domingo. 05.05.2024
@jgonzalezok y @gab2301 | Los siete candidatos presidenciales brasileños participaron la noche de este jueves en el último debate electoral antes de las elecciones de domingo, que tuvo al ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva en el centro de la escena. Por primera vez en los últimos años, el candidato favorito en las encuestas no es el presidente en ejercicio, en este caso Jair Bolsonaro, sino el ex presidente que fue, por tanto, el principal objetivo de los demás candidatos. 

El debate se produjo horas después de conocerse el último sondeo –de Datafolha– que se publicará antes de las elecciones. Teniendo en cuenta solo los votos válidos -que excluyen los nulos y en blanco-, el ex presidente Lula tiene el 50% y el actual mandatario, el 36%. En tercero y cuarto lugar, empatados con el 6 % están Ciro Gomes (PDT, centroizquierda) y Simone Tebet (MDB, centroderecha). 

Los resultados confirmaron la posibilidad de que Lula venza en el primer turno, pero todavía dentro del margen de error de 2 puntos, arriba o abajo. Con eso, el debate era visto como una oportunidad de Lula para conquistar el voto de los indecisos y resolver ahí las elecciones el domingo. Para Bolsonaro, el objetivo era conseguir retrasar la decisión para el segundo turno, ganando así una sobrevida. El éxito de uno o de otro será visto en dos días en las urnas. 

Teniendo en cuenta solo los votos válidos -que excluyen los nulos y en blanco-, el ex presidente Lula tiene el 50% y el actual mandatario, el 36%

El presidente Bolsonaro tuvo el desempeño previsible, teniendo en cuenta su pobreza dialéctica, y consiguió no cometer ningún error de bulto, más allá de sus ideas de ultraderecha. Dobló la apuesta en su discurso conservador y volvió a enfatizar su lema “Dios, patria, familia y libertad”. Evitó confrontar directamente con Lula, incluso cuando tuvo la posibilidad de escoger el oponente de una pregunta. 

El ex presidente Lula tuvo el primer momento destacado al comienzo del debate. Por sorteo, el primero en abrir el fuego fue Ciro Gomes (PDT), que eligió al ex presidente para su pregunta: “¿Cómo explica que, después de 14 años de gobiernos del PT, los cinco brasileños más ricos acumulasen, como acumulan todavía hoy, lo que poseen los 100 millones de brasileños más pobres? Números oficiales, el desempleo llegó a cerca del 12 % al final de esos 14 años, explotó el endeudamiento de las familias, en fin… ¿es eso lo que desea repetir si tuviera la suerte de presidir nuevamente Brasil?”. 

Lula: Podrías preguntar por qué hicimos la reforma agraria y colocamos 52 millones de hectáreas de tierra a disposición del asentamiento de 70.000 familias

La respuesta permitió el lucimiento de Lula. “Ciro, podrías haber comenzado la pregunta de otra forma. Me tendrías que preguntar cómo es que en el gobierno del PT los más pobres tuvieron un 80 % de aumento real en sus ingresos, mientras los ricos tuvieron solo un 20 %. Podría preguntar cómo es que creamos 22 millones de empleos. Podrías preguntar cómo es que aumentamos el salario mínimo un 77 % en el período en que fui presidente de la República. Podrías preguntar por qué hicimos la reforma agraria y colocamos 52 millones de hectáreas de tierra a disposición del asentamiento de 70.000 familias, por qué creamos los programas de inclusión social que tú de cansaste de elogiar cuando participabas del gobierno”. 

Capítulo aparte en el debate merece la participación del exótico candidato padre Kelmon, un supuesto cura ortodoxo, vestido con las vestimentas tradicionales, que dice pertenecer a la Iglesia Católica Apostólica Ortodoxa de Perú, pero al que nadie le reconoce la condición de religioso. En ninguna encuesta ha logrado llegar al 1 % de intención de voto pero, por la legislación vigente, tenía derecho a participar en el debate.

Como había sucedido hace unos días, cuando el debate era en la cadena STB, Kelmon actuó como aliado del presidente Bolsonaro, al punto que el mismo supuesto religioso admitió que eran 5 contra 2. Kelmon es candidato del PTB (extrema derecha), en sustitución del candidato primitivo, Roberto Jefferson, preso por amenazar al Supremo Tribunal Federal y por integrar una organización criminal. El ex presidente Lula lo llamó impostor y testaferro, provocándose un momento de tensión que incluso paralizó el debate durante unos segundos. Se cortó el sonido de los dos y la cámara se mantuvo en el periodista que conducía el programa, pero se pudo percibir que ambos continuaron un enfrentamiento verbal que provocó incomodidad en todo el mundo. 

Con la posibilidad de vencer en el primer turno, Lula intensificó en los últimos días las acciones para incentivar el voto útil y la busca por el voto de los indecisos. En la izquierda, la presión fue sobre Ciro Gomes, ex ministro de Lula, cuyo electorado es naturalmente más cercano a Lula que a Bolsonaro. El problema es que el candidato no quiso dar un paso al costado y hace tiempo que cultiva un rencor personal con Lula.

En los últimos días el voto útil llevó a algunas importantes personalidades a declarar su apoyo a Lula

En los últimos días el voto útil llevó a algunas importantes personalidades a declarar su apoyo a Lula. Entre ellos ex integrantes del Supremo Tribunal Federal como Celso de Mello, Joaquim Barbosa, Carlos Velloso y Nelson Jobim. Son especialmente significativas las declaraciones de los dos primeros: Barbosa, que fue relator en el primer gran escándalo de corrupción durante el primer gobierno de Lula, conocido como el mensalão. En el caso de Celso de Mello también se recuerda que fue sumamente crítico del PT por los escándalos. 

El comunicado de Mello fue especialmente duro con Bolsonaro: “político menor, sin estatura presidencial, con un elevado coeficiente de mediocridad, sin ninguna respetabilidad política, adepto de corriente ideológica de extrema derecha que niega peligrosamente la reverencia al orden democrático, la superioridad de la Constitución y los principios fundadores de la República”. La nota también se refiere al comportamiento vulgar del presidente, “totalmente incompatible con la seriedad del cargo que ejerce”, de “gestos patéticos y de claro y censurable desprecio al régimen en que se encuadra el estado democrático de derecho”. 

El ex presidente Fernando Henrique Cardoso (PSDB) publicó una nota pidiendo el voto para candidatos que estén a favor del fortalecimiento de las instituciones, y que tengan compromiso con la ciencia y la defensa del medio ambiente. Aunque no citó nombres se interpretó como un apoyo implícito a Lula. Poco después, 5 ex ministros de Cardoso dieron su apoyo al ex presidente, en este caso de forma explícita. 

Tensión en el último debate electoral en Brasil