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NUEVATRIBUNA.ES - 25.02.2009

El ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, espera que la negociación entre empresarios y sindicatos cierre algún acuerdo importante a principios de la semana que viene. Si se producen, Corbacho llevará estos acuerdos al Consejo de Ministros del viernes de la próxima semana a fin de estudiar el desarrollo de las normas normas necesarias para su aplicación en el mercado laboral español.

Corbacho incidió este miércoles en el Congreso de los Diputados en que ha detectado una "predisposición positiva" en la patronal y los sindicatos para alcanzar un consenso "lo más rápido posible" y aseguró que tanto CEOE y CEPYME como CC.OO. y UGT tienen una actitud favorable hacia el "global de las medidas" planteadas por el Gobierno.

No obstante, el ministro eludió precisar si entre estos asuntos estará la reforma laboral propuesta por la patronal. En su lugar, el ministro reafirmó el interés del Gobierno por variar el esquema productivo español y descartó el abaratamiento del despido que propugna un sector de la patronal.

La negociación no puede eternizarse

La declaración del ministro llega después de las quejas de los sindicatos quienes recientemente lanzaron duras críticas al Ministerio encabezado por Corbacho a quien responsabilizaron de la supuesta falta de coordinación entre los distintos departamentos ministeriales en lo relativo al llamado Diálogo Social, la principal mesa negociadora laboral en nuestro país.

Sin embargo, Corbacho confesó el martes su desaliento cuando afirmó que no aspira ya a que sindicatos y empresarios compartan "grandes unanimidades ni grandes entusiasmos", aunque sí un "consenso razonable".

El ministro de Trabajo informó de que las esperadas medidas, que calificó de "imprescindibles y necesarias", se centrarán en dar garantías a los desempleados, incentivar la contratación, así como aliviar los costes empresariales en cotizaciones y darles mayor facilidad para acceder al crédito.

Entre las medidas previstas, destacan algunas ventajas relacionadas con los trabajadores incluidos en expedientes de regulación de empleo (ERE) y, más en concreto, en aquellos expedientes de carácter temporal.

Además, para los ERE temporales también se estudia bonificar las cotizaciones a la Seguridad Social que soportan los empresarios por los trabajadores que están suspendidos de empleo.

Corbacho señaló que el objetivo de estas medidas es "facilitar" los ERE de suspensión temporal frente a los de extinción de empleo, a fin de reducir al mínimo la destrucción de empleo y del tejido productivo.

El proceso de Diálogo Social ha vivido diversas dificultades desde su firma en La Moncloa en julio de 2008.

En primer lugar, el relevo de Jesús Caldera al frente del Ministerio y la llegada del actual ministro, Celestino Corbacho, frenó el proceso, justo en el momento en que la actual crisis comenzaba a arreciar.

Más tarde, la renovación de la cúpula directiva de Comisiones Obreras en el mes de diciembre también contribuyó a ralentizar las negociaciones entre los empresarios y los sindicatos.

Sin embargo, la destrucción de empleo que hoy afecta en España a más de seis mil trabajadores al día, ha situado a la mesa negociadora en el centro de la polémica, muy lejos del clima de discreción y tranquilidad que en otro tiempo garantizaron su éxito.

Corbacho pone un plazo de cinco días al Diálogo Social, que está de capa...