jueves. 25.04.2024
NUEVATRIBUNA.ES 09.06.2009

Después de meses de estancamiento para la renovación de los órganos de la entidad financiera, Esperanza Aguirre ha movido ficha. La presidenta de la Comunidad de Madrid ha firmado un acuerdo con Izquierda Unida para pactar el nombre de la persona que sustituirá a Miguel Blesa al frente de la entidad financiera. Al acuerdo se ha adherido Comfia (la rama de banca de Comisiones Obreras) y la Unión Independiente de Impositores y Consumidores, pero al margen han quedado el PSOE, UGT y la propia CCOO a nivel confederal, cuyas fuentes consultadas por este periódico se oponen a un pacto que por “excluyente” provocará más “inestabilidad” a Caja Madrid.

La polémica viene de largo. El Gobierno regional aprobó a finales de año una nueva ley de cajas a la medida de la presidenta, una ley que en estos momentos se encuentra suspendida después de que el Ejecutivo de Rodríguez Zapatero presentara un recurso ante el Tribunal Constitucional. La situación obligó a Aguirre a preparar una nueva normativa que ahora se encuentra en trámite parlamentario en la Asamblea de Madrid.

Justo hace una semana, Izquierda Unida anunció una enmienda a la totalidad que debería ser debatida este miércoles pero que finalmente ha sido retirada por la formación de izquierdas virtud a este acuerdo con el PP. Lo que parecía que podía conducir a un acercamiento entre PP-PSM se ha desvanecido como un castillo de naipes. Los socialistas manifestaron su conformidad con el nuevo texto legal al entender que corrige los puntos de inconstitucionalidad recurridos por el Gobierno central y eran propensos a un acuerdo que diera estabilidad a la caja. El anuncio de esta nueva ‘pinza’ IU-PP desanda el poco camino recorrido. En declaraciones a los medios, la portavoz del PSOE en el Parlamento regional, Maru Menéndez, tachó de “irresponsabilidad” la actitud de Aguirre y aseguró que su único objetivo es “poner Caja Madrid a su servicio”. Fuentes de este partido van más allá al calificar como “acuerdo de carguillos” el pacto con IU.

El PSM fue en su momento muy criticado por mantenerse fuera de la polémica. Su líder, Tomás Gómez siempre ha defendido la estabilidad de la caja al margen del feroz enfrentamiento entre la lideresa y Alberto Ruiz-Gallardón, principal valedor de Blesa. Los socialistas se abstuvieron a la hora de votar la controvertida ley y se les acusó de posicionarse a favor de Aguirre en contra del alcalde Madrid. “Las ambiciones de Esperanza Aguirre pasan por controlar la caja frente a Gallardón”, ha dicho Menéndez que niega algún tipo de contacto ni acuerdo con el PP en relación a la nueva Ley de Cajas y anuncia la presentación este mismo miércoles de tres enmiendas parciales a la misma.

Fuentes sindicales consultadas por nuevatribuna.es aseguran que ni CCOO confederal ni UGT han firmado ese documento y se muestran partidarios de un acuerdo “sin exclusión y sin condiciones previas”. En este sentido subrayan que el presidente “lo debe nombrar el Consejo de Administración sin que ningún partido político pueda “arrogarse la exclusividad en la propuesta del nombramiento”. Desde Comisiones Obreras se echa todo el peso de la culpa a IU por inducir a la rama de banca de este sindicato a un acuerdo negociado por Gregorio Gordo, coordinador de IU en la Comunidad de Madrid y el diputado regional Miguel Reneses, principales interlocutores con el PP. Hay que recordar que una de las vicepresidencias de la Caja la ostenta José Antonio Moral Santín, a su vez dirigente de IU.

Por su parte, el PP nacional sigue guardando silencio. Fuentes cercanas a Mariano Rajoy rehúsan pronunciarse públicamente sobre la polémica pero en privado no muestran su malestar por lo que está haciendo Aguirre con una de las principales entidades financieras del país, más ahora en plena crisis económica y con el debate de la reestructuración del mapa financiero español encima de la mesa. Gallardón y Rajoy no han abordado el tema y el segundo parece conformarse con que las desavenencias entre el alcalde y la presidenta no se hagan públicas. El regidor de Madrid se mantiene hace tiempo al margen de cualquier asunto que no tenga que ver con su negociado y en particular con su gran proyecto, la candidatura olímpica de la capital. Tanto él como la lideresa parecen haber perdido el favor de Rajoy que sigue sin tomar partido en la batalla en Caja Madrid que, una lucha que, para muchos, compete resolver a él más que a nadie.

IU resucita la famosa "pinza" con Aguirre en Caja Madrid