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Pablo D. Santonja | @datosantonja
Desde las calles de Caracas, Venezuela, emerge una banda que ha conquistado corazones con su fusión única de ritmos caribeños, rock alternativo y letras que narran la vida cotidiana con una mezcla de melancolía y esperanza. Rawayana, con su sonido fresco y su energía contagiosa, ha capturado la atención de audiencias no solo en su tierra natal, sino en todo el mundo.
Formada en Caracas en 2007, Rawayana es el resultado de la colaboración entre Alberto "Beto" Montenegro, Antonio "Tony" Casas, Andrés Story y Rodrigo "Rodo" Michelangeli. Su música es un reflejo de la rica diversidad cultural de Venezuela, que se entrelaza con influencias internacionales para crear un sonido verdaderamente original.
La presentación de Rawayana fue una experiencia que dejó una huella en todos los venezolanos que compartieron durante el concierto compases y bailes
La música de Rawayana es una amalgama de géneros que van desde el reggae, funky, hasta el pop y el rock. Sus letras, en su mayoría en español, exploran temas como el amor, la amistad, el viaje y la búsqueda de identidad, todo ello envuelto en una atmósfera de positividad y buen rollo.
A lo largo de los años, Rawayana ha cosechado éxitos tanto en Venezuela como en el extranjero. Canciones como "High" y "Tucacas" se han convertido en himnos para una generación.
La banda ha recorrido escenarios de América Latina, Estados Unidos y Europa, cautivando a audiencias con su energía en vivo y su carisma único con su “¿Quién trae las cornetas? World tour”. Han compartido escenario con artistas de renombre internacional y han colaborado con músicos de diversos géneros, demostrando su versatilidad y su capacidad para trascender fronteras musicales. En este caso, el pasado 10 de abril, abrieron su primer Wizink Center de Madrid con la colaboración de Marc Segui, Simon Grossmann y J Noa.
Así, el emblemático Wizink Center de Madrid se convirtió en el epicentro de una vibrante fusión de ritmos caribeños ante un público entregado y ávido de buena música, donde Venezuela se hizo presente, y todos los asistentes vivieron la emoción de sentir cerca, de alguna manera, su tierra.
Rawayana ha cosechado éxitos tanto en Venezuela como en el extranjero. Canciones como "High" y "Tucacas" se han convertido en himnos para una generación
Desde el momento en que las luces se atenuaron y los acordes iniciales resonaron en el recinto, la atmósfera se impregnó de una electricidad palpable. Con su característico carisma y estilo desenfadado, los músicos de Rawayana cautivaron a la audiencia desde el primer compás, invitándola a sumergirse en un viaje musical lleno de color, con una banda emocionada ante los logros alcanzados pues, como comentaron a los asistentes, “qué difícil ha sido llegar hasta aquí”.
El repertorio incluyó éxitos de su discografía como algunas de sus primeras composiciones que demostraron la evolución artística de la banda. Temas como "Se te nota", "Break" y "Feriado" fueron recibidos con euforia por parte del público, que coreó cada verso y se dejó llevar por la irresistible cadencia de los ritmos.
Pero más allá de la música, lo que realmente destacó fue la conexión genuina que Rawayana estableció con sus seguidores. Además, la puesta en escena no defraudó en ningún momento. Un despliegue visual impresionante, con juegos de luces, proyecciones y efectos especiales, complementó magistralmente la experiencia sonora, transportando al público a un universo paralelo donde la música y la imaginación se fundían en perfecta armonía.
El concierto culminó con un apoteósico “Sádico” y con su hit “Break”. En resumen, la presentación de Rawayana en el Wizink Center de Madrid no solo fue un concierto, sino una experiencia que dejó una huella en todos los venezolanos que compartieron durante el concierto compases y bailes.
