viernes. 03.05.2024

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Pablo D. Santonja | @datosantonja

"Superman: La Era Espacial" de Mike Allred y Mark y Laura Russell es una obra que, si bien se adentra en una historia grandilocuente, se encuentra desafortunadamente atrapada en su falta de profundidad y originalidad. A medida que la trama se desarrolla en los confines del espacio, nos encontramos con una historia que no logra despegar.

Uno de los mayores desafíos que enfrenta "Superman: La Era Espacial" es su incapacidad para mantener el equilibrio entre la grandiosidad del entorno y la profundidad emocional del personaje principal. ¿Se acuerdan cuando en nuestras series y sitcoms hacían capítulos recopilatorios rememorando momentos estelares de temporadas pasadas? Bien, pues “La Era Espacial” podría ser un buen símil. Cuenta, a lo largo de 30 años, los hitos más importantes de Superman, con apariciones de los miembros de la Liga de la Justicia de América de fondo. Que, por otro lado, es la representación de la LJA más absurda de todas, planteando unos personajes inútiles, sin carisma y completamente bobos ante un guión sin fuerza. Green Lanter es inutil, Green Arrow un engreido, Batman seguramente la versión menos inteligente de todas, con una trama que no aporta nada al conjunto de la obra. Pareciera que el objetivo de esta obra de superhéroes es ridiculizarlos, pero se queda a medio gas, y no termina de cuajar el tono. 

"Superman: La Era Espacial" se queda corto en su intento de ofrecer una experiencia memorable para los fans del Hombre de Acero

Otro error es repetir la manida representación de Superman como “La Esperanza”, una idea que ha llegado a nuestros días desgastada y sin fundamento. Tal vez en la década de los 40 o 60 aún era creíble la representación de un super hombre americano que estaba por y para el mundo. En la actualidad, y con el palmarés histórico de los Estados Unidos, poco o nada queda ya de esa visión de hombre hecho a sí mismo, del sueño americano, por lo que representar al prototipo del superhombre como el ciudadano perfecto, huele a añejo. 

El problema de Superman es de base. En los años 40 los lectores se quedaban alucinados por la proeza de volar o levantar un autobús. En la actualidad, para los amantes de los superhéroes ese acto es un “martes cualquiera". Si esto le añades que has creado al ser más poderoso, perfecto e inquebrantable de los superhéroes, los conflictos que se desarrollan en sus historias suelen ser una hipérbole de desgracias (que siempre afecta al planeta Tierra a niveles intergalácticos) y que nada tiene que empatizar el lector con ellos. Al final los problemas son tan trascendentales, que terminan por dar igual, pues sabes que Superman, al final, nunca pierde.

Los lectores de cómic vibramos más con historias profundas y atrevidas, y cercanas a la Norteamérica actual, como la saga “Injustice” de Tom Taylor

Y mientras que los escenarios intergalácticos podrían haber ofrecido una oportunidad única para explorar la complejidad de Superman como un ser alienígena en un mundo ajeno, en cambio, se convierten en meros telones de fondo para una serie de encuentros superficiales con villanos estereotipados, con un “enemigo terrible” que cómo no, en un arranque de originalidad, destruirá el universo. Un enemigo, que, por cierto, jamás se ve, ni aparece en escena más que contadas ocasiones. 

Russell parece desaprovechar la oportunidad de utilizar el contexto espacial para abordar una trama que no ocurre en el espacio. En lugar de ello, se sumerge en una serie de tramas simplistas y planas de malos muy malos y buenos sin herramientas para hacerles frente. Con una trama de Lex Luthor que añade páginas, pero nada aporta al contexto de la obra. 

El arte de Michael y Laura Allred, si bien colorido y estilizado, también deja mucho que desear, copiando un estilo clásico de los 60, pero sin arriesgar en nada. Aunque resultón, no consigue realzar la trama. 

En conclusión, "Superman: La Era Espacial" se queda corto en su intento de ofrecer una experiencia memorable para los fans del Hombre de Acero. En lugar de expandir el universo del personaje de manera significativa, se siente como un pastiche de cosas ya vistas en la enésima historia sobre los orígenes de los personajes. Creo, que por los tiempos que corren, los lectores de cómic vibramos más con historias profundas y atrevidas, y cercanas a la Norteamérica actual, como la saga “Injustice” de Tom Taylor. 

“Superman, la era espacial” u “otra crisis planetaria más”