viernes. 29.03.2024
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Hay libros que entretienen, que alegran, que enseñan, que emocionan, que conmueven. El libro “18 de octubre de 1971. La ocupación de SEAT” tiene un poco de todo esto y conmemora el cincuentenario de la ocupación de la factoría SEAT de la Zona Franca de Barcelona. Se trata de una obra en la que han participado y autoeditado muchos de los protagonistas de aquellos días que empujaron con su lucha en defensa de sus derechos, la ampliación de la libertad sindical y ensancharon la lucha contra la dictadura.

Fue en octubre de 1971 cuando sucedieron los acontecimientos que narra este libro que pretende, en palabra de Carles Vallejo, coautor del mismo y sindicalista represaliado de Seat, “cubrir una parte de ese vacío de nuestra memoria colectiva, imprescindible para comprender el presente y construir el futuro”. No podemos olvidar que la ocupación de la fábrica de Seat se produce con el dictador vivo y con los jurados de empresa controlando la representación de los trabajadores.

Es un testimonio de aquellos trabajadores y trabajadoras que se organizaron desde cada sección, desde cada taller, hasta confluir en una gran asamblea en la que participaron unas 6.000 personas decididas, organizadas y firmes como una sola.

Durante la ocupación de la fábrica de Seat, la represión policial fue brutal, provoco numerosos heridos y el asesinato de Antonio Ruiz Villalba, uno de los muchos obreros que defendía en aquellos trágicos días sus derechos y los de todos nosotros. Los sindicatos de Seat recuerdan cada año el aniversario del compañero asesinado, y se reúnen en torno a la placa que recuerda su nombre. Un nombre que todos ellos conocen y recuerdan. Un nombre que debe ser conocido y recordado por todos nosotros.

Ha pasado el tiempo y aquella generación heroica ha sido sustituida de manera natural por otra más joven que se enfrenta hoy a nuevos desafíos; pasar de fabricar automóviles convencionales a construir coches eléctricos y eso significa cambios profundos en la organización del trabajo y de la plantilla, pero son trabajadores fuertemente sindicalizados, con gran trayectoria de lucha y de negociación, que seguro serán capaces de llevar a buen puerto esa transición imprescindible para el futuro de todos, como señala Carmen Olivera, trabajadora y sindicalista de Seat.

Y es que para entender “lo que nos va a tocar afrontar en estos momentos, es preciso conocer de dónde venimos, y dónde nos encontramos”, son palabras de la “compañera del metal”, Garbiñe Espejo, máxima responsable de la federación de Industria de CCOO, empeñada en resaltar el papel que las trabajadoras de Seat jugaron en aquel conflicto, recordando a “compañeras como Elena, trabajadora de la línea de cableado, que en el momento de sacar adelante la ocupación fue quien lideró y empujó a las compañeras de sección a sumarse a la movilización”.

El libro ha sido presentado recientemente en Madrid, y ha servido a Unai Sordo máximo responsable de Comisiones Obreras para recordar, una vez más, el papel del movimiento obrero y señalar como la lucha que empezó por reivindicaciones laborales, abrió camino a reivindicaciones sociopolíticas que contribuyeron a generar un clima de lucha contra la dictadura y en defensa de la democracia.

Por esto y por muchas cosas más, este libro que recuerda acontecimientos históricos, lo hace de forma amena. Alegra saber que hay luchas que significan un avance importante, que han costado mucho dolor y sangre, y eso siempre conmueve. Es un excelente regalo y una lectura que reconforta, porque el sindicalismo (casi) no tiene quien le escriba.

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El sindicalismo (casi) no tiene quien le escriba