martes. 19.03.2024
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Es bien sabido que la Sanidad Pública en Madrid no se considera por políticos y gestores un bien común y necesario para la ciudadanía, y que por ello no se la cuida, sino todo lo contrario, se la maltrata y en lugar de poner soluciones, se ponen trabas que lo que consiguen es cronificar los problemas preexistentes. A lo que hay que sumar una política intencionada de deteriorar el sistema sanitario público para por un lado demostrar que es ineficaz e ineficiente y por el otro favorecer su privatización y las búsquedas individuales, en el aseguramiento privado de alternativas asistenciales. 

Y es que esto ocurre en todos los niveles asistenciales, pero el hospitalocentrismo que existe en nuestra Comunidad -y en el país - hace que el nivel asistencial más afectado por esta política sea la Atención Primaria (AP).

El dinero dedicado a la AP es crónicamente insuficiente y probablemente es el principal origen de esta mala situación. El porcentaje de gasto sanitario público destinado a la AP en 2020 fue del 10,66%, el más bajo de todo el país (media en España es de 13,92%). Lo mismo ocurre con el Gasto Sanitario Público por habitante, en Madrid 158,94€, mientras que la media de las CCAA fue de 228,01€. Además, la Comunidad de Madrid no se compromete con una mejora sustancial en la financiación de la AP, pues en 2023, con unos presupuestos prorrogados solo se destina a la AP un 10,73%, es decir, 155,02€ per cápita, mientras que en el cómputo nacional la media es de 14,99% (268,95€ per cápita).

La Sanidad Pública en Madrid no se considera por políticos y gestores un bien común y necesario para la ciudadanía

Pero la escasa inversión en la AP no es su único problema en la Comunidad de Madrid, aunque sí se podría decir que es el problema de base que condiciona en el resto. Un ejemplo de esto es la sobrecarga que sufren los y las profesionales de la AP, pues Madrid es la segunda CCAA donde la ratio de Tarjeta Sanitaria Individual (TSI) en medicina de familia por profesional es mayor, con 1.570, siendo la media en España 1.370. Asimismo, el 56,79% de los médicos madrileños tienen más de 1.500 TSI asignadas, cuando la media del país es de 38,17%, y lo recomendado es no tener más de 1200 TSI asignadas, de hecho, el 50,4% de los profesionales de medicina de familia con más de 2.000 TSI se encuentran en Madrid.

En cuanto a la pediatría en la Comunidad de Madrid, la ratio de TSI en el año 2021 es de 1062 (en España de 937), mientras que el 15,47% tienen más de 1250 TSI, cuando la media del país es de 7,46%. Un hecho preocupante porque las TSI por pediatra han disminuido globalmente en el país, no así en Madrid, debido a la bajada de la tasa de natalidad, que por supuesto también ha hecho disminuir la población infantil en la región.

En enfermería la ratio de TSI en 2021 en Madrid fue de 1973, mientras que en España 1506; mientras que la ratio de TSI asignadas a los y las auxiliares administrativas en Madrid son 3367, mientras que en España es de 2917.

Madrid es la segunda CCAA donde la ratio de Tarjeta Sanitaria Individual (TSI) en medicina de familia por profesional es mayor, con 1.570

Cabe destacar que las consultas a atender no han disminuido, sino todo lo contrario (en 2021 un total de 1.93 millones de medicina de familia, 53.000 de pediatría y 4,59 millones de enfermería millones de consultas más que en 2019) de manera que lo único que ha disminuido ha sido el personal y por eso se explica la saturación de las consultas. 

En Madrid el 74% de la población elegiría la AP pública, mientras que solo el 22,50% elegirían la AP en el sector Privado. Cifras que están considerablemente por encima de la media nacional, pues solo el 68,60% elegirían la AP pública y el 28,30% la privada.

En contraposición a lo que uno elegiría, vemos que en Madrid un 60,20% de personas acudieron a la Sanidad Pública, un 7,10% a la privada, mientras que un 15,9% utilizaron ambas; cifras que se acercan mucho a la media estatal, pues el 59,5% acudió a la AP Pública, el 6,4% al sector privado, y el 14% a ambos.

Pero, a pesar de esta preferencia de la ciudadanía, así como del uso que se hace de la AP, en Madrid, su valoración es muy deficiente, teniendo una puntuación de 5,99 (en 2019 fue de 7,46, un retroceso de 1,47 puntos), y siendo la segunda peor valorada (Andalucía nos gana con 5,89) del país (que tiene una puntuación media de 6,23). Aunque a pesar de esto, la valoración de la ciudadanía hacía la atención recibida por el personal médico y de enfermería es más alto que en la media estatal: 7,81 en medicina de familia (7,71 en España), y en enfermería 8,04 (7,94 en España). Asimismo, con respecto al poco tiempo que los y las profesionales disponen para atender a sus pacientes, la puntuación de los ciudadanos con respecto al tiempo dedicado en la consulta es de 6,67 en Madrid, mientras que en España es de 6,78. Mientras que el 73,70% dicen haber podido ser partícipes de su tratamiento (72,80% en España), y el 80,90% pudo realizar preguntas en la consulta (80,80% en España).

En Madrid un 60,20% de personas acudieron a la Sanidad Pública, un 7,10% a la privada, mientras que un 15,9% utilizaron ambas

Por otro lado, otro importante problema es el tiempo de espera que existe, pues son periodos, en muchas ocasiones, muy amplios que provocan que las personas con recursos puedan optar por otra alternativa, normalmente privada o la urgencia hospitalaria. Hay que recordar que se recomienda que las citas médicasno se den con un tiempo mayor de 48 horas, es decir 2 días. Vemos así que en Madrid las personas que tuvieron que esperar más de 2 días fueron el 85,70% (la media del país fue de 85,60%), mientras que el 57,80% tuvieron que esperar más de 7 días (54,30% en el país). A su vez, la media de días de demora en Madrid fue de 9,03 días, mientras que en la media nacional es más baja: 8,80 días. Otro hecho remarcable, es que el 26,72% de las personas que necesitaron acudir a una consulta en Madrid no pudieron hacerlo, dato considerablemente más alto que la media nacional, que se sitúa en el 21,45%.

Finalmente, nos parece muy importante hablar sobre el aumento de las consultas telemáticas y telefónicas que ha habido de forma generalizada en casi todo el país, incluyendo a la Comunidad de Madrid.

Si observamos la variación interanual de 2020 y 2021 con respecto a las consultas de medicina, vemos que las consultas presenciales en Madrid disminuyeron en un 14,33% (-10,28% en el país), mientras que las consultas telemáticas aumentaron en un 24,85% (28,30% en España). En el caso de la variación interanual en pediatría, vemos que esta disminución de las consultas presenciales se da en menor medida, siendo en Madrid de -2,67% (-5,22% en España), mientras que las consultas telemáticas subieron más que las de la medicina, siendo un 30,24% más en Madrid (44,61% en España). Por último, y a diferencia de las especialidades anteriores, en las consultas de enfermería se da un aumento en las consultas presenciales de un 25,31% en Madrid (45,05% en España), mientras que el crecimiento de las teleconsultas fue de un 14,47% en Madrid (40,10 en España). Por otro lado, en el año 2022 en Madrid el 65,10% de las personas encuestadas para el Barómetro expresaron que su última consulta fue presencial (66,9% en España), mientras que el 34% dice que le consultaron telemáticamente (32% en España).

Las consultas presenciales en Madrid disminuyeron en un 14,33% (-10,28% en el país), mientras que las consultas telemáticas aumentaron en un 24,85%

A pesar de este crecimiento en la consulta telemática el 48,2% de personas en Madrid creen que esta consulta no es más cómoda que la presencial (45,5% en España), habiendo un 28,7% de personas que no están satisfechas con la consulta recibida (26,9% en España). Así mismo, el 62,5% en Madrid piensa que no puede explicarse de la misma forma por teléfono que cara a cara (63,40% en España), y el 48,90% dicen que no entienden las indicaciones del médico/a por teléfono igual de bien que cara a cara (47,60% en España).

Además, el 30,30% de las personas en Madrid piensan que todas las consultas deberían ser cara a cara (33,70% en España), mientras que el 66,20% cree que algunas pueden hacerse de forma telefónica, mientras que otras necesitan ser sí o sí presenciales (63,20% en España).

Madrid es la comunidad autónoma con mayor porcentaje de población con aseguramiento privado del país

En conclusión, Madrid tiene una AP mucho peor financiada que el resto de las CCAA, lo que implica unas muy elevadas ratios de personas asignadas por profesional y provoca demoras intolerables en la atención sanitaria. Es escandaloso que en estas circunstancias la Sra. Ayuso intente culpar a los profesionales de los problemas que tiene una AP que ella y sus predecesores del PP en el gobierno de la Comunidad han desfinanciado y deteriorando de manera intencionada, con el principal objetivo de sentar las bases para privatizar la Sanidad Pública, de hecho, ya Madrid es la comunidad autónoma con mayor porcentaje de población con aseguramiento privado del país. 

Es necesario romper esta dinámica cambiando la política sanitaria de desinversión y deterioro de la Sanidad Pública por otra que aumente los recursos y los profesionales y que garantice la atención en al menos 48 horas. Para ello es preciso cambiar el gobierno de la Comunidad de Madrid y movilizarnos activa y masivamente, el próximo 12 de febrero tenemos la oportunidad de hacerlo. No faltemos a esta cita con nuestra AP y con nuestra salud.

La atención primaria en Madrid al borde del precipicio