Diego Ruiz |
El pasado martes 13, acudimos al estreno de la obra El Sueño de la Razón, obra clásica escrita por Antonio Buero Vallejo, adaptada y dirigida en esta ocasión por José Carlos Plaza, un experto en adaptaciones de obras clásicas.
El reparto está liderado por dos veteranos de la interpretación como Fernando Sansegundo (La Voz Dormida, Las Chicas del Cable…) y Ana Fernández ( Hable con ella, Servir y Proteger…).
La obra nos traslada a los tiempos más oscuros donde Francisco de Goya es atormentado por la sordera y por la paranoia que le produce su enfermedad mental y la lucha desesperada de Leocadia, su ama de llaves de toda la vida, que lucha junto a sus amigos el doctor Arrieta y el padre Duaso, para que la razón, venza a la sin razón y así poder protegerle de los que como el entonces Rey Fernando VII, le acusan injuriosamente de ser masón….
Es una obra con una estética oscura, que ayuda al espectador a ponerse en el lugar de Goya en todo momento, tanto por el decorado tenue, donde se representa la casa de Goya y en la misma, a través de diferentes pantallas, vemos proyectadas las obras de la época negra del pintor, lo que hace de esta obra una auténtica experiencia inmersiva….
En otras ocasiones, observamos la sala del trono del Palacio Real, donde Fernando VII, mantiene ciertas conversaciones con su capellán, el padre Duaso. El Rey aparece sentado en las alturas, lo que representa el poder que ostentaba el monarca en aquellos tiempos.
Volviendo a la casa de Goya, nos sumergimos en las paranoias del pintor, gracias a los efectos de sonido, donde se representan las voces y ruidos de animales, que él creía escuchar.
También, una serie de diálogos con lengua de signos y otros entre los otros personajes que están junto a él, sin emitir sonidos por parte de las actrices y actores, hace que sintamos en nuestra piel, como Goya sentía la sordera.
En resumen, esta obra es una propuesta arriesgada pero elaborada al detalle, para que el espectador se sienta parte de la historia y va camino en convertirse sin ninguna duda, en una de las mejores producciones teatrales del año.
