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NUEVATRIBUNA.ES / L.M. - 03.09.2009

El diputado de IU Gaspar Llamazares celebró el acuerdo alcanzado entre el PSOE y los grupos de la izquierda parlamentaria para que la ayuda de 420 euros se extienda al 1 de enero exclamando: "¡Ya no estamos ante un subsidio, sino ante una prestación, y a ver quién es el "majo" que puede tocarla en el futuro!"

Sin embargo, en las actuales condiciones, la renta de 420 euros para los parados sin subsidio dista mucho de ser una prestación, según se desprende del propio nombre que el gobierno dio al Programa temporal por desempleo e inserción en el momento de su aprobación, el pasado 13 de agosto.

Este martes, cuando se le ha preguntado en TVE por el comentario de Llamazares, el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, se ha sorprendido ante la posibilidad de que lo que salga adelante sea un derecho adquirido y ha planteado que, una vez que pasen los seis meses en los que está previsto que los parados sin subsidio cobren la ayuda, recurran a otras rentas de inserción como las que han puesto en marcha las comunidades autónomas.

El sindicato Comisiones Obreras, por su parte, insiste en la necesidad de convertir el subsidio en un “derecho subjetivo”, en lugar de que sea una renta extraordinaria, tal y como pretende el Gobierno, incluso después de la modificación que permitirá cobrarlo seis meses antes de lo que se había decidido en un principio.

Lo que no descarta el Ejecutivo es que una vez agotados los seis meses durante los que los beneficiarios tendrán derecho a percibir la ayuda, pueda establecerse una prórroga. Ahora bien, ni siquiera esta posible ampliación convertiría la renta de 420 euros en un derecho al que podría apelar cualquier ciudadano en situación de desempleo, tras agotar la prestación contributiva y el subsidio.

CCOO aboga, además, por “armonizar” el cobro de la nueva renta, de manera que no existan grandes diferencias en función de la comunidad autónoma en que residan los parados en situación de percibirla. Así, por ejemplo, la Comunidad Autónoma Vasca (CAV) ofrece una renta de 600 euros para los desempleados sin subsidio. En caso de que la nueva renta estatal de 420 euros se pudiera complementar con una renta autonómica, los parados residentes en Euskadi cobrarían más de 1.000 euros, una cifra muy superior a la del resto del Estado.

POR QUÉ ESPERAR A NOVIEMBRE

La nueva renta de 420 euros persigue dar cobertura económica, con carácter extrordinario, a las personas desempleadas menores de 65 años que sucriban un compromiso de participación en un itinerario activo de inserción y que hayan agotado la prestación contributiva o el subsidio desde el día 1 de enero.

Sin embargo, los desempleados que agotaron el subsidio antes del 1 de agosto tendrán que esperar a que entre en vigor la modificación del contenido del real decreto-ley mediante el cual el Gobierno aprobó la medida el pasado 13 de agosto. Por esta razón, el ministro de Trabajo ha pedido a los grupos parlamentarios "rapidez" para tramitar la ampliación de la ayuda, a la que ya se han acogido 12.000 personas.

Las personas que quieran acceder a la ayuda deberán carecer de rentas superiores al 75 por ciento del salario mínimo interprofesional (SMI). .

Corbacho ha explicado que será necesario "hacer un ajuste en el gasto no productivo, no inversor" porque está previsto que la ayuda se conceda a 340.000 personas en este trimestre y a 255.000 más cuando se apruebe la retroactividad de la medida desde el 1 de enero.

Preguntado sobre la necesidad de una subida fiscal para ayudar a gestionar esta medida, el ministro ha admitido que los impuestos son "elementos instrumentales" y que cuando la economía crecía y el Estado tenía superávit se podían adoptar decisiones como los 400 euros, pero que un contexto como el actual, "obliga" a hacer una reflexión desde el punto de vista impositivo.

¿Ayuda extraordinaria o derecho?