viernes. 29.03.2024
GUERRA DE UCRANIA

La clase trabajadora y la guerra ¿Quién paga las consecuencias?

“Un sentido certero de la realidad nos lleva hoy a las fuerzas internacionales obreras y socialistas a concentrar su acción en la lucha contra la guerra” Julian Besteiro El Socialista 1924 fue presidente del PSOE y la UGT

 

Cuando la propaganda sustituye a la razón, es difícil hacerse escuchar, pero más entender y entenderse.

Pero humildemente siguiendo el ejemplo de Jean Jaures el lúcido dirigente socialista francés asesinado por oponerse a la I Guerra Mundial o parafraseando al insigne Quevedo “No he de callar por más que con el dedo en la boca o ya en la frente silencio avises o amenaces miedo”.  Dicho esto, la clase obrera, las clases populares con la guerra no solo no consiguen nada, salvo que se organicen y luchen contra ella, sino que sufren carencias, empobrecimiento y soportar carestía de los productos básicos, pérdida de derechos democráticos así como retroceso en conquistas sociales, estén o no sus estados en los teatros de operaciones.

La guerra es un instrumento de las burguesías para sojuzgar a los pueblos e imponer condiciones económicas ventajosas a sus productos y sus manefacturas. La guerra también es el fracaso del comercio. Cuando el comercio pacifico falla y los poderosos quieren imponer sus condiciones para mejor vender sus producciones, hacen y/o instigan la guerra. En eso los imperios anglosajones son maestros y tienen una amplia experiencia, tanto el maestro Reino Unido como los muy aventajados discípulos, los dirigentes de EE.UU de América.

Son además los norteamericanos expertos en provocar guerras y luego salir del avispero corriendo como en Vietnam o Afganistán o dejar estados destruidos como en Irak, Libia o Siria, últimamente con el concurso de su OTAN, y las tropas auxiliares que sus miembros servilmente le proporcionan

A Ucrania se le ha utilizado y la extrema derecha y el populismo nacionalista ucranianos han entrado al trapo, vendiéndoles armas y entregándoles fondos la Unión Europea. Ucrania ha pretendido integrarse en la OTAN a pesar de lo firmado en los acuerdos de Minsk y acuerdos anteriores, siendo envalentonada ya por Obama y ahora por la administración Biden y la propia alianza militar que es un instrumento en manos de los EE.UU se diga lo que se diga y ahora la dejan tirada como una colilla cuando Rusia la invade al objeto de tener un colchón defensivo y un cordón de seguridad.

Ucrania es una carta desechable para los objetivos imperialistas en su hostigamiento a China, que nunca ha invadido a nadie, cosa que los estadounidenses no pueden decir en absoluto. Son además los norteamericanos expertos en provocar guerras y luego salir del avispero corriendo como en Vietnam o Afganistán o dejar estados destruidos como en Irak, Libia o Siria, últimamente con el concurso de su OTAN, y las tropas auxiliares que sus miembros servilmente le proporcionan.

El interés de todo esto es sujetar a la vieja y caduca Europa, colocarle su gas natural y petróleo además de sus productos agrícolas e impedir que comercie libremente con Rusia y China tal y como estaba haciendo, sobre todo Alemania. Los platos rotos de esta guerra inducida los está pagando ya el pueblo ucraniano y los va a pagar la clase obrera y el pueblo trabajador de la Unión Europea con alzas en todos los productos básicos y en su pan. Alemania según los datos del propio FMI a día 24 de Febrero, estaba aproximándose y mucho al poderío económico de los EE.UU y eso no podía ser. Encima con un gaseoducto directo de Rusia a Alemania que iba a garantizar y abaratar el gas natural. Esto había que cortarlo y para ello lo ucranianos ponen los muertos. A Putin tampoco había que apretarle mucho para calentarlo.

Nosotras y nosotros ya estamos notando la inflación, las terribles subidas de precios y muy pronto la cesta de la compra de alimentación se va a disparar por la subida de los cereales. Taxistas, camioneros y camioneras, agricultores y ganaderas están viendo que no pueden vivir ya, los salarios y pensiones están comenzando a perder valor y todo ello para que las multinacionales ganen más, las grandes fortunas y fondos de inversión norteamericanos controlen el comercio sobre Europa y así los EE.UU pueda seguir dominando.La venta y el negocio de las armas se vuelve a disparar y pronto habrá que reponer arsenales e idear nuevas bombas “inteligentes” que superen a las rusas. Mientras Ucrania paga los platos rotos y los EE.UU a base de publicidad engañosa falsean la historia, lavan su imagen, logran colocar su gas más caro y hacen que la OTAN derrotada en Afganistán vuelva a tener un proyecto con dos enemigos rescatados de la guerra fría, Rusia y China.

La izquierda oficial europea mientras tanto contaminada por el atlantista Partido Verde Alemán juega sus bazas y juega al despiste colocándose al lado del imperio. Lo que debemos hacer en mi opinión es denunciar a la OTAN y exigir al Gobierno de coalición de Podemos, el PSOE y el PCE que retire a los soldados españoles de un conflicto en el que solo vamos a resultar perjudicadas y perjudicados las y los trabajadores en activo o pensionistas.

La clase trabajadora y la guerra ¿Quién paga las consecuencias?