Autor: Joan Segovia | @JoanRohan
Light Chaser es un mensaje de repudio a la soledad. Una historia que, aun divagando e incluso enalteciendo en ocasiones la libertad de estar solo, lucha por transmitir la idea de que la vida no sirve de nada, por larga que sea, sin amor. Un concepto para nada novedoso, pero extrañamente humano para lo que uno espera encontrar al adentrarse en sus páginas.
Amahle, su inmortal protagonista de más 26 mil años, trabaja viajando de planeta en planeta recogiendo unos extraños collares que almacenan los recuerdos de sus portadores. Entre una visita y la siguiente, para ella pasan solo unos años, mientras que para los habitantes de las paradas de su viaje estelar han sucedido unos mil (cosas de la dilatación temporal por ir casi a la velocidad de la luz). A resultas de esto, cada vez que llega a un lugar todos son extraños para ella y no reconoce a nadie. Aunque esta falta de un contacto real con otras personas, de establecer lazos con alguien, no parece importarle, en su primera parada lo primero que hace es comprase un gato, dejando entrever que en el fondo lo necesita.
Para paliar esta desazón, la surcaluz cuenta con la compañía de la IA de su nave, la Mnemósine. Esta inteligencia artificial le hace de amiga y confidente en los años que dura su viaje y lleva por completo el control de la nave espacial. Además, dispone de todos los collares de memoria recogidos en su ruta cósmica, los cuales le permiten vivir la vida de sus portadores, conociendo sus recuerdos y pensamientos, así como sus sentimientos y sensaciones. Una sustitución temporal de su solitaria vida por la de otra persona que puede que sí consiguiese lo que ella realmente, aunque no lo sabe, ansía: el amor.
Peter F. Hamilton y Gareth L. Powell nos sumergen en un universo inimaginablemente grande y lleno de vida. Una cosmovisión totalmente antropocentrista que, aunque en su planteamiento invita a creer en un infinito espacio plagado de planetas colonizados, solo se nos muestran un puñado de lugares habitados. Pero lejos de ser un problema, en Star Wars nunca lo fue, ayuda a centrar la mirada en su narrativa inmersiva.
La inmortalidad como lastre para las relaciones, como una debilidad contra la humanidad del ser o, incluso, como una pena o castigo, no es nada nuevo en la literatura. Desde Dorian Grey, hasta Drácula o el mismísimo Doctor Who son claros exponentes de ello. Personajes atormentados por la gente que dejan atrás mientras ellos siguen viviendo hasta la eternidad. Con Amahle se da un giro en este sentido al introducir la pérdida de sus recuerdos con el paso de los años. Su cerebro humano, aunque ligeramente alterado genéticamente, es incapaz retener milenios de recuerdos y, como si de una bendición se tratase, le permite olvidar siglos y siglos de pérdidas en su vida.
Light Chaser cuenta su historia de forma dinámica y algo apresurada, con una narrativa más cercana a la novela juvenil que a los relatos de ciencia ficción más clásicos como Dune o el Marte Rojo, donde los hechos se toman su tiempo en ser contados. Esto pone al trabajo de Hamilton y Powell en una buena entrada al género para jóvenes lectores o para aquel que quiera una historia ágil y que vaya rápido al grano que se puede leer sin problemas en un par de tardes. Una obra emotiva a la par que amena que duele terminar de tan corta que es.
Autores: Peter F. Hamilton y Gareth L. Powell
Editorial: Red Key Books
Género: Ciencia ficción
Sinopsis:
Una exploradora del espacio inmortal. Un mensaje misterioso. Un enemigo desconocido. Un amor que trasciende la muerte y el tiempo…
Amahle es una light chaser, una surcaluz que viaja por el universo recopilando los recuerdos de los habitantes de los mundos distantes a cambio de baratijas.
Sin embargo, este último viaje guarda una sorpresa para Amahle. En uno de los collares de memoria recogidos encuentra un inquietante mensaje oculto que la interpela directamente. Este descubrimiento será solo el principio de algo que trastocará su visión de la realidad y dará al traste con todo lo que hasta ahora había dado por seguro.
Algo siniestro se oculta tras la supuesta estabilidad del Dominio que ha proporcionado a los humanos milenios de paz y seguridad. Y ella es la única que puede acabar con ello, aunque el precio a pagar puede que sea demasiado alto.
