jueves. 28.03.2024
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La aparición de La sombra del mezquite trae consigo una serie de particularidades que el lector de este angustioso siglo XXI debe tener en cuenta: la continuidad de la creatividad de su autor, el México posterior a la Revolución, el lado positivo de la realidad social en momentos preocupantes... Y, en lo referente al primero de esos aspectos, la nueva novela de Ramón Belaustegigoitia alineada en las filas de Txalaparta nos ofrece un complemento americano al universo de Euzkadi en llamas, otra de sus novelas presentadas no hace tanto por el sello navarro. ¿En qué sentido?

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"Tomó un baño. Se puso un traje ligero y salió a la calle. Traía algunas direcciones. Necesitaba encontrar alguien que le informara y con quien cambiar algunas impresiones por de pronto": en La sombra del mezquite... algo, al menos, es lo que parece. Paseamos rodeados por los paisajes del primer capítulo: "En el Bar del Progreso, moderno como toda la ciudad, conoció a un tal Moriño, uno de esos tipos que se encuentran en provincias, serviciales hasta el sacrificio, dispuestos a acompañar a un forastero para el que tengan una recomendación, enseñarle la ciudad, y contarle de paso su historia y todos los chismes locales".

Así es como el escritor y jurista alavés vuelve a dar, desde el inicio del relato, con la tecla de la narrativa más elemental; así es como, en La sombra del mezquite, Belaustegigoitia, lejos de pisar el plomizo terreno en el que abundan otros autores, nos acerca sin complejos un mundo de carencias y verdades, donde la pobreza y la solidaridad, sin embargo, se dan la mano. No es poco: la novela de 1951 nos sumerge en las profundas aguas de una sociedad devastada por la desigualdad social y la inseguridad pero, por encima de todo, nos descubre el buen corazón de los mejores y las mejores en tales circunstancias.

La novela de 1951 nos sumerge en las profundas aguas de una sociedad devastada por la desigualdad social y la inseguridad

Es el México postrevolucionario. Son los modales del hombre del pueblo... a La sombra del mezquite: "Lo que había hecho era lo mejor. Marchar. Lucina, tan encantadora, le había embarcado. Era todo un rayo de luz. Ya le había advertido de aquellas extensiones ilimitadas, angustiosas, del norte. ¡Y qué clase de hombre sería su padre! Pero había que intentar el cambio. Había que intentar pasar una temporada sea lo que fuera". Son, en definitiva, las claves políticas y sociales del conflictivo continente americano del siglo pasado pero las páginas de esta historia no podían carecer de ciertas originalidades: unos personajes tan reales como los que mantienen viva la esperanza en la resolución de los conflictos: "Quizás el mayor encanto de Lucina consistía en crear a su lado un ambiente de alegría y optimismo. Y ello era la coronación de su belleza, algo más discutible. Esto lo decían por lo menos algunos de sus muchos admiradores".

Como puede adivinarse, algunas de estas descripciones son tan solo la excusa idónea para seguir los pasos marcados por el destino de dichos personajes, lo cual enriquece al lector más sensible y supone una buena noticia para la comunidad lectora de nuestros días. Otra gran noticia para quienes leyeron en su momento obras similares gracias a los responsables de Txalaparta, como ¡Vámonos con Pancho Villa! (Rafael Felipe Muñoz), relato ambientado en la propia Revolución mexicana y elaborado en base a un lenguaje y un estilo narrativo muy similares a los de la obra de Belaustegigoitia, siempre teñida de veracidad.    

La sombra del mezquite: una novela fácil de leer e imposible de ignorar... allá donde reina el desconcierto.

LA SOMBRA DEL MEZQUITE
Autor: Ramón Belaustegigoitia.
Editorial: Txalaparta, 2022.
Páginas: 320.

El hombre del pueblo a `La sombra del mezquite´