Inditex, en el relevo de la dirección empresarial

Amancio Ortega, Marta Ortega y Pablo Isla.

Un olvido en la comunicación que no debería serlo en la gestión.

Estamos viendo estos días en los medios numerosos comentarios sobre el relevo en la más alta dirección empresarial de Inditex, la primera empresa mundial de la moda, con el ya decidido relevo de Pablo Isla por parte de Marta Ortega. Es el segundo relevo en la Presidencia de esta empresa, después del producido hace 10 años de Amancio Ortega por Pablo Isla. En las muchas páginas escritas y en los numerosos comentarios emitidos hemos encontrado muchas y repetidas noticias sobre el desarrollo económico de Inditex, sus marcas, sus miles de tiendas, sus miles de millones de prendas y de €uros, el valor de sus acciones…, su liderazgo empresarial mundial. Y está bien subrayar lo que es sin duda positivo. Me sumo a esta valoración.

Pero no se encuentra ninguna referencia a un tema en el que Inditex también ha sido líder y cuya ausencia me lleva a preguntarme, o a preguntar en voz alta a quien corresponda, si Inditex renuncia a seguir siéndolo, o, peor aún, si se arrepiente de haberlo sido. ¡Espero que la respuesta sea claramente un NO!

Me refiero a su gestión de la cadena de suministros dándole a la palabra “sostenibilidad” algo más que un sentido de latiguillo publicitario, hoy necesario, demasiadas veces como un tópico hueco. Es decir, si Inditex sigue asumiendo los compromisos adquiridos hace ya años y traducidos en una práctica importante, con una permanente interlocución con el principal de los “grupos de interés” (stakeholders) a lo largo de toda su cadena de suministros, es decir con el sindicalismo organizado. Cómo valora el equipo cesante, y cómo se plantea el nuevo equipo de dirección, la gestión del “Acuerdo Marco Global” firmado con la Federación Sindical Internacional correspondiente, IndustriALL Global Union. Un acuerdo que empezamos a discutir en 2002, aplicando desde entonces criterios de acción de forma consensuada, para firmarlo transcurridos 5 años, en 2007. Un acuerdo que se gestionó desde entonces, durante años, de forma coordinada con el sindicalismo español e internacional, para ratificarlo con importantes incorporaciones en 2014 y 2019.

Ya que no se exterioriza en este momento su memoria por parte de quién también debería, voy a recordar una experiencia que no debería quedar en el olvido porque ha supuesto una capacidad de defensa de los derechos fundamentales del trabajo, del trabajo decente, para los casi 3 millones de trabajadores de su cadena de proveedores, en unos 50 países, en unas 7.000 fábricas. Un Acuerdo que en su momento fue el primero firmado por parte de una empresa multinacional de la industria de la moda y que establece, como elementos fundamentales, algunos aún únicos en la industria global:

  • Los compromisos básicos señalados en los Convenios de la OIT de los que, aunque es difícil indicar prioridades, quiero señalar los de libertad sindical (de libre organización desde el lugar de trabajo), de negociación colectiva, de salario mínimo vital, de luchar contra el trabajo infantil, …
  • La completa información a los sindicatos de toda la cadena de suministro, desde la Federación Sindical Internacional hasta el sindicato local de cada país: de los centros de trabajo proveedores, con indicación de su ubicación y nº de trabajadores (la única empresa de las grandes de la industrial global (1) hasta este momento que facilita esta plena información a los sindicatos, más allá de su primera línea de subcontratación).
  • El derecho de acceso de los sindicatos, tanto de los locales de cada país, como de las estructuras supranacionales, a todos estos centros de trabajo.
  • El libre acceso sindical a las auditorías realizadas en cualquiera de estos miles de centros de trabajo.
  • La conexión formal y la interlocución permanente de los sindicatos locales con las delegaciones de Inditex en cada país o zona de este mundo, con la disponibilidad para organizar Redes Sindicales de todos sus proveedores en el país y su primera y útil aplicación con su experiencia en Vietnam.
  • La constitución, y su reconocimiento como interlocutor, de un Comité Sindical Global con participación tanto de los sindicatos de la sede empresarial (cabecera de la multinacional) como los de toda la cadena de suministro
  • El reconocimiento de una interlocución permanente con el sindicalismo, con un Coordinador Sindical Global, lo que ha recaído en el sindicalismo de la sede, y con la posibilidad de designar expertos sindicales locales para el seguimiento permanente de la aplicación del AMG.
  • La asunción por parte de Inditex del coste del funcionamiento de esta intensa y compleja estructura sindical de organización e interlocución.

La actividad sindical desde CCOO (FITEQA-CCOO) para incidir en esa cadena de suministro se inició ya en 2002, aunque como ya se indicó hasta 2007 no se firmó el primer Acuerdo Marco Global. Y quiero subrayar que para ello fue esencial la asunción de tal objetivo por parte de las trabajadoras de las fábricas de Inditex en Galicia, con las que desarrollamos una intensa actividad sindical de explicación e información, vinculada además a la defesa de sus reivindicaciones para la aplicación del Convenio sectorial del textil-confección de España (para lo que también tuvieron que transcurrir algunos años para pasar de su aplicación empresarial unilateral a los pactos de aplicación con el sindicalismo organizado).

Con ocasión del 10º aniversario del Acuerdo Marco Global realizamos un balance sindical con amplía información al respecto. Corresponde ahora, en el nuevo cambio en la dirección empresarial, darle continuidad a partir de la comprensión y la asunción de lo hecho hasta ahora. Y éste es un reto pendiente del que conviene una pronta respuesta.

Por ello quiero, desde el sindicalismo, mencionar a los directos gestores empresariales de esta interesante y compleja historia, sin olvidar que Amancio Ortega primero y Pablo Isla después, fueron capaces de entenderlo y potenciarlo, asumiendo además que constituía un activo empresarial, no sólo ante el sindicalismo organizado sino también ante la opinión pública, ante los potenciales consumidores, como un elemento sin duda de positiva reputación. Sus más directos gestores desde la dirección empresarial han sido:

  • Javier Chércoles, responsable hasta 2010 del departamento de RSC de Inditex, que lo inició con 3 personas, él incluido, con el mérito de haberlo podido situar como directamente dependiente de la más alta dirección (Amancio Ortega en su inicio, Pablo Isla luego), no supeditado ni a Compras ni a Comunicación, como sucedía en la primera etapa, y sigue aún, en muchas de las marcas de esa industria. Fue impulsor del primer Código de Conducta, el interlocutor directo con el sindicalismo desde 2002 y en la negociación y conclusión del primer Acuerdo Marco Internacional, Global luego, y en su primera etapa de aplicación, así como en la iniciativa empresarial que culminó con la creación del BSCI (hoy AMFORI) europeo.
  • Félix Poza, que le sucedió al frente de un equipo de trabajo que se transformó en departamento de Sostenibilidad, y que llegó a tener hasta 125 personas distribuidas entre la sede de Arteixo y sus delegaciones en los principales centros (clusters) de las 7.000 fábricas subcontratadas del mundo. Fue también el artífice de la negociación con IndustriALL Global Union de las renovaciones en 2014 y 2019 del AMG, actualizándolo, entre otras con la importante incorporación del Comité Sindical Global. Protagonizó el liderazgo de Inditex en el Acuerdo multiempresas con el sindicalismo global, los sindicatos bengalíes y el gobierno del país, sobre la Seguridad en Bangladesh, así como la iniciativa global del ACT para impulsar la negociación colectiva en los países proveedores de las grandes marcas de la industria de la moda. En la etapa prepandemia realizamos numerosas visitas a proveedores de cuatro continentes para el seguimiento de la aplicación del AMG.
     
  • Javier Losada Montero, que heredó el trabajo desarrollado hasta 2020 y asumió la nueva etapa con la irrupción de la pandemia del Covid, impulsando la aplicación del AMG también con “teletrabajo”. Le ha correspondido desarrollar las iniciativas relacionadas con el impacto de la pandemia en los países emergentes (con el acuerdo Call to Action de importantes multinacionales del sector con IndustriALL Global Union) y el nuevo Acuerdo sindical-multiempresas sobre Seguridad en los centros de trabajo que ha pasado de concretarse en Bangladesh a proyectarse al mundo. También el reto que supone implicarse en la defensa de la democracia en Myanmar (desde España con Mango y El Corte Inglés también) recogiendo la propuesta del sindicalismo bengalí, un país en el que en la ahora frustrada transición a la democracia se había desarrollado una importante industria proveedora de las grandes marcas mundiales de ropa.

Una historia en la que en el ámbito sindical han tenido una aportación significativa Neil Kearney, Patrick Itschert, Manfred Schallmeyer, Klaus Priegnitz, Jyrki Raina, Kemal Özkan, Valter Sanches y Monika Kemperle, desde la dirección sindical internacional, primero de la del Textil-Confección-Piel y luego de la de Industria (IndustriALL Global Union), y Quim González Muntadas, Víctor Garrido Sotomayor (2) y el que suscribe (3) desde el sindicalismo español (FITEQA-CCOO y luego CCOO-Industria). Una iniciativa sindical, a la que luego se incorporó UGT, que ha contado desde su inicio con la activa y permanente implicación de las trabajadoras de las fábricas de Inditex en Galicia y de los trabajadores y las trabajadoras de los centros de logística de toda España.

Marta Ortega no sólo hereda ahora un ingente patrimonio, sino que, con la responsabilidad de presidir esta gran multinacional de la industria de la moda, recoge también un importante legado que debe seguir desarrollándose. Inditex ha de querer seguir siendo líder empresarial, avanzando en la sostenibilidad a lo largo de toda su cadena de valor, en su definición y en su aplicación, en su necesaria interlocución, negociación y consenso con los grupos de interés, con el sindicalismo organizado en particular.

Sirvan estas notas para alertar ante un aparente olvido de la realidad en esta transición en la dirección empresarial en la primera multinacional de la industria de la moda mundial. Y termino como empecé: “un olvido de la comunicación que no lo sea de la gestión”, para contribuir a que en un futuro desde el sindicalismo no tenga que repetirse aquello: “fue bonito mientras duró”.        

Estoy convencido de que el sindicalismo español, europeo y global contribuirá a que no se olvide, a que esta experiencia siga desarrollándose.


(1) En España se ha incorporado también a los acuerdos con Mango y el Corte Inglés y está en discusión con alguna otra marca importante del sector de la moda.
(2) Actual responsable de su dirección sindical desde CCOO-Industria
(3) Para mí esta experiencia y la de SEAT (Presentación del libro '18 de octubre de 1971. La ocupación de SEAT' (nuevatribuna.es) han sido las más intensas y satisfactorias de mi actividad social.