lunes. 29.04.2024
Un nuevo estudio de personas mayores encontró una mejor memoria y función ejecutiva entre los que se ofrecieron como voluntarios. Crédito: Neuroscience News
Un nuevo estudio de personas mayores encontró una mejor memoria y función ejecutiva entre los que se ofrecieron como voluntarios | Crédito: Neuroscience News

En las últimas dos décadas han venido apareciendo un buen número de estudios sobre la participación social de las personas mayores y, de manera especial, los dedicados a la acción voluntaria o voluntariado, centrados en sus efectos en las personas de edad, en su dimensión productiva como tiempo donado, en los factores que explican el desarrollo del voluntariado en la población mayor y su relación con la satisfacción vital, o bien en una visión omnicomprensiva de todos estos aspectos. Partiendo de estos estudios, y poniendo un especial foco en el concepto de «generatividad» propuesto por Erikson, entendida como el interés por procurar bienestar a las siguientes generaciones y, en último término, por dejar un legado que nos sobreviva, se ha podido constatar que quienes envejecen de manera satisfactoria y aceptan positivamente la integridad de su vida anterior pueden desarrollar de forma proactiva actividades que redunden en beneficio de las nuevas generaciones (cuidado de los nietos o proyectos intergeneracionales, por ejemplo) y en un incremento de capital social (participación social, cívica y de voluntariado). La teoría psicológica de la generatividad (se define como el interés por guiar y asegurar el bienestar de las siguientes generaciones y, en último término, por dejar un legado que nos sobreviva) ofrece un marco muy positivo para el análisis de la acción voluntaria durante la jubilación, pues en él pueden inscribirse múltiples aspectos que se han relacionado con el «buen envejecer» y que tienen que ver, sobre todo, con la posibilidad de desarrollar roles que estén llenos de sentido para las personas que los realizan y, por tanto, sean beneficiosos y satisfactorios para ellas, y, al mismo tiempo, resulten de utilidad social.

El «buen envejecer» tiene que ver con la posibilidad de desarrollar roles que estén llenos de sentido para las personas que los realizan y resulten de utilidad social

El concepto de generatividad en la vejez pues, no es el único que enfatiza la participación y contribuciones de los mayores en la sociedad. Otros, como el de envejecimiento activo o envejecimiento productivo son similares en este sentido. Sin embargo, a diferencia de ellos, la generatividad también implica un componente de desarrollo personal, de crecimiento y de madurez. Así, la actividad generativa en la vejez no implica sólo contribuir a la mejora y sostenimiento de los contextos en los que participan, sino también una actividad que da sentido y propósito a la vida de los mayores. Contribuir aporta no sólo beneficios para los demás, sino también recompensas personales. Por ello la generatividad en la vejez podría ser una importante fuente de bienestar en las últimas décadas de la vida y ser un importante ingrediente del envejecimiento satisfactorio. Diversos estudios han tratado de indagar en la relación entre bienestar y generatividad, generalmente con resultados contradictorios. Así, utilizando muestras de mediana edad, en un estudio se encontró que mientras el interés generativo sí mantenía una relación positiva con la satisfacción con la vida, las acciones generativas no. En otro estudio, con una muestra de personas mayores, se obtuvo que las diferencias entre interés y acción generativa se mantenían, aunque en este caso las acciones generativas sí se relacionaban, aunque moderadamente, con el bienestar. 

El voluntariado en la vejez se asocia con una mejor función cognitiva, específicamente, una mejor función ejecutiva y memoria episódica. Esos son los hallazgos de un nuevo estudio de la Universidad de California “Davis Health”, presentado en la Conferencia Internacional de la Asociación de Alzheimer 2023 en Ámsterdam.

"Esperamos que estos nuevos datos alienten a las personas de todas las edades y orígenes a participar en el voluntariado local, no solo para beneficiar a sus comunidades, sino también potencialmente a su propia salud cognitiva y cerebral", dijo Donna McCullough, directora de misión y operaciones de campo de la Asociación de Alzheimer.

El voluntariado en la vejez se asocia con una mejor función cognitiva, específicamente, una mejor función ejecutiva y memoria episódica

Las actividades voluntarias, como el apoyo a organizaciones educativas, religiosas, relacionadas con la salud u otras organizaciones caritativas permiten que las personas mayores sean más activos físicamente, aumenten la interacción social y proporcionen estimulación cognitiva que puede proteger el cerebro. Sin embargo, ha habido una falta de información sobre la relación entre el voluntariado y la función cognitiva, especialmente en poblaciones grandes y diversas.

Yi Lor, estudiante de doctorado en epidemiología en UC Davis, y Rachel Whitmer, investigadora principal del estudio, examinaron los hábitos de voluntariado entre una población étnica y racialmente diversa de 2,476 adultos mayores. Los participantes están en el Kaiser Healthy Aging and Diverse Life Experiences Study (KHANDLE) y el Study of Healthy Aging in African Americans (STAR).

El grupo de estudio tenía una edad promedio de 74 años y contenía 48% de participantes negros, 20% blancos, 17% asiáticos y 14% latinos. Un total de 1.167 (43%) de los participantes informaron haber sido voluntarios en el último año.

Los investigadores encontraron que el voluntariado se asoció con mejores puntuaciones iniciales en las pruebas de función ejecutiva y memoria episódica verbal. Esto fue cierto incluso después de ajustar por edad, sexo, educación, ingresos, efectos de la práctica y modo de entrevista (teléfono versus en persona).

Los investigadores encontraron que el voluntariado se asoció con mejores puntuaciones iniciales en las pruebas de función ejecutiva y memoria episódica verbal

Aquellos que se ofrecieron como voluntarios varias veces por semana tenían los niveles más altos de función ejecutiva. "El voluntariado puede ser importante para una mejor cognición en la vejez y podría servir como una intervención simple en todos los adultos mayores para proteger contra el riesgo de enfermedad de Alzheimer y demencias asociadas", dijo Lor. "Nuestros próximos pasos son examinar si el voluntariado protege contra el deterioro cognitivo y cómo la salud física y mental puede afectar esta relación".

El voluntariado también se asoció con una tendencia hacia un menor deterioro cognitivo durante el tiempo de seguimiento de 1,2 años, pero esta asociación no alcanzó significación estadística.

"No tienes el control de tu historia familiar o edad, no puedes retroceder el reloj. Pero tienes el control de cómo pasas tu día y tu vida", dijo Whitmer. "El voluntariado se trata de mantener tu cerebro activo. También se trata de socializar, lo que te mantiene comprometido y feliz, y potencialmente reduce el estrés".

Datos clave del estudio:

1. El estudio examinó los hábitos de voluntariado de 2,476 adultos mayores y encontró que aquellos que se ofrecieron como voluntarios tenían mejores puntajes iniciales en las pruebas de función ejecutiva y memoria episódica verbal.

2. El estudio reveló que aquellos que se ofrecieron como voluntarios varias veces por semana tenían los niveles más altos de función ejecutiva.

3. Los investigadores notaron una tendencia hacia un deterioro cognitivo más lento en los que se ofrecieron como voluntarios, aunque esto no fue estadísticamente significativo.

Por último, compartir esta reflexión de: San Agustín: “Equivocarse es humano, perseverar voluntariamente en el error es diabólico”.

Voluntariado y función cognitiva en personas mayores