nuevatribuna.es
8 de junio de 2009, 18:15
NUEVATRIBUNA.ES - 08.06.2009
Socialistas y ‘populares’ escenificaron este lunes su enfrentamiento en torno al nuevo fondo de reestructuración del sistema financiero español, la herramienta que numerosas entidades financieras esperan ‘como agua de mayo’ para capear las dificultades sobrevenidas a causa de la la crisis económica. "España está abocada a la mayor reestructuración del sistema financiero que hayamos vivido", afirmó el portavoz de Economía del Partido Popular, Cristobal Montoro, quien, sin embargo, dudó acerca de que el fondo cuyo diseño está discutiendo el Gobierno con la oposición esté listo antes de que acabe este mes.
En una jornada sobre el sistema financiero organizada por CCOO, el portavoz ‘popular’ afirmó que el proceso de reestructuración del sistema financiero español, que movilizará hasta 90.000 millones de euros, servirá para que "el crédito llegue a las familias y a las empresas". Para ello, Montoro pidió al Gobierno que el sistema cuente con reglas objetivas, tras rechazar que este proceso se lleve a cabo "caso por caso".
Por el contrario, el socialista Octavio Granado, que también participó en la jornada en su calidad de responsable de asuntos económicos de la Ejecutiva del PSOE, afirmó que los ‘populares’ tratan de "imponer" un procedimiento demasiado “rígido” para llevar a cabo esta reestructuración. "No deberíamos cuadricular este proceso", explicó. "Es inevitable que exista cierta casuística", insistió tras defender un sistema "flexible" que sirva, por ejemplo, para aquellas entidades que ya han iniciado cambios por su propia cuenta.
Sin embargo, el ‘popular’ Montoro negó que ninguna entidad vaya a fusionarse por voluntad propia debido a que bancos y cajas retrasarán estas fusiones hasta saber con qué ayudas cuentan por parte del Gobierno, puesto que "la bolsa ya suena", dijo.
Asimismo, Montoro abogó por “aprovechar” el momento para reformar la Ley de Órganos Rectores de las Cajas de Ahorros (LORCA), mientras que el socialista Granado se opuso a abordar la reforma de la Ley hasta que pase la crisis.
El portavoz "popular" abogó por "no tocar" el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) y pidió reservarlo para posibles casos de insolvencia de entidades. A su vez, afirmó que “el Banco de España no puede diseñar el nuevo mapa financiero español”, por lo que instó a que el control de los mecanismos "cuente con todos".
Por su parte, el consejero de Cajamadrid, Juan José Azcona, que también intervino en las jornadas, afirmó que el proceso de reestructuración debería haberse llevado a cabo antes de la crisis y se mostró partidario de que el Banco de España asuma las competencias en las fusiones interregionales de las Cajas, al tiempo que abogó por una gestión “profesionalizada” por parte de los consejeros que participan en los Consejos de Administración de estas entidades.
Socialistas y ‘populares’ escenificaron este lunes su enfrentamiento en torno al nuevo fondo de reestructuración del sistema financiero español, la herramienta que numerosas entidades financieras esperan ‘como agua de mayo’ para capear las dificultades sobrevenidas a causa de la la crisis económica. "España está abocada a la mayor reestructuración del sistema financiero que hayamos vivido", afirmó el portavoz de Economía del Partido Popular, Cristobal Montoro, quien, sin embargo, dudó acerca de que el fondo cuyo diseño está discutiendo el Gobierno con la oposición esté listo antes de que acabe este mes.
En una jornada sobre el sistema financiero organizada por CCOO, el portavoz ‘popular’ afirmó que el proceso de reestructuración del sistema financiero español, que movilizará hasta 90.000 millones de euros, servirá para que "el crédito llegue a las familias y a las empresas". Para ello, Montoro pidió al Gobierno que el sistema cuente con reglas objetivas, tras rechazar que este proceso se lleve a cabo "caso por caso".
Por el contrario, el socialista Octavio Granado, que también participó en la jornada en su calidad de responsable de asuntos económicos de la Ejecutiva del PSOE, afirmó que los ‘populares’ tratan de "imponer" un procedimiento demasiado “rígido” para llevar a cabo esta reestructuración. "No deberíamos cuadricular este proceso", explicó. "Es inevitable que exista cierta casuística", insistió tras defender un sistema "flexible" que sirva, por ejemplo, para aquellas entidades que ya han iniciado cambios por su propia cuenta.
Sin embargo, el ‘popular’ Montoro negó que ninguna entidad vaya a fusionarse por voluntad propia debido a que bancos y cajas retrasarán estas fusiones hasta saber con qué ayudas cuentan por parte del Gobierno, puesto que "la bolsa ya suena", dijo.
Asimismo, Montoro abogó por “aprovechar” el momento para reformar la Ley de Órganos Rectores de las Cajas de Ahorros (LORCA), mientras que el socialista Granado se opuso a abordar la reforma de la Ley hasta que pase la crisis.
El portavoz "popular" abogó por "no tocar" el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) y pidió reservarlo para posibles casos de insolvencia de entidades. A su vez, afirmó que “el Banco de España no puede diseñar el nuevo mapa financiero español”, por lo que instó a que el control de los mecanismos "cuente con todos".
Por su parte, el consejero de Cajamadrid, Juan José Azcona, que también intervino en las jornadas, afirmó que el proceso de reestructuración debería haberse llevado a cabo antes de la crisis y se mostró partidario de que el Banco de España asuma las competencias en las fusiones interregionales de las Cajas, al tiempo que abogó por una gestión “profesionalizada” por parte de los consejeros que participan en los Consejos de Administración de estas entidades.
