domingo. 12.05.2024
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Luis Rubiales no dimite como presidente de la Real Federación Española de Fútbol tal y como él mismo ha trasladado a los miembros de la RFEF reunidos en asamblea extraordinaria este viernes en la Ciudad de Fútbol de Las Rozas de Madrid. “No voy a dimitir” ha repetido hasta en cinco ocasiones recibiendo el aplauso de buena parte de los asamblearios.

Rubiales ha cargado con dureza contra los medios de comunicación y los representantes políticos que han criticado su actuación en la final del Mundial de Fútbol Femenino y ha explicado su posición en una larga intervención en la ha criticado reiteradas veces lo que él considera “la lacra del falso feminismo”.

PIDE PERDÓN POR AGARRARSE "LOS HUEVOS"

El presidente de la RFEF ha comenzado agradeciendo las muestras de apoyo recibidas en los últimos días, “muchísimos mensajes” de gente que, “aunque silenciada me está apoyando”, ha dicho y ha continuado pidiendo disculpas por el gesto agarrándose sus partes que realizó en el palco en el momento en que la selección femenina se proclamó campeona del Mundial. “Quiero pedir perdón sin paliativos sin ninguna clase de excusa por un hecho que ocurrió en el palco en un momento de euforia, cuando me agarré esa parte del cuerpo que ya habéis visto”.

Según ha dicho, en ese momento se estaba dirigiendo al entrenador Jorge Vilda que, desde el terreno de juego, le dedicó levantando los brazos la victoria, lo que le emocionó “muchísimo”, reaccionando con un “ole, ole tus huevos”. Por ello -afirma- pide “sinceras disculpas” a la reina Letizia y a la infanta Sofía, presentes en ese mismo palco, y “a todo el que se haya sentido ofendido”, porque reconoce que fue un gesto “poco edificante”.

Pero es ahí donde han acabado las disculpas de Rubiales ya que inmediatamente después se ha presentado ante la asamblea de la RFEF como una “víctima” de una “cacería” y de “una campaña de asedio” por parte de la prensa.

“FUE UN BESO CONSENTIDO”

Asegura Rubiales que el beso a la jugadora Jenni Hermoso fue “un pico espontáneo, mutuo, eufórico y consentido”, y que no hubo “deseo”, ni “contenido sexual”, ni “posición de dominio”. Un beso inocente igual que el que podría haber dado a una de sus hijas, dice, las cuales han querido mostrar el apoyo a su progenitor acudiendo a la reunión de la asamblea extraordinaria. El presidente de la RFEF justifica esta acción señalando a la propia jugadora como responsable a la par de ese “pico consentido” y al que después siguieron las “presiones”, el “silencio” de Hermoso y “un comunicado que no termino de entender”.

Rubiales se ha referido en varias ocasiones a Javier Tebas, presidente de la Liga Nacional de Fútbol Profesional, como uno de los responsables del linchamiento a su persona. A su juicio, lo que se ha pretendido por parte de medios de comunicación “dominados y vendiendo pleitesía al señor Tebas o al falso feminismo que es una lacra de este país” no es otra cosa que acabar con él, en una acción que ha calificado de “asesinato social” y a la que dice estar acostumbrado: “desde hace cinco años van a por mi por tierra, mar y aire”, ha asegurado y ha vuelto a apuntar a Tebas y “sus títeres”.

MENCIÓN A YOLANDA DÍAZ

Rubiales se ha atrevido incluso a dar lecciones de feminismo a sus tres hijas, una de ellas notablemente emocionada a la que ha pedido que no llorase, instándoles a “aprender la lección” de que la igualdad “no es diferenciar entre lo que dice el hombre y la mujer” sino “entre la verdad y la mentira”, y ha vuelto a cargar contra el “amarillismo” del “falso feminismo que hay por ahí” que está “preparando una ejecución” para “ponerse una medalla”.

Rubiales ha anunciado acciones legales contra las ministras en funciones Yolanda Díaz, Irene Montero y Ione Belarra y contra el exportavoz de Podemos en el Congreso, Pablo Echenique, por acusarle de agresión sexual por el beso a Jenni Hermoso, y a los que califica de “falsas feministas” que “destrozan a las personas” y a los que acusa de querer “asesinarlo públicamente”.

El todavía presidente de la RFEF ha dejado claro que va a “luchar hasta el final” y que no piensa dar un paso atrás: “No es soberbia ni prepotencia, es humildad y estoy dispuesto a ser vilipendiado por defender la verdad”, ha dicho, confiado en la justicia y en que “se cumpla la ley”.

Rubiales se niega a dimitir y carga contra lo que considera “la lacra del falso feminismo”