sábado. 20.04.2024
NUEVATRIBUNA.ES / LUIS MARTÍNEZ - 03.09.2009

El fiasco de los 420 euros obligará a Elena Salgado a cambiar su agenda. Desde hoy, la Ministra de Economía comparecerá todos los jueves ante los medios de comunicación para explicar a los ciudadanos las medidas económicas que vaya adoptando el Gobierno. El ‘marrón’ le llega a Salgado después del desconcierto informativo provocado a cuenta de la aprobación de los ‘420 euros’, la ayuda a los parados sin protección, y del alud de críticas que motivó la medida hasta su posterior rectificación el miércoles.

Zapatero trasmitió hace dos días a Salgado la orden de que comparezca cada semana con la intención de canalizar la información económica procedente del Gobierno y ofrecer una imagen de mayor unidad. El mandato de Zapatero, transmitido durante la última reunión de vicepresidentes, dijo Salgado, intentará además corregir los efectos de los refulgentes "globos sonda" que el Ministro de Fomento, José Blanco, se dedicó a lanzar con fruición al cielo azul del verano a cuenta de asuntos tan poco banales como una posible subida impuestos.

Sin embargo, los ‘globos sonda’ de Blanco y sus reflexiones “personales” sobre distintos asuntos no han sido los causantes únicos del desbordamiento de la paciencia de Zapatero. Lo que ha colmado el vaso ha sido la sucesión de mensajes distintos, y algunos contradictorios, con motivo de la rectificado de la nueva ayuda de 420 euros a los parados de larga duración, un asunto donde ha sido clave la oposición de los sindicatos y también de los grupos de izquierda, más Convergencia i Unió y el PNV, sin que el PP haya dicho hasta el momento más que se dispone a actuar “con responsabilidad”.

En este asunto, Salgado dio el miércoles la impresión de encontrarse no ya en Bruselas, sino en Sebastopol o todavía más lejos, desconocedora por completo de la labor que ejercían sus compañeros del grupo socialista en el Congreso. Al tiempo que ella afirmaba a la entrada del Ecofin que aún quedaba trabajo para decidir los términos en que se aplicaría el decreto ley aprobado en agosto, el portavoz parlamentario, José Antonio Alonso, se disponía a cerrar el pacto sobre su modificación. Además, respecto a la subida de impuestos, Zapatero también enmendó la plana a su ministra hace semanas, por lo que Salgado tuvo que aguantar hoy un auténtico chaparrón de preguntas de los informadores que asistieron a esta primera rueda de prensa semanal, y que se sustanció en una pregunta: “¿quién dirige la política económica del Gobierno?”.

La ministra de Economía respondió con una tautología, y no precisamente menor, a la pregunta: "La política económica del Gobierno la dirige el Gobierno”. Acto seguido, hizo un repaso del organigrama, según el cual la política económica la dirige “primero, el presidente; luego, la ministra de economía; y, por último, el conjunto del Gobierno”.

El resto de la comparecencia, Salgado dedicó su tiempo a desgranar la postura del Gobierno en asuntos tales como el déficit galopante, donde el Gobierno no prevé cambios para este año, a pesar de la subida del gasto que acarreará la ampliación de los 420 euros (700 millones de euros más); la anunciada reforma fiscal, donde el Gobierno no moverá ficha hasta negociar los próximos Presupuestos; y las dificultades que tienen las familias y las pequeñas empresas para obtener crédito de las entidades financieras, asunto que Salgado admitió con una excepción, la de “las grandes empresas” que sí están accediendo a los préstamos en línea con lo que ocurre en el resto de Europa.

Por otro lado, Salgado insistió en que la economía española retornará a crecimientos positivos del PIB en el segundo trimestre de 2010, algo que no sucede desde el tercer trimestre de 2008. En la medida en que esto se cumpla, el Gobierno confía en que, a su vez, se incrementen los ingresos fiscales al aumentar también la actividad, lo que facilitaría la contención del déficit demandada por Bruselas, que exige al Estado español rebajar hasta el 3 por ciento su déficit en 2012.

Para apoyar su argumentación, Salgado esgrimió la subida de confianza de los consumidores que marca la encuesta del ICO, por sexto mes consecutivo, para aseverar que el conjunto de la sociedad, y no sólo el Gobierno, percibe que “lo peor de la crisis ha quedado atrás”.

Por ello, Salgado anunció además que el Gobierno planea retirar “gradualmente” los estímulos fiscales, como los 400 euros y otras medidas, aunque lo hará sin prisas para evitar que la recuperación de la economía se trunque, dejando una salida de la crisis en forma de ‘W’, una idea con la que coinciden los ministros de Economía de la UE reunidos en el Ecofin de esta semana.

Con la retirada gradual de los estímulos fiscales, el Gobierno podrá además ahorrar recursos y alejar el déficit de las cuentas españolas, según confió la ministra, quien defendió la retirada de la deducción de 400 euros en el impuesto sobre la renta ya que esta medida se planeó como algo temporal el año pasado, en un momento en que la inflación superaba el 5 por ciento y las hipotecas se habían encarecido, merced a los altos tipos de interés, “algo que ya no sucede”, aseveró.

Además, Elena Salgado admitió las dificultades que tiene el Gobierno para elevar la fiscalidad de las llamadas‘Sicav’, los vehículos de inversión preferidos por las grandes fortunas, que logran con estas sociedades colectivas eludir el pago de impuestos. Aunque evitó precisar la posición del Ejecutivo al respecto, Salgado explicó que las ‘Sicav’ gozan de una fiscalidad muy similar en el conjunto de Europa, lo que dificulta aumentar su fiscalidad, ya que el capital “se desplaza a la velocidad de la luz”.

Elena Salgado "se come el marrón" de los 420 euros