sábado. 12.10.2024

El cine militante de los años 70 dio a luz auténticas joyas que describen la atmósfera de la Transición. De entre todas ellas vale destacar un documental que en estos días de aprobadas exhumaciones recobra significado.

Es el año 1979 y los hermanos José Juan y Cecilia Bartolomé se colocan la cámara al hombro para registrar las opiniones de quienes visitan el Valle de los Caídos en el cuarto aniversario de la muerte de Franco. Allí, una militante de Fuerza Nueva eleva su voz "Franco encontró una España destruida, desecha, llena de piojos, llena de cadáveres, saqueada miserablemente por el comunismo y la masonería, y nos dejó una España maravillosa... ¡Una España arriba! Una patria limpia y llena de alegría, y nos la han destruido, la han dejado llena de terrorismo, de miseria, de anarquía..”.

DESPUES DE..“Después de…”, dividida en dos partes (“Atado y bien atado” y “No se os puede dejar solos”), explica la Transición a pie de calle, con testimonios de quienes la vivieron y la juzgaron a su antojo, independientemente de su militancia y/o ideología. Y la explica mientras está sucediendo.

La cámara de los hermanos Bartolomé registra los mítines de Fuerza Nueva y del Partido Comunista, va del Valle de los Caídos a los despachos de los abogados de Herri Batasuna y entre voces autorizadas y figuras reconocibles, se cuela el sentir popular en donde los matices parecen atenuados por la efervescencia de la época.

De Manuel Fraga a Santiago Carrillo, pasando por Adolfo Suárez y Felipe González; cada cual en su rol, asistiendo al inicio de una etapa que por esos días pretendió venderse como “modélica” pero que, sin embargo, estaba plagada de claroscuros.

DESPUÉS DE.. 2Durante los primeros años de la Transición, el cabreo no tenía color ni bandera. Cecilia Barrionuevo, directora del filme, pensó que el título más conveniente para dar nombre a la cinta era “Un país desencantado”, pero desencanto no era el sustantivo que reflejaba fielmente el sentimiento que observaba mientras rodaba. La gente estaba cabreada por distintos motivos:  “Los que querían desenterrar a sus muertos estaban cabreados porque seguían sin poder hacerlo; los de ultraderecha, porque querían volver al franquismo; los de extrema izquierda, porque decían que la Transición era un apaño… Era un país convulsionado, cabreado, que no tenía mucho que ver con la imagen que transmitían los medios.

No obstante, en cuanto arañabas un poco, te encontrabas con el "virgencita, virgencita, que me quede como estoy", por encima del cabreo estaba la resignación, porque el franquismo estaba aún demasiado fresco, había miedo a una involución militar. Así que acabamos la película visitando al Ejército, con la sospecha de que podía acabar pasando algo ahí dentro. Y acertamos…”, recordó Cecilia Barrionuevo durante una entrevista.

La “inconveniencia” de algunos de los testimonios y la sensación de crispación que transmitía este documental, hicieron que éste fuera “secuestrado” por la Administración, impidiendo su estreno hasta noviembre de 1983. Una de sus escenas ha cobrado vida propia al ser visualizada por miles de usuarios de You Tube, y bautizada como “La señora más franquista de España”, quizás la más explosiva de todas las secuencias de esta película que hoy parece recién estrenada.

El documental de la Transición que se viraliza con “La señora más franquista de España”