquen la tasa de paro española "a la del resto de países más desarrollados" y que pasen por innovar en las modalidades de contratación, con el fin de "facilitar al máximo" la creación de puestos de trabajo y reducir la "acusada segmentación" del mercado laboral español.
Su diagnóstico es que "viabilidad" de cualquier estrategia presupuestaria para superar la crisis depende de un "cambio rápido y profundo" en las tendencias de destrucción de empleo y cambios en el mercado laboral, que sufre la "persistencia de serias ineficiencias". Y ha asegurado que "sin una reducción significativa del desempleo, será muy difícil revertir la trayectoria del gasto público y asegurar una recuperación sostenida de la capacidad recaudatoria de la Hacienda Pública". La elevada tasa de temporalidad del empleo, en su opinión, tiene "consecuencias altamente negativas" para la "eficiencia y equidad de la economía".
El gobernador ha señalado directamente los dos factores que según él impiden el cambio de tendencia en el mercado laboral: que los costes laborales "crezcan a tasas todavía elevadas" y que en el segundo trimestre de 2009 los salarios hayan aumentado un 4,6%, mientras el empleo caía a un ritmo superior al 7% y la inflación era negativa. "Esto vuelve a revelar, una vez más, la persistencia de serias ineficiencias en el comportamiento del mercado laboral", ha sentenciado y ha apuntado que los contratos temporales han sido los más perjudicados por la tendencia de destrucción de empleo que se inició en la segunda mitad de 2008, primero en la construcción para extenderse luego a la industria y a los servicios de mercado.
FLEXIBILIDAD DE LA NEGOCIACIÓN COLECTIVA
Fernández Ordóñez se ha referido también a la reforma de la negociación colectiva para permitir que los salarios se adecuen a la situación de las empresas, pero también para dotarlas de la "necesaria flexibilidad" que les permita aumentar la productividad y los salarios "allí donde sea posible". Todo ello, a su juicio, servirá para "suavizar" el impacto de la crisis sobre el empleo, reasignar los "trabajadores excedentes" hacia sectores más productivos y aumentar la tasa de crecimiento potencial de la economía española.
Asimismo, ha mencionado otras reformas "que recomiendan los analistas", como la reorientación de las políticas de apoyo a los desempleados para dotar de un mayor peso a las de carácter activo como la formación o la mejora de la capacidad de intermediación de los servicios públicos de empleo.
El gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, insiste en que hay que acometer "con prontitud reformas de las instituciones laborales" que acerquen la tasa de paro española "a la del resto de países más desarrollados" y que pasen por innovar en las modalidades de contratación, con el fin de "facilitar al máximo" la creación de puestos de trabajo y reducir la "acusada segmentación" del mercado laboral español.
Su diagnóstico es que "viabilidad" de cualquier estrategia presupuestaria para superar la crisis depende de un "cambio rápido y profundo" en las tendencias de destrucción de empleo y cambios en el mercado laboral, que sufre la "persistencia de serias ineficiencias". Y ha asegurado que "sin una reducción significativa del desempleo, será muy difícil revertir la trayectoria del gasto público y asegurar una recuperación sostenida de la capacidad recaudatoria de la Hacienda Pública". La elevada tasa de temporalidad del empleo, en su opinión, tiene "consecuencias altamente negativas" para la "eficiencia y equidad de la economía".
El gobernador ha señalado directamente los dos factores que según él impiden el cambio de tendencia en el mercado laboral: que los costes laborales "crezcan a tasas todavía elevadas" y que en el segundo trimestre de 2009 los salarios hayan aumentado un 4,6%, mientras el empleo caía a un ritmo superior al 7% y la inflación era negativa. "Esto vuelve a revelar, una vez más, la persistencia de serias ineficiencias en el comportamiento del mercado laboral", ha sentenciado y ha apuntado que los contratos temporales han sido los más perjudicados por la tendencia de destrucción de empleo que se inició en la segunda mitad de 2008, primero en la construcción para extenderse luego a la industria y a los servicios de mercado.
FLEXIBILIDAD DE LA NEGOCIACIÓN COLECTIVA
Fernández Ordóñez se ha referido también a la reforma de la negociación colectiva para permitir que los salarios se adecuen a la situación de las empresas, pero también para dotarlas de la "necesaria flexibilidad" que les permita aumentar la productividad y los salarios "allí donde sea posible". Todo ello, a su juicio, servirá para "suavizar" el impacto de la crisis sobre el empleo, reasignar los "trabajadores excedentes" hacia sectores más productivos y aumentar la tasa de crecimiento potencial de la economía española.
Asimismo, ha mencionado otras reformas "que recomiendan los analistas", como la reorientación de las políticas de apoyo a los desempleados para dotar de un mayor peso a las de carácter activo como la formación o la mejora de la capacidad de intermediación de los servicios públicos de empleo.
