viernes. 26.04.2024
ECUADORO

Nuestra revolución no significa cambios violentos, pero sí cambios profundos y radicales. ¿Por qué es ciudadana? Porque los legisladores y demás ‘representantes’ del pueblo ya no se representaban ni siquiera a ellos mismos. Este proceso fue el fruto de los ‘indignados’ del Ecuador, que se indignaron mucho antes que los de Europa...
Rafael Correa.

Hace 7 años, un país pequeño y lejano llamado Ecuador protagonizó uno de los momentos históricos más importantes del continente latinoamericano convirtiéndose con ello en el ejemplo para los que desde Europa anhelamos un espacio político democrático, justo, libre e igualitario. Construido desde abajo, respetando al hombre y a la naturaleza.

Hace 7 años, Rafael Correa un economista de profesión, se ponía al frente de Alianza PAIS, un movimiento surgido en el 2006, inspirándose de las experiencias de Jubileo 2000 Red Quayaquil, una organización de la sociedad civil que promovía negociar la deuda odiosa (deuda externa) de Ecuador. Tema que Rafael pondría encima de la mesa en el 2008 con la famosa frase “Primero la vida después la deuda”, creando un Comité de Auditoría de la deuda y dejando de pagar el 70% de la misma.  En 2011 por cada dólar invertido en el sector social, sólo 33 centavos van al pago de la deuda (frente al $1,8 en 2006).

Hace 7 años, Ecuador comenzó una revolución conocida bajo el nombre de “Revolución Ciudadana” en la que el presidente del gobierno llegaba al poder auspiciado por un proceso constituyente respaldado por más del 80% de los ecuatorianos. En septiembre del 2008 la Constitución de Montecristi, la primera constitución en concederle derechos a la naturaleza, fue aprobada, abriendo paso al “socialismo del buen vivir”.

Hace 7 años, Ecuador se levantó y miró de frente a EEUU y a la Troika. Dijo no al Tratado de Libre Comercio (TCL). Se opuso a la Base de Manta (en manos de EEUU), y hoy se opone a Chevron. Se decidió devolverle la soberanía al pueblo, anteponiendo el interés de los ecuatorianos al interés de los mercados. Desde 2007 los ecuatorianos han legitimado en nueve procesos electorales el proyecto de país emprendido por Correa.

Hace 7 años Ecuador emprendió el camino por el cuál conseguirían que la pobreza (por ingresos)  se redujera en 12 puntos entre 2006 y 2012. Desde entonces más de 450 mil niños dejaron de trabajar. Consiguió reducir en 7 puntos la desigualdad social. La relación entre ricos y pobres disminuyó otros 10 puntos. Entre 2007 y 2011 Ecuador consiguió escalar 7 puestos en el Ranking de Índice de Desarrollo Humano de Naciones Unidas.

Hace 7 años Rafael Correa decidió aumentar por 8 el monto dedicado a los servicios públicos como la sanidad y la educación. La asistencia al bachillerato se incrementó en 22 puntos porcentuales para los indígenas y en 14 puntos para los afroecuatorianos entre 2006 y 2011. Se incrementó asimismo en 5 puntos porcentuales la tasa de matrícula universitaria, haciendo de la educación superior una educación pública y gratuita. Y se otorgaron 17 veces más becas que los 7 gobiernos anteriores juntos.

Hace 7 años Ecuador apostó por invertir en investigación y de ahí nació Yachay: un ambicioso proyecto por el cuál la Universidad Tecnológica de Ecuador se convertirá en el principal conglomerado tecnológico de América Latina. Correa invirtió en los jóvenes en especial y en el ser humano en general garantizando con ello la igualdad y la equidad. En 5 años se aumentó al doble la inversión en crédito educativo en comparación con los gobiernos de los últimos 33 años. Se crearon 4 nuevas universidades públicas y se triplicó el número de investigadores en institutos públicos.

Hace 7 años Correa apostó por la energía limpia. Y en el 2016 Ecuardor se convertirá en país exportador de energías renovables. Para general energía eléctrica se decidió sustituir el diesel importado por combustible de producción nacional, ahorrando al país 50 millones de dólares al año.

Hace 7 años, Ecuador se puso del lado de la integración latinoamericana construida por y para el pueblo, basada en la solidaridad, impulsando el comercio justo. UNASUR, Celac y el ALBA son ejemplos de este tipo de integración. Entre 2005 y 2011 el comercio ecuatoriano creció un 56%.

Desde hace 7 años, Ecuador, el Jaguar latinoamericano como lo llaman algunos, está sumergido en una profunda transformación política, social y económica, una revolución ciudadana en muchas ocasiones silenciada por los medios de comunicación occidentales. La restitución del ser humano como centro de atención de la política, el Estado y la economía, una redistribución más justa de la riqueza y el reconocimiento de los derechos de la sociedad y la naturaleza son algunos de los estandartes que guiaron y motivaron el socialismo del Buen Vivir. La equidad, la libertad, la igualdad y la felicidad no son utopías, sino valores accesibles para el proceso de cambio de un país. Si una gran idea de país, sin las amplias mayorías y sin la voluntad popular el proyecto hubiese fracaso. Pero también hizo falta mucha voluntad política, coraje y convencimiento para tomar las riendas de un país y apostar por el cambio. Hoy Ecuador ya no está en venta.

España y Europa tienen mucho que aprender de Ecuador. Un proyecto desde abajo que plantee una transformación de las instituciones europeas y su relación de poder se hace no sólo necesario sino urgente. Para ello la izquierda deber aprender lo que es sumar, aprender que las luchas sociales no bastan sino se consigue conquistar el poder político. Salir de la lógica de la deudocracia y plantearla desde la Europa de los pueblos. Conquistar las urnas debería ser el campo de batalla actual. Como si de un tablero de ajedrez se tratase, hoy toca mover ficha. 


*Todos los datos publicados están contrastados con cifras oficiales de los diferentes institutos estadísticos de Ecuador, Banco Central de Ecuador, Secretaria Nacional de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación, Vicepresidencia del Gobierno, la CEPAL y estudios del PNUD.

Dina Bousselham | Politóloga | Especialista en América Latina

Lecciones de la Revolución Ciudadana: 7 años después