viernes. 26.04.2024
César Rodríguez de Sepúlveda | Foto: LinkedIn

 Poesía | JESÚS CÁRDENAS

Cada obra de César Rodríguez de Sepúlveda (Madrid, 1969) resulta un compromiso con el objeto creado desde una visión que cruza las artes como se trasponen los sentidos en una lectura atenta. Tras dos notorios y magníficos libros de poemas, Luz del instante (Ommpress, 2020) y Noticia del asedio (Ommpress, 2021), los lectores gozamos de la forma íntegra en la búsqueda y en el tratamiento exigente de la expresión poética llevado a cabo, ahora, en Oscuro vuelo (BajAmar, 2022). 

El título se encuentra apresado en el poema inicial de título homónimo. Lo observado en la naturaleza asombra cuyo significado, o mejor dicho, su interpretación es vertida en papel, así los estorninos y las palabras forman en el papel una imagen análoga: «palabras en el tiempo y en el aire, / confusos ideogramas, laboriosa / escritura celeste». 

Esta tercera entrega lírica recorre una sucesión por una treintena larga de composiciones, donde alternan las breves con las de mayor desarrollo. La cohesión es total. Una de las interpretaciones de la lectura de Oscuro vuelo es la reflexión del gusto por la belleza, verdadera vivencia del instante. Este mensaje es del todo alentador (¡ojalá lo captasen los jóvenes!). Así, en «Un cuento de fantasmas», si la reflexión de la vida tiene lugar a partir de un grabado «de M. R. James», todo se encuentra contenido y, por tanto, debe buscarse en la obra de arte: «Al cabo, ¿no es / nuestra vida, la vida de cualquiera, / la tristísima historia / de cómo raptan a un niño los demonios?».

Oscuro vuelo es leal a la trayectoria de César Rodríguez de Sepúlveda. Su exquisito cuidado por la forma no emborrona en absoluto el mensaje; antes al contrario, embellece el lenguaje para delicia de los amantes de la buena poesía

En un primer momento, nos llama la atención la cantidad de referentes artísticos que contiene el libro: pictóricos (Zóbel, Mondrian, Pollock, Vermeer, O´Keeffe o Van Coninxlo), mitológicos (Leandro, Apolo, Lot, Paris o Acteón). Bajo la capa de la écfrasis y la mitología se nos revela una necesidad de capturar el proceso de la creación poética, primera interpretación y sentido oculto que subyace en este ejercicio de introspección. 

Si comenzamos por el final, tal vez sean las cuatro o cinco últimas composiciones donde el sujeto más cerca se halle de la huella confesional, donde nos aproxima al aprendizaje de niño, el paso del tiempo, y el vértigo que asoma, lo que lo vincula con los poemas de su primer libro. De ellos cabe resaltar «Sala de espera». En esta composición parte de una anécdota, una visita al dentista, «Solo dolía / el miedo de la espera», que se vuelve trascendente en el momento en que se pierde esa ansiedad que genera la espera a la muerte: «Cuando llame la Muerte -temida y necesaria, / lo mismo que un dentista-, espero estar atento».

Nada queda al zar, nada se dice en balde, todo forma parte de un engranaje perfecto. Incluso cierto léxico responden al asombro de lo perplejo (alburvelamenparalepípedosbestezuelaazagayascuánpunitiva…). De las estructuras podríamos decir otro tanto. Sobresalen por su variedad las de estilo narrativo-descriptivo («Excalibur, «De la levedad»…), o las de narrativo-dialogado («El extranjero» o «Despedida»). En ellas el escritor madrileño también juega a ocultar el sujeto, tomando así distancia de la acción y contrapesando la tensión, como ocurre en «El extranjero» o en «Soliloquio de la niebla», ambas composiciones sobresalientes.

Debido a los rasgos culturalistas y a la exigencia formal empleada por Rodríguez de Sepúlveda podría pensarse que su estilo es barroquizante y complejo. Aclaremos que forma parte del compromiso del escritor con el propio arte de la escritura; eleva la palabra a la categoría de arte. Es un rasgo de estilo que forma parte de su voz poética. Quedémonos con la serie de composiciones («Soliloquio en la niebla», «El extranjero», «False Start» y «Nocturna cacería») donde se deducen versos pertenecientes a la poética de nuestro autor, pero siempre en analogía a algún elemento de la tradición. Por ejemplo el proceso de creación es descrito con la imagen de la cacería amorosa de la poesía provenzal. Así se advierte del grado de complejidad de la búsqueda: «atraparlas no es fácil: centellean / un breve instante y van a hundirse luego / de nuevo en la negrura. / Hay que actuar con decisión, / lanzarse sobre ellas, / sujetarlas con fuerza para que no se escapen».

Adviértase que el talento del escritor madrileño radica, precisamente, en convertir ese caudal estilístico en favor de una transmisión comunicativa clara. De ahí que pueda afirmarse que Oscuro vuelo posee una lectura que no se agota, que no cansa, capaz de ofrecernos distintas revelaciones.

La herencia de la mejor tradición literaria barroca se nos revela en Oscuro vuelo

El tratamiento del tema del tiempo es particularmente barroco, en el sentido de apurar el tiempo vivido, recreación del Carpe Diem: «El tiempo es ilusión […] / Somos, y basta […] dioses este instante, / […] seamos solo, enlazadas las manos, sonrientes, / parte de este paisaje, de estos versos». El violento contraste entre la ficción y la realidad retoma un tema clásico de nuestra literatura áurea («Excalibur», «Para engañar al monstruo»). El uso de sonetos clásicos («Ambistona Mexicanum»), el empleo de acumulaciones enumerativas («Mariposa de niebla» o «Acteón»), el destacado empleo del hipérbaton («Apenas si perplejo te detienes / y embelesado atisbas su blancura / un instante»). Sin embargo elude las imágenes de pesimismo, lo que importa es el hic et nunc, como se muestra en la interrogación retórica de «Objetividad»: «¿Y será más verdad / la inalcanzable alquimia de su fuego, / ardiendo a cientos de miles de kilómetros, / que el sencillo milagro de sentir / su caricia en el ama, aquí y ahora? » 

En suma, Oscuro vuelo es leal a la trayectoria de César Rodríguez de Sepúlveda. Su exquisito cuidado por la forma no emborrona en absoluto el mensaje; antes al contrario, embellece el lenguaje para delicia de los amantes de la buena poesía.

Oscuro vuelo. CÉSAR RODRÍGUEZ DE SEPÚLVEDA. Ediciones La cruz de Grado, 2022. COMPRA ONLINE


JESÚS CÁRDENAS. Poeta,profesor y crítico literario
JESÚS CÁRDENAS.
Poeta, profesor y crítico literario

Compromiso con la palabra | "Oscuro vuelo", de César Rodríguez de Sepúlveda