El exsecretario de Estado de Economía José Manuel Campa, reconoció hoy en el Congreso que en el sector financiero se han cometido "errores y excesos", por lo que habrá que exigir responsabilidades si es necesario.
Campa ha hecho esta consideración durante su comparecencia en la Comisión de Economía del Congreso de los Diputados para dar su visión sobre la crisis del sistema financiero.
De esta manera, Campa ha sido el primero que ha informado ante la Cámara de la crisis de la banca, que ha llevado a la nacionalización de algunas entidades como BFA-Bankia.
Tras la comparecencia de Campa, intervendrá en el Congreso el exgobernador del Banco de España Miguel Ángel Fernández Ordóñez, y el jueves lo harán, entre otros, el expresidente de BFA-Bankia Rodrigo Rato y la exministra de Economía Elena Salgado.
En su intervención, el exsecretario de Estado ha dicho que "no se debe valorar el éxito o el fracaso" de la reestructuración del sistema financiero en función del éxito o el fracaso de una entidad, sino del conjunto del sector.
Durante su intervención, el que fuera secretario de Estado de Economía durante el último gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero también ha pedido que en este proceso no se confundan "los obstáculos del camino con habernos equivocado en la dirección, que es y será la correcta".
En este sentido, ha destacado que el ajuste que lleva a cabo el sector "no está siendo ni sencillo ni cómodo", especialmente por el empeoramiento de la situación económica, y de los nuevos requerimientos de capital y de provisiones para la banca.
"El entorno económico e institucional europeo no facilita el ajuste de la economía y tampoco de la estabilidad del sector financiero y del crecimiento futuro" ha dicho Campa.
Campa también ha explicado que ahora, la dificultad para acceder a los mercados financieros y las tensiones que afectan a la deuda soberana española han llevado al Gobierno a solicitar la ayuda europea para avanzar en la reestructuración del sector.
Al respecto, ha dicho que "el proceso de saneamiento debe continuar con ajustes rápidos e incluso con mayores ayudas públicas si es necesario".
En su opinión, "las dificultades no deben distraernos del objetivo que ya se fijó en 2008, que es la estabilidad del sector financiero", del que forman parte entidades que en su mayoría siguen siendo solventes.
