sábado. 20.04.2024
Malcolm X

“África es la metáfora de nuestro tiempo”, considera Giovanni Giacopuzzi. Y así lo plasma en el prólogo del libro El África de Thomas Sankara, pues, “hacia 1600, comenzó a construirse la más grande e infame operación de traslado forzoso que la humanidad haya conocido jamás”.

Se trata del texto introductorio que da paso a la biografía de quien fuera presidente de Burkina Faso hasta el golpe de estado que acabaría con él y con su régimen, vivo a duras penas entre 1983 y 1987. Una obra que vuelve a ver la luz en forma de nueva edición (Txalaparta) y da a conocer todo ello gracias al licenciado en Ciencias Políticas milanés Carlo Batà.

Sankara combatiría el imperialismo y Malcolm X (también presente ahora gracias al sello navarro) haría otro tanto frente al racismo y la injusticia institucionalizada con resultados similares a los obtenidos por los asesinos del africano, algo bien patente en la autobiografía titulada Vida y voz de un hombre negro, donde el activista estadounidense se sincera. Como en él, al parecer, era costumbre: “Crecí muy deprisa, más físicamente que moralmente. La gente de la ciudad empezaba a reconocerme, y tomé conciencia de la actitud de los blancos hacia mí”.

“Me volvía cada vez más agresivo: cuando quería algo no podía esperarlo mucho tiempo”, nos cuenta el de Omaha. Por lo tanto, su célebre asesinato no es el único punto en común destacable de cuantos compartieron él y Sankara: la solidaridad mostrada a lo largo de toda su existencia por estos y otros esforzados humanos en ambientes y épocas enemigos de las libertades, puso en marcha un movimiento revolucionario de gran alcance a nivel internacional. Un notable movimiento en defensa de la Humanidad que, ayer mismo, todavía resultaba imprescindible en cualquier lugar del planeta.

“Los pueblos africanos, a la par que los de América, fueron integrados por la fuerza en esa concepción política: para servir al amo”: Giacopuzzi también es consciente de terribles experiencias y genocidios similares a los que los distintos pueblos del mundo entero han debido enfrentarse. A lo largo de la Historia: “Esos modelos de producción, ajenos a las culturas nativas de América, hicieron estragos entre la población. Y, tras el fracaso, las miradas se dirigieron a África para conseguir mano de obra `fuerte´ (…)”.

Ningún continente ha dejado de sufrir las salvajes acometidas de aquellos invasores: “Por eso, aquí en América, hoy día, cuando uno se encuentra con muchos de nosotros que estamos aceptando el islam como nuestra religión, lo único que estamos haciendo es regresar a la religión de nuestros antepasados”. Pero ésta, la experiencia de Malcolm X, al igual que la de Thomas Sankara, debe entenderse “en su concepto”, tal y como titula Giacopuzzi el referido prólogo al libro de Carlo Batà.

Leer testimonios como éstos supone recordar el pasado más deleznable a través de diversos anexos añadidos a este texto y de otros textos complementarios al relato de Malcolm X.

Thomas Sankara y Malcolm X: nada más y nada menos.

VIDA Y VOZ DE UN HOMBRE NEGRO.Autor: Malcolm X.

EL ÁFRICA DE THOMAS SANKARA.Autor: Carlo Batà.

El sujeto revolucionario