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19 de junio de 2010, 4:49
NUEVATRIBUNA.ES / AGENCIAS 18.06.2010
El ministro de Fomento, José Blanco, aseguró hoy que la reforma laboral aprobada por el Gobierno el pasado miércoles "no cambiará sustancialmente" en el trámite parlamentario.
"Siempre se puede perfeccionar y mejorar, pero no va a cambiar sustancialmente", aseguró Blanco, para recordar que el texto que salió del Consejo de Ministros es el que está en vigor hasta que el definitivo se apruebe por el Congreso.
Blanco explicó que se trata de una reforma "de gran calado", que hay que tramitar como proyecto de ley, porque todas las reformas laborales se aprobaron en el Congreso y porque así lo establece la doctrina del Tribunal Constitucional.
En declaraciones a TVE, recogidas por Europa Press, el ministro de Fomento defendió que "no es verdad que se abarate el despido". "Simplemente, la indemnización para el que pierde el empleo se hace desde diferentes fuentes, y una parte la aportará el Fogasa, que no se nutre de fondos públicos, sino de cuotas empresariales", argumentó.
"Esta es una reforma importante que tiene como objetivo fundamental acabar con la precariedad y caminar por la estabilidad, que haya más empleos estables", argumentó Blanco. "Un decreto, una reforma, no crea empleo, pero genera las condiciones para que se cree", aseguró.
Para Blanco, "el gran cambio que se producirá con la reforma es que habrá muchos menos contratos temporales y muchos más estables". "Si a una persona que va a ser contratada le preguntan sobre si prefiere un contrato estable o una indemnización de 45 días, la inmensa mayoría de la gente lo que quiere es estabilidad. Por eso, es una reforma que conecta con los sentimientos de la gente", garantizó.
El titular de Fomento aseguró que se encuentra muy cómodo votando en el Congreso esta y todas las reformas del Gobierno. "Somos de izquierdas, pero sobre todo somos responsables y tomamos medidas más allá del populismo de pacotilla que no contribuye a nada, ni al crédito de España ni a afrontar el futuro", proclamó.
"Estamos en el tránsito de una nueva era y tiene que haber una evolución de la respuesta política para dar satisfacción a nuevos tiempos y desafíos", defendió.
"TODOS SOMOS UN POCO MAS POBRES"
En cuanto a la concreción de los ajustes de 2011 solicitada por la UE, Blanco indicó que se realizará cuando se elaboren los Presupuestos Generales del Estado para el próximo año.
Sobre si este ajuste puede suponer recortes en las prestaciones sociales, el ministro garantizó que todas las reformas que plantea el Gobierno "buscan fortalecer el estado del bienestar". No obstante, indicó que "probablemente hay que decir a la gente que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades".
"Esta crisis nos va a hacer a todos un poco más pobres", reconoció Blanco. "Todos tendremos menos recursos, las administraciones y los ciudadanos. Eso es decir la verdad y el que diga lo contrario engaña", añadió.
EL JUEZ, PAPEL CLAVE EN LOS DESPIDOS OBJETIVOS
Por su parte, el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, ha dicho respecto a la reforma laboral y al despido objetivo por causas económicas, en que será el juez el que determine si las causas alegadas por el empresario se cumplen o no y el que resolverá, por tanto, la procedencia (20 días de indemnización) o improcedencia del despido (los jueces suelen fijar la indemnización a 45 días en estos casos).
"El juez es el que tiene que determinar las causas ahora y antes de la reforma. Tiene que ver si concurren todas las circunstancias que el empresaria alega para ver si el despido es objetivo", explicó Corbacho al ser pregunto por si un único balance económico negativo de la empresa serviría para acogerse a este despido.
Corbacho también insistió en que la reforma laboral, que hoy entra en vigor, "no barata en absoluto el despido" pues se mantienen las mismas indemnizaciones de siempre (45 días en los contratos indefinidos ordinarios, 33 días en los contratos de fomento del empleo estable y 20 días en los despidos objetivos).
Ahora bien, lo que se ha hecho es permitir que se pueda detraer del Fogasa el pago de ocho días de la indemnización por despido correspondiente, de forma que, por ejemplo, en un contrato de 33 días la empresa pagaría 25 días de despido y el Fogasa asumiría los otros ocho. Pero el trabajador, precisó Corbacho, cobrará la misma indemnización a partir de hoy, estando vigente ya la reforma, que si hubiera sido despedido ayer, cuando aún no estaba en vigor.
El ministro destacó que la reforma laboral no se queda sólo en el despido, sino que entra en cuestiones importantes como la flexibilidad interna o la acotación de la contratación temporal.
Así, sobre este último tema, apuntó que mientras que antes se podían hacer contratos de obra o servicio de una duración de diez años, ahora se limita a un máximo de tres, ampliable otro año más por la vía de la negociación colectiva, porque entiende que eso es lo razonable.
Corbacho dijo además que esta reforma laboral no es una reforma para evitar la crisis, sino para facilitar en la salida de la crisis que las empresas puedan ganar competitividad. "Una reforma laboral por sí sola no crea empleo, lo que puede evitar, que si está bien orientada, es que se destruya empleo. la reforma evita la destrucción de empleo, pero quien genera empleo es la economía, la actividad y el consumo", subrayó.
PENSIONES
En materia de pensiones, el ministro insistió en que el Pacto de Toledo está trabajando en las recomendaciones que guiarán la reforma y opinó que el futuro pasa por mantener el máximo tiempo posible a la gente en el mercado laboral, aunque eso, dijo, se puede lograr por varias vías y no sólo ampliando la edad legal de jubilación.
Corbacho, que se mostró nuevamente partidario de prohibir las jubilaciones anticipadas de las empresas en beneficios, también consideró que se debería incentivar más la permanencia voluntaria en el mercado laboral y que hay otras medidas, como la del periodo de cálculo de la pensión, que podrían acometerse, no de manera drástica, sino quizá buscando un periodo transitorio.
"Hay muchas fórmulas que pueden estudiarse", señaló el ministro, que en todo caso quiso lanzar a Bruselas que el sistema de pensiones español tiene una salud muy buena y que si se hacen reformas, no será porque la haya perdido, sino por el cambio demográfico que se avecina.
El ministro de Fomento, José Blanco, aseguró hoy que la reforma laboral aprobada por el Gobierno el pasado miércoles "no cambiará sustancialmente" en el trámite parlamentario.
"Siempre se puede perfeccionar y mejorar, pero no va a cambiar sustancialmente", aseguró Blanco, para recordar que el texto que salió del Consejo de Ministros es el que está en vigor hasta que el definitivo se apruebe por el Congreso.
Blanco explicó que se trata de una reforma "de gran calado", que hay que tramitar como proyecto de ley, porque todas las reformas laborales se aprobaron en el Congreso y porque así lo establece la doctrina del Tribunal Constitucional.
En declaraciones a TVE, recogidas por Europa Press, el ministro de Fomento defendió que "no es verdad que se abarate el despido". "Simplemente, la indemnización para el que pierde el empleo se hace desde diferentes fuentes, y una parte la aportará el Fogasa, que no se nutre de fondos públicos, sino de cuotas empresariales", argumentó.
"Esta es una reforma importante que tiene como objetivo fundamental acabar con la precariedad y caminar por la estabilidad, que haya más empleos estables", argumentó Blanco. "Un decreto, una reforma, no crea empleo, pero genera las condiciones para que se cree", aseguró.
Para Blanco, "el gran cambio que se producirá con la reforma es que habrá muchos menos contratos temporales y muchos más estables". "Si a una persona que va a ser contratada le preguntan sobre si prefiere un contrato estable o una indemnización de 45 días, la inmensa mayoría de la gente lo que quiere es estabilidad. Por eso, es una reforma que conecta con los sentimientos de la gente", garantizó.
El titular de Fomento aseguró que se encuentra muy cómodo votando en el Congreso esta y todas las reformas del Gobierno. "Somos de izquierdas, pero sobre todo somos responsables y tomamos medidas más allá del populismo de pacotilla que no contribuye a nada, ni al crédito de España ni a afrontar el futuro", proclamó.
"Estamos en el tránsito de una nueva era y tiene que haber una evolución de la respuesta política para dar satisfacción a nuevos tiempos y desafíos", defendió.
"TODOS SOMOS UN POCO MAS POBRES"
En cuanto a la concreción de los ajustes de 2011 solicitada por la UE, Blanco indicó que se realizará cuando se elaboren los Presupuestos Generales del Estado para el próximo año.
Sobre si este ajuste puede suponer recortes en las prestaciones sociales, el ministro garantizó que todas las reformas que plantea el Gobierno "buscan fortalecer el estado del bienestar". No obstante, indicó que "probablemente hay que decir a la gente que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades".
"Esta crisis nos va a hacer a todos un poco más pobres", reconoció Blanco. "Todos tendremos menos recursos, las administraciones y los ciudadanos. Eso es decir la verdad y el que diga lo contrario engaña", añadió.
EL JUEZ, PAPEL CLAVE EN LOS DESPIDOS OBJETIVOS
Por su parte, el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, ha dicho respecto a la reforma laboral y al despido objetivo por causas económicas, en que será el juez el que determine si las causas alegadas por el empresario se cumplen o no y el que resolverá, por tanto, la procedencia (20 días de indemnización) o improcedencia del despido (los jueces suelen fijar la indemnización a 45 días en estos casos).
"El juez es el que tiene que determinar las causas ahora y antes de la reforma. Tiene que ver si concurren todas las circunstancias que el empresaria alega para ver si el despido es objetivo", explicó Corbacho al ser pregunto por si un único balance económico negativo de la empresa serviría para acogerse a este despido.
Corbacho también insistió en que la reforma laboral, que hoy entra en vigor, "no barata en absoluto el despido" pues se mantienen las mismas indemnizaciones de siempre (45 días en los contratos indefinidos ordinarios, 33 días en los contratos de fomento del empleo estable y 20 días en los despidos objetivos).
Ahora bien, lo que se ha hecho es permitir que se pueda detraer del Fogasa el pago de ocho días de la indemnización por despido correspondiente, de forma que, por ejemplo, en un contrato de 33 días la empresa pagaría 25 días de despido y el Fogasa asumiría los otros ocho. Pero el trabajador, precisó Corbacho, cobrará la misma indemnización a partir de hoy, estando vigente ya la reforma, que si hubiera sido despedido ayer, cuando aún no estaba en vigor.
El ministro destacó que la reforma laboral no se queda sólo en el despido, sino que entra en cuestiones importantes como la flexibilidad interna o la acotación de la contratación temporal.
Así, sobre este último tema, apuntó que mientras que antes se podían hacer contratos de obra o servicio de una duración de diez años, ahora se limita a un máximo de tres, ampliable otro año más por la vía de la negociación colectiva, porque entiende que eso es lo razonable.
Corbacho dijo además que esta reforma laboral no es una reforma para evitar la crisis, sino para facilitar en la salida de la crisis que las empresas puedan ganar competitividad. "Una reforma laboral por sí sola no crea empleo, lo que puede evitar, que si está bien orientada, es que se destruya empleo. la reforma evita la destrucción de empleo, pero quien genera empleo es la economía, la actividad y el consumo", subrayó.
PENSIONES
En materia de pensiones, el ministro insistió en que el Pacto de Toledo está trabajando en las recomendaciones que guiarán la reforma y opinó que el futuro pasa por mantener el máximo tiempo posible a la gente en el mercado laboral, aunque eso, dijo, se puede lograr por varias vías y no sólo ampliando la edad legal de jubilación.
Corbacho, que se mostró nuevamente partidario de prohibir las jubilaciones anticipadas de las empresas en beneficios, también consideró que se debería incentivar más la permanencia voluntaria en el mercado laboral y que hay otras medidas, como la del periodo de cálculo de la pensión, que podrían acometerse, no de manera drástica, sino quizá buscando un periodo transitorio.
"Hay muchas fórmulas que pueden estudiarse", señaló el ministro, que en todo caso quiso lanzar a Bruselas que el sistema de pensiones español tiene una salud muy buena y que si se hacen reformas, no será porque la haya perdido, sino por el cambio demográfico que se avecina.
