sábado. 27.04.2024
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Gobierno de Aznar durante el 11M de 2004.

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Estos días vivimos, como no puede ser de otra manera, inmersos en la conmemoración respetuosa de lo que fue la mayor injusticia sufrida en España en las últimas décadas, el crimen del 11 de marzo de 2004. Dos centenares de personas muertas, una huella imborrable de dolor. Todos los que lo vivimos tenemos el recuerdo concreto de aquella jornada.

Por desgracia estos días también duele, y habría debido ser de otra manera, la cicatriz de infamia del modo en que el Gobierno del presidente Aznar intentó sacudirse una responsabilidad que, en realidad, nadie le había exigido, elaborando la primera de las mil teorías conspiranoides que alimentarían las carencias políticas de nuestra derecha durante las dos décadas siguientes. También tenemos el recuerdo concreto de aquellos tres días todos los que los vivimos, pero hay muchos millares de españoles que entonces tenían una edad inferior a la de la conciencia plena de los sucesos, millares de españoles que todavía eran niños, millares de españoles que aún no habían nacido.

La palabra más importante en España es: Recuerda. Donde vea usted a un enemigo de la memoria, estará viendo a un enemigo de la verdad

Todos esos conciudadanos y conciudadanas no pueden recordar lo que no vivieron, y por eso el deber de los que sí estuvimos es contárselo. A ello se han aplicado miles de periodistas, cuyos reportajes de investigación inundan estos días los medios digitales, las librerías y las pantallas de televisión.

Recuérdalo tú y recuérdalo a otros, escribió Luis Cernuda de su propia memoria, y su exhortación cobra todo el sentido en estos días en los que la mentira ya no es un recurso sino una estrategia, no es una escapatoria sino una política. Todavía hoy, los herederos de los responsables de haber engañado masivamente al pueblo español sostienen esa y otras mil mentiras políticas, las mentiras con las que involucraron a este país en la guerra de Irak, las mentiras con las que trataron de tapar la corrupción sistemática, y subrayo la palabra sistemática, las mentiras con las que tratan de culpar a otros de los profundos deterioros que causaron y siguen causando en la convivencia entre los españoles.

Algún día habrá que remontarse un poco más allá, al día en que José María Aznar decidió romper el pacto de la transición y lanzar a la derecha por la pendiente que la llevaba de vuelta al franquismo, porque no encontraba la manera de ganar limpiamente unas elecciones. Habrá que remontarse al día en que algunos consultores de medios pensaron que había que copiar a la ultraderecha americana y decirle a la gente lo que quería oír en vez de la verdad.

La palabra más importante en España es: Recuerda. Donde vea usted a un enemigo de la memoria, estará viendo a un enemigo de la verdad.

Recuerda