El Gobierno aprobó en Consejo de Ministros la nueva ayuda a la compra de vehículo nuevo, el Plan PIVE 8, que concede 750 euros de ayuda estatal por cada adquisición (a los que se suman los 750 de los fabricantes, que computa como un descuento comercial). Sin embargo, conviene recordar que este incentivo está sujeto a tributación por parte de Hacienda, por lo que hay que declararlo para evitar sustos en la próxima campaña de la Renta.
Concretamente, de los 225 millones de ayudas del Plan PIVE 8, estimamos que el Gobierno reintegrará 69,1 millones de euros cuando sus beneficiarios integren en la Renta de 2015 esta subvención como una ganancia patrimonial no procedente de una transmisión patrimonial.
A nivel individual, el IVA varía si el comprador es una persona con movilidad reducida o el coche se matricula a nombre de personas con discapacidad para su uso exclusivo, en cuyo caso se exige el tipo del 4%. El Impuesto de Matriculación no se exige al adquirir un vehículo con emisión de CO2 inferior o igual a 120 g/km.
Por tanto, según estas condiciones y teniendo en cuenta la compra de un vehículo nuevo con el PIVE 8, los Técnicos de Hacienda estimamos un impacto fiscal medio de 232,50 euros para el tramo de rentas que, por lo general, puede optar a la compra de un vehículo nuevo (entre 20.200 y 34.000 euros brutos anuales) y de 352,50 euros para las personas con ingresos superiores a 60.000 euros.
Sin embargo, la tributación varía en el caso de que el beneficiario de la ayuda forme parte de una familia numerosa, dado que obtendrá una ayuda estatal del doble de cuantía, 1.500 euros, por lo que la cantidad a pagar a Hacienda también es sensiblemente mayor, aunque se mantiene el mismo porcentaje en la escala de gravamen.
Contesta Carlos Cruzado
Presidente de los Técnicos del Ministerio de Hacienda (GESTHA)
