lunes. 29.04.2024
CHICAGO

Necesitamos tu ayuda para seguir informando
Colabora con Nuevatribuna

 

Pablo D. Santonja | @datosantonja

El glamour y la intriga de los años 20 están de regreso en Madrid con la llegada del aclamado musical "Chicago" a los escenarios de la capital española. Desde su estreno en Broadway en 1975, esta obra maestra del teatro musical ha cautivado a audiencias de todo el mundo con su vibrante música, coreografías electrizantes y una trama llena de giros y vueltas que mantienen al público al borde de sus asientos.

El Teatro Nuevo Apolo se transforma en el escenario perfecto para transportar al público al Chicago de la década de 1920, donde el crimen, la corrupción y el glamour se entrelazan en una danza cargada de erotismo. "Chicago" transporta a los espectadores al submundo del crimen organizado y la corrupción durante la era del jazz. La historia sigue a Roxie Hart, una aspirante a cantante y bailarina que se encuentra en el centro de un escándalo de asesinato. Encarcelada mientras espera su juicio, Roxie se encuentra bajo la tutela de la astuta y ambiciosa abogada Billy Flynn, quien la ayuda a convertirse en una sensación mediática mientras lucha por su inocencia.

Lo que hace que "Chicago" sea único entre los musicales es su estilo artístico, que puede llevar a sorpresa para aquella persona que no sepa qué va a ver. Aquí no encontrará grandes cambios de vestuario ni escenografía apabullante. La puesta de escena de la obra es clara: una gran grada preside todo el escenario con los músicos dispuestos a interpretar canción tras canción como si un concierto se tratase. A esto le añadimos números musicales llenos de energía y coreografías de baile estilo cabaret, la producción transporta al público a los clubes nocturnos de la era del jazz, simulando, en efecto, un espectáculo en directo con presentador incluido. Pese a la falta de variedad de vestuario y puesta en escena, la música se vuelve protagonista de un musical atípico con números de baile muy potentes. Eso sí, si va con la mente en la película de 2002 tal vez se lleve una desilusión. Podrá reconocer escenas de la película, y la trama gira por los mismos derroteros, pero aquí cobra mucho más énfasis las canciones y los bailes coreografiados. Esto sin duda parte de un diseño y apuesta de producción y dirección, que hacen que los verdaderos protagonistas sean por un lado los músicos y por otro, los intérpretes.

Lo que hace que "Chicago" sea tan memorable pese a todo  es su estilo visual distintivo y su enfoque en la narración teatral,  llena de números musicales deslumbrantes, coreografías de baile exquisitas y una estética de cabaret que evoca la decadencia y el glamour de la época.

Pero más allá de su espectáculo visual y sus actuaciones estelares, "Chicago" también ofrece una mirada provocativa a la fama, la justicia y la manipulación de los medios de comunicación en la sociedad moderna. A través de su trama, la obra examina temas como la ambición, la vanidad y la búsqueda desesperada de redención, sea cual sea el precio a pagar por esta.

Para finalizar, un consejo: olvide toda idea que tenga respecto a los musicales que haya visto y venga a disfrutar de un elenco de artistas que, si entra en su juego, le hará vibrar de la emoción.

Chicago, en directo