lunes. 29.04.2024

La hipersexualidad es el aumento en la actividad sexual. Trastornos de la salud como el trastorno bipolar pueden dar lugar a la hipersexualidad. La sangre caliente de los Borbones más que está acreditada. La mayoría de ellos fueron erotómanos

  1. Alfonso XIII: negocio, porno y sexo
  2. Isabel II de España: la reina ninfómana
  3. Carlos IV, el rey cornudo
  4. Germana de Foix, pasión sexual y poder
  5. Juegos, erotismo y sexo en los primeros Borbones

A continuación, de mano de Edmundo Fayanás, os acercamos cuatro historias de hipersexualidad dentro de la realeza española... y los juguetes utilizados a tal fin...


Alfonso XIII: negocio, porno y sexo

Alfonso XIII tuvo cinco hijos bastardos. Era un hombre muy liberal en sus costumbres y con un sentido de la moralidad bastante abierto y muy alejado a los cánones de la época. El Rey fue un gran aficionado al erotismo y al cine pornográfico. Utilizó como intermediario al conde de Romanones. Hizo rodar a los hermanos Baños, en la década de 1915-1925, varias películas pornográficas en el Barrio Chino de Barcelona, que serían las primeras de este género realizadas en España.

Las películas se titulaban, “El confesor, “Consultorio de señoras” y “El ministro”. Los guiones fueron desarrollados por el propio Rey. La primera tiene una duración de unos cuarenta minutos, cuenta la historia de un cura confesor que se beneficia de su poder sobre las feligresas. La segunda, con una mayor duración y realizada técnicamente mejor, se cuenta la historia de la consulta de un doctor que examina a las mujeres mediante un método especial. Y en la tercera película trata la historia de una mujer que acude al Ministerio para rogar que no se despida a su marido, a lo cual el ministro accede a cambio de unos favores sexuales.

Alfonso XIII, como vemos, gustaba coleccionar películas pornográficas. “No le interesaban en absoluto ni la literatura, ni la pintura, la música o el arte. Solamente los caballos, la caza, los automóviles y la pornografía”. 


Isabel II de España: la reina ninfómana

La vida de Isabel II se basa en una fiesta continua. Se acostaba a las cinco de la mañana y se levantaba a las tres de la tarde. Este modo de vida levantaba fuertes críticas en la sociedad española.


Carlos IV, el rey cornudo

El Rey Carlos IV

María Luisa, mujer del Rey Carlos IV había comunicado a su confesor, Fray Juan de Almaráz “Ninguno de mis hijos lo es de Carlos IV, la dinastía Borbón se ha extinguido en España”. Carlos III era consciente de las limitaciones intelectuales de Carlos IV, y no dudaba en decírselo. Un día que estaban comentando la preparación de su boda, Carlos III le recordó la posibilidad que todo hombre tiene de sufrir alguna infidelidad. Carlos IV, le dijo muy seguro de sí mismo “Pienso que los reyes están libres de las preocupaciones que tienen el resto de los maridos porque sus esposas no les pueden engañar con otras, ya que una reina no tiene otro rey cerca más que su esposo”. Carlos III no pudo aguantarse ante la simpleza del razonamiento de su hijo y le respondió “Carlos, Carlos, que tonto eres, las princesas también pueden ser putas, hijo mío”.


Germana de Foix, pasión sexual y poder

Retrato de Germana de Foix
Retrato de Germana de Foix

Tras la muerte de Isabel la Católica, Fernando tiene que hacer frente a los franceses en Nápoles y Sicilia, mientras que el futuro de Fernando de Aragón se complica en Castilla, porque su yerno Felipe el Hermoso le conminó a regresar a Aragón y se olvide de Castilla. Además, está preocupado porque Felipe el Hermoso intente por vía hereditaria quedarse con los estados italianos de la Corona de Aragón. Para evitar este riesgo, firma el Tratado de Blois, el 12 de octubre de 1505. El acuerdo incluía el compromiso de boda de Fernando el Católico y Germana de Foix.

Germana era de carácter alegre, le gustaban las fiestas y tenía una mentalidad muy alejada de los rigores ascéticos de las cortes castellanas y aragonesas. Germana era admirada por su gran belleza y muchos intentaron acercarse a ella en el plano sexual. Sin embargo, el rey Fernando no se andaba con rodeos sobre este tema. Así, el vicecanciller de Aragón, Antonio Agustín fue mandado a la cárcel “por haber requerido los amores de la reina Germana”. Fue encarcelado en la prisión de Simancas.


Juegos, erotismo y sexo en los primeros Borbones

Juegos, erotismo y sexo en los primeros Borbones
Juguetes sexuales del siglo XVIII

La influencia francesa en la corte española durante el reinado del primer Borbón, Felipe V, hizo que el exagerado culto a la belleza y los placeres mundanos fueron importados desde Versalles con juegos sexuales y libertinos. Unas prácticas en las que el morbo y el pecado lo invaden todo hasta alcanzar el ámbito clandestino del placer humano. El universo más íntimo, donde no caben leyes ni límites.

Cuatro historias de la realeza hipersexual y sus juguetes