sábado. 20.04.2024

Una de las piezas más destacadas es la reproducción, a tamaño real, de las pinturas de una absidiola de Sant Quirze de Pedret, realizada exclusivamente para la muestra, además de la inclusión de una reproducción virtual en 3D de la portada de Ripoll, realizada en 2008.

Destaca también la pieza de 'La Lapidación de San Esteban', que ha sido objeto de una cuidada restauración, cuyos resultados se presentan por primera vez al público en esta exposición, según ha explicado hoy María Teresa Ocaña, Directora del Museu Nacional d'Art de Catalunya.

La muestra llega a Madrid coincidiendo con la remodelación de las salas de arte románico del MNAC y permanecerá abierta hasta el 15 de mayo. Probablemente será una visita "única" a la capital, ya que tan sólo en la exposición de París en 1937 se pudo contemplar un conjunto de obras tan significativas.

Así, el visitante que se acerque a la Fundación Mapfre podrá disfrutar la arquitectura románica (pintura mural y escultura en piedra); apreciar objetos de mobiliario litúrgico (pintura sobre tabla, escultura obre madera, orfebrería) y admirar el color de los esmaltes, en una muestra que transpira "espiritualidad", según ha precisado el director general de la Fundación Mapfre, Pablo Jiménez Burillo.

LA LAPIDACIÓN DE SAN ESTEBAN

Arranca la muestra con 'El color en la arquitectura' donde destaca la presencia de la Lapidación de San Esteban. La pieza ha sido objeto de una cuidada restauración y los resultados se presentan por primera vez al público.

La muestra prosigue con las piezas escultóricas, este recurso fue adoptado en Cataluña de manera tardía. La escultura monumental muestra cómo esta tendencia fue adoptada por los artesanos, arquitectos y constructores. El monasterio de Ripoll es uno de los centros más activos. La Dovela de Ripoll y la representación virtual en 3D son muestran de esta escultura monumental.

PINTURA DE TABLA AL TEMPLE

A continuación se exhiben los ejemplos de pintura de tabla al temple. Aunque las iglesias más pudientes tenían frontales de orfebrería, las tablas eran muy apreciadas. En el conjunto de Tavèrnoles y el Baldaquino de Tost se aprecia esta riqueza. En la mayoría de las ocasiones estos altares precisaban de piezas laterales que rodeaban toda la estructura. Esta singularidad también la encontramos en el altar de Tavèrnoles. 

Asimismo, la muestra no olvida a las representaciones religiosas de la época. Destaca la Majestat Batlló, una emblemática representación del triunfo sobre la muerte de Cristo. La ubicación en el montaje, aislada en una sala circular, pretende enfatizar la fuerza de la pieza y el recogimiento que la misma implica al ser observada.

La exposición se cierra con la sección 'El tesoro de la iglesia' donde los objetos de orfebrería y esmaltes cumplían una doble función, tanto litúrgica como de pieza de colección. Estas piezas eran patrimonio de los templos y susceptibles por tanto de tráfico mercantil. No obstante se trataban como piezas de colección, y eran atesorados y resguardados en sacristías.

La exposición 'El esplendor del Románico' recibe 74.000 visitantes