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30 de septiembre de 2010, 11:01
NUEVATRIBUNA.ES / AGENCIAS - 30.9.2010
Ha sido una de las reivindicaciones más persistentes de la izquierda y de amplios sectores sociales desde que estalló la crisis: que se diera cerrojazo al privilegio fiscal de las SICAV, las Sociedades de Inversión de Capital Variable, esa figura que en España se comporta como un instrumento financiero que permite diferir impuestos hasta que las plusvalías se hayan materalizado y que gozan de ventajas como tributar al 1% en el impuesto sobre sociedades, igual que los fondos de inversión comunes.
Este jueves, la vicepresidenta económica del Gobierno, Elena Salgado, ha revelado que los cambios en la tributación de las sicavs, tanto en el Impuesto sobre Sociedades como en el IRPF, eliminando la posibilidad que tenían los partícipes de diferir el pago por la percepción de dividendos (aunque se mantiene en el 1% la tributación de estas sociedades), se aplicará con efecto retroactivo para las operaciones efectuadas a partir del pasado 24 de septiembre, el día que el Consejo de Ministros aprobó los Presupuestos Generales del Estado para 2011.
La modificación, recogida en los artículo 66 y 75 de la Ley de Presupuestos Generales del Estado para 2011 afecta a las reducciones de capital y distribución de la prima de emisión efectuadas a partir de 23 de septiembre de 2010 y tendrá vigencia indefinida, si bien Salgado ha precisado que el primer día de su vigencia efectiva será para las operaciones realizadas a partir del 24 de septiembre.
La iniciativa ha provocado ya el rechazo del PP, cuyo portavoz económico, Cristóbal Montoro, ha asegurado que la retroactividad a partir del 24 de septiembre no es más que "demagogia tributaria y fiscal" que sólo va a conseguir "ahuyentar" el capital y las inversiones y "perjudicar" la capacidad de crecimiento de la economía.
En rueda de prensa en el Congreso, Montoro ha dicho que con su política fiscal, el Ejecutivo socialista sólo va a "conseguir que el capital siga yéndose de España". "Aunque esto es lo que tiene que hacer para mandar un mensaje al grueso de la izquierda que están viendo cuál es la verdadera política del Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero", ha remarcado.
Ha sido una de las reivindicaciones más persistentes de la izquierda y de amplios sectores sociales desde que estalló la crisis: que se diera cerrojazo al privilegio fiscal de las SICAV, las Sociedades de Inversión de Capital Variable, esa figura que en España se comporta como un instrumento financiero que permite diferir impuestos hasta que las plusvalías se hayan materalizado y que gozan de ventajas como tributar al 1% en el impuesto sobre sociedades, igual que los fondos de inversión comunes.
Este jueves, la vicepresidenta económica del Gobierno, Elena Salgado, ha revelado que los cambios en la tributación de las sicavs, tanto en el Impuesto sobre Sociedades como en el IRPF, eliminando la posibilidad que tenían los partícipes de diferir el pago por la percepción de dividendos (aunque se mantiene en el 1% la tributación de estas sociedades), se aplicará con efecto retroactivo para las operaciones efectuadas a partir del pasado 24 de septiembre, el día que el Consejo de Ministros aprobó los Presupuestos Generales del Estado para 2011.
La modificación, recogida en los artículo 66 y 75 de la Ley de Presupuestos Generales del Estado para 2011 afecta a las reducciones de capital y distribución de la prima de emisión efectuadas a partir de 23 de septiembre de 2010 y tendrá vigencia indefinida, si bien Salgado ha precisado que el primer día de su vigencia efectiva será para las operaciones realizadas a partir del 24 de septiembre.
La iniciativa ha provocado ya el rechazo del PP, cuyo portavoz económico, Cristóbal Montoro, ha asegurado que la retroactividad a partir del 24 de septiembre no es más que "demagogia tributaria y fiscal" que sólo va a conseguir "ahuyentar" el capital y las inversiones y "perjudicar" la capacidad de crecimiento de la economía.
En rueda de prensa en el Congreso, Montoro ha dicho que con su política fiscal, el Ejecutivo socialista sólo va a "conseguir que el capital siga yéndose de España". "Aunque esto es lo que tiene que hacer para mandar un mensaje al grueso de la izquierda que están viendo cuál es la verdadera política del Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero", ha remarcado.
