viernes. 03.05.2024

En el nuevo año, en el nuevo curso político abierto tras las elecciones del 23J, una nueva situación gubernamental y parlamentaria se avecina y consiste en que hay un gobierno de izquierdas o, al menos, progresista, y, sin embargo, no hay asegurada una mayoría parlamentaria del mismo signo. Tampoco es que la derecha reducida al tándem PP-Vox sea alternativa gracias a la torpeza del PP que le ha ocurrido algo no tan infrecuente en las democracias: que lo que sirve para ser el partido ganador de las elecciones no sirve para gobernar. Al mismo tiempo tampoco al Gobierno le ha servido la investidura para tener una mayoría parlamentaria progresista. Lo que queda es pues mucha negociación y aquí al gobierno se le abren dos posibilidades de elección de socios parlamentarios, pero una de las dos sería letal para el Gobierno y para el PSOE y sería elegir como socio preferente al PP. No me cabe duda de que la derecha empresarial y alguna de la mediática va a elegir esta fórmula, razón por la cual habrá que vacunarse contra tal peligro. Mi opinión es que la inercia de estos años con el PSOE de la mano de Pedro Sánchez no parece que caerá en ese error, pero nada asegura que el actual líder del partido mayoritario de la izquierda vaya a durar más allá de esta legislatura aunque esta la tenga asegurada.

Nada asegura que el actual líder del partido mayoritario de la izquierda vaya a durar más allá de esta legislatura aunque esta la tenga asegurada

El partido de extrema derecha Vox, que ha apostado porque los militares den un golpe de Estado, no le va a quedar más remedio que recular y las encuestas ya le están castigando. Las palabras de Abascal de que “entendería que el pueblo español quisiera colgar a Pedro Sánchez de los pies” -recordando lo que hizo la resistencia italiana con Benito Mussolini- es un exceso que sólo ha sido paliado en la medida que ha sido acompañado por el PP con las palabras del “maletero” del nuevo portavoz de este partido en el Parlamento: el PP protegiendo a Vox en su desvarío fascistoide. Ni siquiera le ha servido a Vox el escrito de los militares retirados contra la amnistía, es decir, contra el independentismo, tomando la primera como excusa. Si el Sr. Feijóo tuviera un celemín de inteligencia política dejaría caer a Vox, aislar a Vox aunque perdiera alguna Comunidad por dos cosas: porque es la única manera de que el actual presidente del PP sobreviva en su cargo y porque es la única manera de que llegue con posibilidades dentro de 4 años a la Moncloa.

Por su parte, Podemos ha dado un paso inteligente que es dejar a Sumar para convertirse en un partido de izquierda consecuente, un partido que aspira a algo más que la socialdemocracia condicionada a la que está avocada el PSOE. Este partido no puede tener ni puede expresarse libremente sobre lo de Ucrania, sobre la actuación criminal del gobierno y ejércitos israelíes, no puede plantar en las narices de la analfabeta funcional de la Sra. Ayuso un 155 para defender la sanidad pública madrileña, no puede legislar para exigir sólo una mayoría absoluta para la renovación del CGPJ, no puede criticar al presidente Biden por parar en el Consejo de Seguridad una mínima condena al gobierno de Netanyahu; no parece capaz el PSOE por sí solo de abordar una reforma fiscal contundente encaminada a que paguen más lo que más tienen, etc. En cambio Podemos es libre de mantener posiciones acordes con un partido de izquierdas; puede, en definitiva, dejar de ser un partido pequeño-burgués radical para ser un partido consecuentemente de izquierdas. Lo curioso es que ahora los 5 diputados de Podemos fuera de Sumar pueden ser más decisivos que los 69 que ha llegado a tener en un otrora reciente debido al empeño entonces de Pablo Iglesias de entrar en el Gobierno. La rectificación era inevitable, pero el tiempo y lo electores dirán si ha sido a tiempo o ha llegado cuando el tren ha partido. Veremos.

Podemos es libre de mantener posiciones acordes con un partido de izquierdas; puede, en definitiva, dejar de ser un partido pequeño-burgués radical para ser un partido consecuentemente de izquierdas

En en el panorama internacional tres hechos parecen dominar la situación o, al menos, la situación mediática: Ucrania, los crímenes del gobierno y ejércitos israelitas y la victoria del neoliberal de Milei en Argentina. De lo de Ucrania decir que no se ve cómo pueda acabarse la guerra sin que Ucrania pierda territorios, lo cual es una mala noticia porque eso puede envalentonar al Sr. Putin y los suyos para ir a por otros territorios, es decir, a por otros Estados hoy soberanos -como es el de Ucrania- como son una Moldavia que no está en la OTAN o unos países bálticos que Rusia considera suyos. Más difícil parece que intente la aventura polaca, pero nada se puede desechar cuando el viento empuja hacia lo deseado. Lo de Palestina es una inversión israelita hacia su propio holocausto porque tarde o temprano USA no podrá proteger a ningún criminal de guerra por más que sea de su agrado ideológico, y es que no tardará mucho que USA no pueda militarmente con la alianza chino-soviética y tendrá que recular a su territorio como ha ocurrido con todos los imperios del signo que fueron. USA es el imperio de dos bombas atómicas, de cientos de intervenciones militares para supuestamente proteger sus intereses, el imperio del esclavismo primero y luego del racismo aún persistente sociológicamente, el imperio que ha sustituido las colonias por portaaviones, pero su decadencia ya es imparable. Entonces los criminales israelitas se quedaran desnudos, y no sólo me refiero al actual gobierno del llamado pueblo elegido sino también ese mismo pueblo que ha elegido indirectamente al actual criminal de guerra y que como pueblo se quedará frente a sus responsabilidades criminales. Entonces ya veremos que puede pasar cuando, por ejemplo, Irán, Siria, Libia, etc., puedan enfrentarse de tú a tú con Israel porque el primero, por ejemplo, tenga la bomba atómica. En cuanto a lo de Argentina es la historia más triste que pueda imaginarse y es que un pueblo permita con sus votos su propio suicidio u homicidio. Las medidas económicas de este tipo serán terribles para la mayoría de la población, especialmente para los que menos tienen, pero además la represión que ha prometido el elegido pone en cuestión la propia democracia argentina. Esperemos que el pueblo argentino pueda de nuevo votar cuando toque según la Constitución actual si es que sobrevive a la motosierra de Milei.

La tarea parlamentaria y gubernamental de la actual mayoría es precaria y exigente: precaria porque ya hemos comentado que no tiene mayoría progresista en el Parlamento

Volviendo a nuestra tierra, la tarea parlamentaria y gubernamental de la actual mayoría es precaria y exigente: precaria porque ya hemos comentado que no tiene mayoría progresista en el Parlamento aunque la tenga gubernamental, y es exigente porque tiene algunas tareas que no admiten más demoras. Y son dos al menos: la fiscal y la territorial, dos temas que lo existente ya hiede pero que no va a ser fácil tener posibles soluciones que puedan llegar al BOE. En el tema fiscal debe acabarse con el dumping fiscal y aquí sólo caben dos soluciones: o generalizar la solución vasca o eliminar la capacidad de bonificar o variar las bases imponibles en ciertos impuestos propios, cedidos o compartidos que tienen las Autonomías. Y en el tema territorial sólo queda una solución: ir definitivamente a un estado federal, es decir, un único estado pero federal, tipo USA o germano. Pero en temas sociales ni un paso atrás, tanto en los aspectos económicos como de derechos civiles, porque esa es la diferencia con el PP y en ello se juega el PSOE hasta su subsistencia como partido socialdemócrata, cosa que se ha logrado sólo desde Zapatero.

Ni un paso atrás