viernes. 29.03.2024
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La derecha utilizó métodos retorcidos en Brasil, Ecuador, Venezuela y, por lo que se sabe mediante la denuncia del inspector jefe José Angel Fuentes Gago, también en España con el objetivo de ensuciar a Podemos

La trama de espionaje ilegal en la que están involucrados jueces, fiscales, periodistas y medios de comunicación argentinos, ha revelado el modus operandi mediante el cual la derecha ha logrado colocar a Mauricio Macri en la presidencia del país.

El juego sucio se inició mucho antes de las elecciones generales en las que el líder de Cambiemos logró la victoria con un ajustadísimo porcentaje de votos. Fueron los medios ahora cuestionados los encargados de operar a favor de Mauricio Macri, ocultando su prontuario, sepultando las ilegalidades por las que está procesado; y forzando a la opinión pública a confiar en sus “buenas intenciones”. A la prensa oficialista, que concentra el 60 por ciento de la audiencia nacional, le fue devuelto el favor mediante las políticas desregulatorias que impulsó el gobierno de Cambiemos, logrando profundizar sus niveles de concentración. El Grupo Clarín es el caso más paradigmático en este proceso: La fusión autorizada en 2018 de Cablevisión, el mayor operador de televisión paga; y Telecom, la principal empresa de comunicación fija y móvil, consolidó al multimedio como el mayor del mercado.   

Ahora el poderosísimo Grupo Clarín desestima en sus portadas la noticia que ya publican portales internacionales. El escándalo quedó al descubierto y revela la finalidad de la organización delictiva que no era otra que comprometer a funcionarios del gobierno de la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner en hechos de corrupción; una práctica denominada “lawfare” en la que los medios hegemónicos son los encargados de operar mediante falsedades para provocar la reacción de la opinión pública.

El mismo día de la asunción de Macri al poder, Héctor Magneto, el magnate detrás del Grupo Clarín, fue recibido en la Casa Rosada en una clara muestra del vínculo que terminó de afianzarse a partir de diciembre de 2015. El eslabón de la cadena de complicidades iniciaba de esta manera su raid para determinar, aún con mayor profundidad, cuál sería la dieta informativa que consumirían millones de argentinos, qué “noticia” se repetiría hasta que lograse calar en el subconsciente, qué se ocultaría y qué se silenciaría definitivamente. 

walterY la devolución de favores no se hizo esperar. Macri impulsó cambios drásticos que favorecieron a los medios que promocionaron su candidatura a presidente; inició el desguace de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual –aprobada durante la etapa kirchnerista como resultado de un histórico debate transversal–, la flexibilización o eliminación de topes a la concentración en televisión y radio, tanto como en la propiedad cruzada, y la intervención de las autoridades de aplicación, entre otras medidas. A partir de entonces comenzaron a ser portada los supuestos escándalos de corrupción kirchnerista, mientras que las pruebas irrefutables de los delitos del oficialismo eran silenciadas sistemáticamente.

Sin embargo ahora se sabe de qué manera Macri logró llegar a la Casa Rosada y cuál es su vínculo con las escuchas ilegales y la trama mediático-judicial que pretendió naturalizar la prisión preventiva para los miembros del kirchnerismo acusados por corrupción. La derecha utilizó métodos retorcidos en Brasil, Ecuador, Venezuela y, por lo que se sabe mediante la denuncia del inspector jefe José Angel Fuentes Gago, también en España con el objetivo de ensuciar a Podemos. Los informes sobre la financiación del partido liderado por Pablo Iglesias y sobre pagos efectuados por del gobierno venezolano fueron publicados en varios medios de comunicación, pero no tuvieron ningún recorrido judicial. Ahora comienza a conocerse la verdad de esta trama que involucra a ex funcionarios del Partido Popular y al mismísimo Mariano Rajoy. 

La derecha retorcida