jueves. 25.04.2024
Coordinadora Andaluza Mareas Blancas
Foto: Coordinadora Andaluza Mareas Blancas

El seguro médico privado no es el dorado

La estrategia de los gobiernos que no creen en el sector público es muy clara históricamente. Con respecto a la Salud, lo esencial es primero deteriorar el Sistema de Sanidad Pública. En los períodos en los que lo público funciona bien, la ciudadanía no percibe necesidad de acudir a lo privado. Las décadas de los noventa y hasta que comienzan los recortes en 2010 son la prueba manifiesta.

Aprovechando la pandemia de la Covid 19 la situación les ha resultado perfecta para los intereses políticos del Gobierno Andaluz. En lugar de contratar a profesionales específicos para rastrear los casos detectados, aislar a los infectados y trabajar con sus contactos de riesgo, que era lo que tenían que gestionar, decidieron políticamente utilizar a la ya mermada plantilla de profesionales de Atención Primaria para que trabajaran a destajo en todo lo relacionado con la epidemia, abandonando forzadamente su trabajo habitual de asistencia rápida, continuada tanto a los pacientes en los Centros de Salud como en la atención domiciliaria y en la Salud Comunitaria en los barrios, pueblos y pedanías correspondientes.

Este traslado de funciones laborales, obviamente, ha deteriorado aún más gravemente la atención sanitaria que necesita la población. Además, aprovechando los aislamientos forzados por la pandemia de la ciudadanía, implantaron la atención telefónica y han comprobado las perversas “ventajas” (falta de la existencia de contacto clínico real con plantillas reducidas y más deterioro de la asistencia) de esta medida. Ahora, cuando la mejora de la pandemia permite la disminución de restricciones, en los centros de Atención Primaria sigue siendo muy complicado ver al profesional que te corresponde de forma presencial.

Esta asistencia sanitaria tan deteriorada ha conducido a que personas y familias que han podido hacerlo, contraten seguros sanitarios privados. El deterioro previo les ha venido de maravilla a las empresas del sector.

Llegados a esta terrible situación, ¿aseguran estos seguros privados una atención correcta? La respuesta es que no. Y nos explicamos.

Desde hace un tiempo, ya existen listas de espera para que te atienda un profesional que trabaja para una empresa de seguros de medicina privada. En los hospitales privados, de igual manera, ya venían necesitando más profesionales, dada las derivaciones masivas hacia ellos desde la Sanidad Pública hospitalaria. Esta falta de profesionales en el sector privado se debe, en gran medida, a los deficientes salarios y condiciones de trabajo existentes en estos centros. Así es, las cuotas que perciben estos profesionales son muy inferiores a las que consiguen con su actividad en sus consultas personales. Con las revisiones médicas todavía cobran menos. Es decir, que no existe una dinámica muy proclive a que el trabajo en el sector privado sea muy atractivo para los profesionales. No hay problemas, enseguida la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía les solucionó este conflicto. Acabando con la exclusividad, los médicos pueden trabajar en ambos sectores sin problemas y con incentivos económicos pagados con dinero público.

Para mejorar esta atención privada, algunas empresas están proponiendo unas ofertas, mediante las cuales, pagando un plus, el asegurado recibe una atención más rápida y más correcta. O sea, la salud de un ciudadano deja de ser un derecho equitativo y pasa a depender del dinero. La salud se vuelve mercancía a comprar.

Además, estas consultas y estos ingresos hospitalarios privados están desconectados entre sí. Cada profesional tiene su base de datos y no tienen dato alguno de las historias clínicas previas o simultáneas de sus pacientes, ya que el sector privado no actúa como sistema sino para obtener beneficios. Obviamente, no tienen posibilidades de acceder al historial clínico público que cada paciente tiene.

Como cualquier otro tipo de seguro, el precio de los contratos depende, y mucho, de la edad de la persona interesada y de las patologías previas que ésta padezca. Si eres un paciente de más de 65 años y con enfermedades crónicas severas incluso pueden negarse a contratarte el seguro médico deseado. Sólo resuelve que te atiendan en una consulta de especialidad hospitalaria, en unas condiciones de calidad dudosa y a patologías menores. Si padeces una enfermedad grave, el seguro no tiene cobertura o resultaría muy caro.

Por lo tanto, la contratación de un seguro sanitario privado no es la solución, ni siquiera para aquellas personas que pueden pagarlo. El dilema se resuelve recuperando la Atención Primaria, es decir, me encuentro mal y mi médico de familia me atiende rápida y efectivamente.

Con todo lo anterior, queremos transmitir que la atención médica privada no es la panacea, no es la llegada al dorado sino, más bien, a la ilusión del dorado, que sabemos cómo acabó.

La población andaluza, teniendo bien financiado y a tope el Sistema Sanitario Público, no necesita complementos privados que, por otro lado, no aseguran la calidad deseable. Por ello debemos comprometernos en la recuperación de la Sanidad Pública para que TODAS LAS PERSONAS tengan garantizada una atención médica y de enfermería de la máxima calidad, porque tienen derecho a la misma. Si la movilización ciudadana es masiva podemos conseguirlo.

Antonio Vergara de Campos y José Antonio Brieva Romero | Coordinadora Andaluza de Mareas Blancas | Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública de Andalucía

El seguro sanitario privado no es la solución