viernes. 26.04.2024

Poesía | JESÚS CÁRDENAS

En la trayectoria poética del poeta catalán afincado en Córdoba José García Obrero (1973) hay un punto de inflexión con la publicación de Hueso (Godall edicions).  Correspondiente a la quinta entrega lírica tras Un dios enfrenteMi corazón no es alimentoLa piel es periferia y Tocar arcilla al fondo, salta por los aires la poesía confesional y se acerca a la poesía conceptual, aunque la voz poética sigue explorando lo esencial. Hueso nace libremente de la exposición de los sentidos al medio natural, explorando las distintos percepciones, hallando sinestesias y asociaciones visionarias complejas y emocionantes. Así, los elementos revolotean en abstracción hasta su asombroso encuentro (la luz, el insecto, la interrogación), como si todo naciese y muriese de una manera asombrosa, sin apenas darnos cuenta: «la pregunta se desplaza siempre a una distancia prudencial […] hasta que desparecen los huesos y sobreviven el insecto y la luz; hasta que ambos acaban fundiéndose en la hierba».

Exploración realizada en "Hueso" por la esencia no solo tiene sus impresiones en otro horizonte, sino también en distintas reflexiones metalingüísticas y metaliterarias, que van desde la estructura hasta su fin

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José García Obrero

Algo más de una cuarentena de textos en prosa, contenidos en un único párrafo (a excepción de las breves composiciones tituladas «Acuda el pájaro a sus fauces» y «Cada visitante traza el sendero (Giga)») discurren articulándose en tres capítulos, uno primero sin nombrar, «Sol», tal vez reúna los textos más sugerentes, que se divide a su vez en dos partes, y «Aire». Los títulos de los textos, extraídos de las propias composiciones, ayudan al lector a situarse; en ocasiones nos sitúan tras la huella de otras voces (Blas de Otero, Jordi Valls, Antonio Colinas o Ajmátova). Sin embargo para la lectura de este libro se sugiere un modo no lineal, sino anárquico, aleatorio y libre, siguiendo el deseo que se deduce en el proceso de escritura: «el parpadeo fractura la luz, sombrea sus huesos».

García Obrero ha experimentado con el cauce expresivo de la prosa; en cambio la disposición de las palabras (que marcan un tintineo, un martilleo, un palpitar, que nos sugieren imágenes multisensoriales) arraigan en el ámbito de la lírica. Muy agudo se muestra a la hora de ofrecer conceptos que parten de la vista, el oído y el tacto, en busca de la plenitud, como si necesitase volver a un periodo anterior a las acciones y así entender y comprender muchas cosas del día a día que nos pasan inadvertidas, fuera al contacto de nuestro ser con nuestra parte más volátil e íntima o fuese al desmigar de las horas con los seres más cercanos: «Las manos {…] Los ojos {…] El eje principal acelera su suave rotación y ya es punto de fuga donde confluyen las líneas invisibles del instante: cuadros que adornan las paredes; gatos que salta de su sombra a la mesa; taza de café que enfría el soplo de la boca que arde».  

En la creación de toda la multiplicidad sensorial ayudan ciertos referentes musicales (Bach, Händel o Chopin, entre otros) o pinturas (Courbet, Chagall o el joven riojano Miguel Ezquerro). Lejos de un afán culturalista, todo este caudal vertebra una realidad espectacularmente poliédrica, donde los sentidos muestran todo su asombro. García Obrero obra el milagro del asombro cotidiano transformando una visión contemplativa en una sucesión de imágenes que invitan a la reflexión de nuestra materialidad en la inercia de la máquina del tiempo: «También se ralentiza ante el espectáculo sutil de lo eterno: pájaros que van de levante a poniente transportando filamentos de sol»; o como se lee en otra composición: «Todo sucede en el interior infinito de una cabeza […] Todo sucede sin cesar ahí, en un espacio donde cada cosa se obstina inútilmente en permanecer».

Esta exploración realizada en Hueso por la esencia no solo tiene sus impresiones en otro horizonte, sino también en distintas reflexiones metalingüísticas y metaliterarias, que van desde la estructura («Las palabras se distribuyen por la geografía de la mente») hasta su fin («Cuando el canto se detiene el poema acaba fundiéndose en la hierba»).

Hueso. JOSÉ GARCÍA OBRERO. Godall Edicions.. Barcelona, 2022. 


JESÚS CÁRDENAS. Poeta,profesor y crítico literario
JESÚS CÁRDENAS. Poeta,
profesor y crítico literario

Multipercepción | 'Hueso' de José García Obrero