viernes. 19.04.2024
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El próximo 8 de marzo miles de mujeres volverán a echarse a las calles para protestar contra las desigualdades que aún persisten en la sociedad. Y una de las más significativas reside en las diferencias de sueldo entre unos y otras que, lejos de reducirse, este último año han vuelto a agudizarse. Concretamente, la brecha salarial se ha ensanchado en 66 euros, de manera que las mujeres cobran 4.915 euros menos que los hombres, según el avance de la cuarta edición del informe “Brecha salarial y techo de cristal”, que elaboramos desde Gestha.

Las causas de esta injusticia se deben, por un lado, a que las mujeres ocupan mayoritariamente los empleos más precarios. Por otro, al techo de cristal, ya que a partir de los 60.000 euros anuales apenas copan un tercio de los puestos de trabajo. Por ello, y en defensa de la igualdad real entre mujeres y hombres, urge acelerar la puesta en marcha de medidas que puedan cicatrizar una brecha que, sin la aplicación de políticas activas, y al ritmo de reducción de la última década, seguiría sangrando durante 105 años.

En términos porcentuales, las mujeres tendrían que cobrar un 28,6% más para igualar el sueldo de los hombres. Y como la brecha salarial aumenta con los años y se intensifica con las edades en las que se concentra la maternidad y el cuidado de los mayores, entre las principales medidas para reducir las diferencias destacaría el aumento del número de plazas tanto en las escuelas públicas infantiles de 0 a 3 años como en los centros especializados de dependencia.

La brecha salarial es una de las principales causas de la desigualdad económica y social que existe entre hombres y mujeres

No obstante, aparte de estos detonantes, es en los altos tramos de renta donde se concentran los agravios de la brecha salarial. De hecho, mientras que las mujeres cobran 35 euros más que los hombres en la horquilla que oscila entre los 20.605 y los 25.757 euros de salario anual, reciben casi 31.000 euros menos cuando las retribuciones escalan por encima de los 103.000 euros al año.

Los datos, como la prueba del algodón, no engañan. Y ponen de manifiesto que hay mucho por hacer. Es cierto que las dos subidas consecutivas del salario mínimo hasta los actuales 950 euros mensuales reducirán la brecha salarial en los próximos años. Sin embargo, las cifras de la AEAT a 2018 demuestran que no se estaban articulando suficientes medidas para acabar con la brecha salarial, una de las principales causas de la desigualdad económica y social que existe entre hombres y mujeres y que debería constituir uno de los retos más importantes que debe abordar el Gobierno de España a través de un Pacto de Estado.

Porque está muy bien que éste sea el Gobierno con mayor número de ministras en la historia de la democracia. Pero mejor estaría que, además, se fueran articulando políticas efectivas para dejar de poner tiritas y empezar a coser una brecha que no deja de sangrar.


Carlos Cruzado, presidente de los Técnicos del Ministerio de Hacienda (GESTHA)

¿Por qué sigue ensanchándose la brecha salarial?