miércoles. 24.04.2024
yolanda diaz
Yolanda Díaz.

Alicia López | EFE

Aunque de puertas para afuera los dirigentes de Podemos repiten que están volcados en que Yolanda Díaz lidere una candidatura que integre a los morados y a otras fuerzas a la izquierda del PSOE, dentro del partido hay tensiones con el proyecto de la vicepresidenta segunda, que no tiene el carné.

Hay dos bloques dentro de Podemos que afrontan de manera muy diferente la propuesta de Díaz y, aunque hay una opinión mayoritaria de que es casi el último cartucho que le queda a Podemos para retener lo que han conseguido o evitar una debacle, hay una parte de peso en la formación morada que no quiere rendirse ante una figura que milita en el PCE y que va más por libre.

No ha sentado nada bien en algunos espacios morados que esta semana la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo advirtiera a Unidas Podemos de que no estará en ninguna candidatura electoral centrada en personalismos y en partidos y que como vea "ruidos y egos" a su alrededor no se involucrará.

Sin señalar a nadie, Díaz insistió en que está rodeada de egos y que por ahí no pasa porque su idea no es una suma de partidos ni de esquemas ideológicos sino que busca dar protagonismo a la sociedad.

No habían pasado ni veinticuatro horas cuando de manera sorprendente, la secretaria de Estado de Igualdad, Noelia Vera, dimitía de todos sus cargos en la dirección de la formación morada y dejaba la política alegando motivos personales.

Vera formaba junto a la líder de Podemos y ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, y la titular de Igualdad, Irene Montero, el reducido núcleo que sobrevivía al Podemos del 15M, y era una de las dirigentes que actuaba como muro de contención frente a los que sí ven con buenos ojos la apuesta de Díaz.

Para una parte de Podemos Díaz es una píldora difícil de tragar porque no solo no milita en esta fuerza política, sino que desde el principio y pese a que Pablo Iglesias la designó como su sucesora para disputar las elecciones, siempre ha mantenido un perfil propio y sin involucrarse en Podemos.

Y esa desconfianza con la que en algunos sectores de la formación se ha visto a Yolanda Díaz, se ha acrecentado después de que ésta dejara bien claro que no iba a tolerar que desde Podemos le marcaran el paso.

Al margen de Podemos, hay socialistas a los que tampoco les desagrada que sea Yolanda Díaz la que se ponga al frente de ese proyecto electoral porque reconocen que ha modulado su discurso comunista y que se puede negociar con ella.

Que pueda pescar votos en ese caladero del PSOE más escorado a la izquierda no les preocupa demasiado porque quizá es un voto que podría quedarse en casa y, a la hora de pactar un gobierno, ven más fácil hacerlo con Yolanda Díaz, no tan agresiva como Pablo Iglesias.

De hecho, la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, se ha mantenido como la líder más valorada por segundo mes consecutivo en el barómetro del CIS de septiembre (obtuvo una puntuación del 4,6 sobre diez), seguida de Pedro Sánchez, mientras que en la cola se situaban en el estudio de julio, el último que ofreció datos sobre los ministros, Ione Belarra e Irene Montero.

En todo caso, Díaz ya se ha puesto manos a la obra y está hablando con todos esos sectores con los que podría contar para apoyar su candidatura, aunque sectores de Podemos también lo están haciendo para "rearmarse" ideológicamente, incorporar más formaciones y revisar, entre otras cosas, el nombre, al considerar muchos que la marca de Unidas Podemos está agotada.

Es con este objetivo y aunque quedan dos años para las generales, si se cumplen los plazos, con el que el partido morado celebrará del 7 al 10 de octubre un foro para relanzar su proyecto político, en franco declive electoral según todas las encuestas. 


"Yolanda, presidenta", el deseo de militantes y simpatizantes del PCE


Podemos se tensiona con el proyecto de Yolanda Díaz