lunes. 29.04.2024
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El Grupo Parlamentario Socialista ha registrado una proposición no de ley en el Congreso de los Diputados en la que propone que la camarera de piso sea considerada “profesión de alta peligrosidad”, además de promover entre las distintas administraciones y el sector turístico diferentes medidas para “transitar hacia un modelo turístico más sostenible y de protección de las trabajadoras del sector, ante posibles riesgos ergonómicos o psicosociales”.

Así, los socialistas promueven unas de las medidas que las camareras de piso han venido reivindicando históricamente, como es la instalación de camas elevables en los establecimientos turísticos, y que el Govern de les Illes Balears ya incluyó en su Ley 3/2022 de medidas urgentes para la sostenibilidad y la circularidad del turismo. Una ley que incluye un periodo transitorio de cinco años en los que los establecimientos deben de ir sustituyendo sus camas por otras que sean elevables mecánica o eléctricamente, hasta que en 2028 la totalidad atiendan a este criterio.

“Esta medida supone una evidente mejora en las condiciones laborales de las camareras de piso, que verán drásticamente reducidos sus esfuerzos físicos a la hora de levantar una cama, y supone una esperanza real y una guía para otros gobiernos”, según la Unión Sindical Internacional.

Además, la proposición no de ley el Grupo Socialista propone a “avanzar en el reconocimiento de enfermedades laborales a aquellas lesiones musculares derivadas de los esfuerzos físicos del trabajo realizado por dichas trabajadoras, y su inclusión en el catálogo de profesiones de alta peligrosidad".

Las organizaciones que defienden sus derechos laborales han reivindicado diversas medidas de protección laboral y el reconocimiento de enfermedades derivadas de la sobrecarga muscular a la que están sometidas, ya que el trabajo que realizan las camareras de piso conlleva actividades muy manuales, de movimientos repetitivos y de sobresfuerzos, lo que puede derivar en lesiones y enfermedades musculares y de carácter psicosocial.

Se trata de una actividad profundamente feminizada, con aproximadamente un 60,2 por ciento de la fuerza laboral compuesta por mujeres y expuesta a importantes esfuerzos físicos, según ONU Turismo.

El PSOE plantea que la camarera de piso sea considerada “profesión de alta peligrosidad”