jueves. 28.03.2024

Los dos atléticos y el Sevilla van consolidando sus posiciones para entrar en la Europa League a la vez que Hércules, Zaragoza y Almería empiezan a quemarse los pies en un intento desesperado por no achicharrarse la cabeza.

Por si algún lector no se acordaba, desorientado por la campana mediática de los titanes, en España se sigue jugando la liga de fútbol donde seis equipos mantienen una contienda no menos homérica por sobrevivir. Por arriba, una semana más Valencia y Villarreal parecen confirmar sus puestos de Champions. Inmediatamente detrás reclama la luz de los focos un Athletic que coge fuerza con la misma intensidad que el Español la pierde. Capitaneado por un, cada vez más, soberbio Llorente que, para aumentar sus capacidades, esta vez se permitió el lujo de dar dos asistencias para que Muniain y Toquero marcaran ante la Real consiguiendo 51 puntos y consolidando el quinto puesto.

A continuación marcha el Sevilla, con dos puntos menos, reclamando una posición europea a la que su historia reciente le tiene acostumbrado y que su particular vía crucis le estaba hurtando. En un partido emocionante, ganó 3-2 ante un Villarreal donde algunos de mis héroes, como Nilmar, Rossi o Cazorla, parece que han bajado el pistón. No es el caso de Negredo, que parece empeñado en hacer olvidar a Luis Fabiano al mismo tiempo que presenta su candidatura para la selección.

Y en el séptimo puesto, aparece el impredecible Atleti. Lastrado por la abstinencia de Forlán pero favorecido por un calendario asequible, el Kun Agüero se ha echado el equipo a la espalda empeñado en colocarlo en Europa, bien sea porque su condición de crack no soportaría jugar otro año sin ese escenario, o porque en su despedida lo quiere dejar situado donde se merece. Sea como sea, por allí apareció un tal Elías para marcar por la escuadra un soberbio gol de falta que inició un cómodo 4.1 ante un buen Levante que no mereció tanta paliza, en un partido que Juanfran aprovechó para demostrar a la grada que es un buen jugador capacitado para jugar en ese coliseo.

En la balsa de aceite de los que se han salvado de la quema y no pueden aspirar a más, hay que destacar a un Sporting que con pundonor y profesionalidad están regalando a su afición la permanencia en Primera para satisfacción de su honrado entrenador que, si todo acaba así, podrá presumir de haber ganado en el Circo Máximo del Bernabeu.

Por abajo, ¡hay por abajo! En las catacumbas empieza la hora de la verdad, esa liga que, temporada tras temporada nos trae el mes de Mayo. El Málaga consiguió tres puntos que le sacan del pozo al que empiezan a asomarse Getafe, Racing y Osasuna a la espera del trágico partido de hoy entre Zaragoza y Almería.

El debate en el Madrid está servido

Como feligrés del fútbol, en estos días de penitencia me he preocupado de discutir con algunos buenos amigos del Real Madrid, personas sensatas, buenos amantes del saber estar y representantes de eso que Florentino dice que es el señorío, un poco enfadados conmigo por que en la conquista de la Copa (sic) no vi el mismo partido que la campana mediática. Preguntados por qué no defendían el buen fútbol, uno me respondió: “porque estamos hasta los co…de no ganar nada, así que Mourinho lleva razón”. Argumento inapelable cuando se aplica la filosofía hobessiana de que el fin justifica los medios.

Aquellos aficionados que, automáticamente, pedían la tarjeta roja para aquél jugador contrario que osara tocar en el suelo a un jugador del Madrid caído por una falta, “no han visto” que Arbeloa y Ramos levantaran con violencia a un Villa compañero de selección. Valdés ya ha puesto el dedo en la llaga: dependerá del árbitro que el Barcelona realice su juego. Y, por si fuera poco, Lotina se atreve a decir que es menos defensivo que Mou. En las circunstancias que se produjo la final de Copa, de diez veces que se jugara, las diez las ganaría el Madrid (por cierto, de todos los medios y de todos los cronistas que seguí antes del partido, reclamo el derecho de hemeroteca de que sólo en NUEVA TRIBUNA se escribió que ése partido lo ganarían el Madrid).

De la misma manera que puede ganar las semifinales de Champions y hasta la Champions misma. Entonces, Hobbes habrá triunfado e inmediatamente la polémica empezará a surgir. No lo digo yo, lo dicen Di Stéfano y Cruiff, que no es poco. Las preguntas son: el mejor equipo de la historia del fútbol ¿debe jugar al contraataque con el autobús puesto en su portería o debe ser el equipo dominador al que se le debe de contraatacar? ¿Debe concebir el fútbol desde su portero y su defensa, desde atrás, o en el dominio del campo y el buen fútbol? ¿Debe ganar defendiendo o atacando? ¿Debe ejercer el fútbol-colmillo presionando cada balón como si les fuera la vida, haciendo las faltas que sean necesarias o debe ser el equipo contrario el que se preocupe de hacérselo a él? El toro está en el sitio, ahora veremos como se desenvuelve la corrida y qué piensa el tendido del siete.

Para terminar, en el día mágico de Grándola villa morena, ahí siguen los odiseos del Rayo Vallecano, segundos con serias posibilidades de ascenso automático a Primera, haciendo su revolución particular con un clavel y una sonrisa en la boca. En fin, lo dejo aquí. Señoras, señores, amen la vida, amen el fútbol.

La lucha por la Europa League anima la Liga