sábado. 20.04.2024
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Para unos 9,5 millones de trabajadores, pagar sus facturas de energía ya era difícil antes de que llegara la crisis de la inflación. En julio de este año, los precios del gas y la electricidad subieron un 38 % en toda Europa en comparación con hace un año y los precios siguen subiendo.

Según un estudio del Instituto Sindical Europeo (ETUI), el centro de investigación independiente de la Confederación Europea de Sindicatos (CES), en la mayoría de los Estados miembros de la UE la factura energética anual media es ahora superior al salario de un mes para los trabajadores peor pagados.

Esto implica que, en 16 Estados miembros, los trabajadores que ganan el salario mínimo tienen que reservar el equivalente a un mes de salario o más para la iluminación y calefacción del hogar. En 2021, esto afectaba “solo” a ocho Estados miembros.

En España se necesitan 38 días de trabajo para pagar la factura energética anual

El número de días que debe trabajar una persona que gana el salario mínimo para pagar su factura energética ha aumentado considerablemente en algunos países: Estonia (+26), Países Bajos (+20), Chequia (+17), Letonia (+16). En cuatro países, Eslovaquia, Grecia, Chequia e Italia, la factura anual promedio de energía actualmente asciende a más de un mes de salario para un trabajador que cobra el salario mínimo.

La crisis que enfrentan los trabajadores empeora debido a los nuevos aumentos en los precios de la energía y otras necesidades esenciales, como los alimentos, que se han producido mientras tanto.

Los resultados del estudio del Instituto Sindical Europeo llegan ante la reunión de emergencia del Consejo Europeo de Energía en la que se debe abordar la fuerte subida de los precios en el sector energético.

La CES pide a los líderes europeos que actúen con decisión para poner fin a los aumentos insostenibles de los precios de la energía, en particular mediante:

Aumentos salariales para cubrir los incrementos de la inflación y garantizar que los trabajadores reciban su parte justa de las ganancias de productividad.

Un tope en la cuantía de las facturas de energía y un impuesto sobre las ganancias excesivas de las empresas de energía.

Ayuda de emergencia dirigida a personas que luchan por pagar sus facturas de energía y prohibición de desconexiones.

• Inversiones para abordar las causas fundamentales de la crisis, como la inversión insuficiente en energía verde y las consecuencias de las privatizaciones.

Los costes de la energía suponen meses de salario